viernes, 26 de febrero de 2010

Eterno naufragio

—Eseoese, eseoese, ¿alguien ahí? Por favor, contesten, ¿alguien? ¿Aló? ¡Reportando tormenta! ¡Por favor! ¡Aló! Eseoese, ¿Alguien ahí, alguien ahí? Aquí José Rasero, Nave Cádiz, ¿allá quién?
—Hola, José —dice un hombre a su espalda—. Aquí, Pedro. Bienvenido.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Perfecto

Milagros Ampudia tiene la posibilidad de forjar al marido perfecto. Lo hace trigueño, de pelo castaño liso y con cejas finas como un pincelazo. Diseña el color de sus ojos pardo como una tarde de domingo y su boca como un trozo de carne rojo, grueso y jugoso. Crea firmes y ligeramente musculosos sus pectorales y cuadriculados sus abdominales. También piensa, por supuesto, en el miembro de su varón diseñándolo al tamaño justo de su satisfacción. Además, desea que no hable, que cocine, que lave, que planche, que cosa y que barra. Y, por si fuera poco, que sea fiel. Una vez lo concibe a su entera imaginación, disfruta con él como un perro faldero, pero ante semejante muestra de perfección, no le ha quedado más alternativa que pedirle el divorcio.

viernes, 19 de febrero de 2010

Leyenda milenaria

En Caral, Perú, los incas usaban un sistema nemotécnico de contabilidad que funcionaba a través de cuerdas anudadas, denominado quipu. Algunos especialistas, sin embargo, consideran que el quipu no sólo era usado para determinar estadísticas, sino también para contar historias. El instrumento se compone de una cuerda principal de la que se desprenden otras que pueden, o no, tener nudos. A su vez, cada sirga puede estar hilada desde cuerdas secundarias, y así sucesivamente hasta llegar a más de mil ramificaciones. Hoy, precisamente, Ananda Nilayán comprendió el modo de interpretar un quipu. Al leerlo, descubrió que su biografía está escrita desde hace siglos, como si fuera una leyenda inca. No obstante, un viento frío sube vertiginosamente por su cuerpo. La última de las últimas cuerdas del quipu —piensa ella— está narrando ese mismo instante.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Caídos

En Iryda no existe ley de gravedad. Las calles, las avenidas y las edificaciones están sostenidas en el cielo, suspendidas como un salto interminable. Cuando una persona debe dirigirse de un lugar a otro, lo hace planeando, extendiendo sus manos como alas y recibiendo aire fresco en el rostro. Y cuando necesita recorrer grandes distancias, toma unos buses volantes que hacen recorridos específicos, diarios y puntuales. La gente estudia, trabaja y se divierte como en cualquier otro lugar, con la única y magnífica diferencia de que lo hace volando. Sin embargo, Iryda castiga de manera irremediable a los habitantes que traicionan la pureza de su pueblo. Si alguien llega a mentir, sin intermediario alguno y sin importar el nivel de engaño, Iryda destierra al que falta a su palabra y lo hace descender sin contemplaciones. Los que caen llegan a la Tierra.

lunes, 15 de febrero de 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

Historias baldías

Marcela es capaz de narrar sus historias en cualquier idioma. No obstante, su innegable virtud no está exenta de un babélico problema: en este mundo, ya nadie escucha a nadie.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Discordia

Existe un punto en la Tierra; mínimo, irrepetible y exacto; con una característica increíble: quien llega hasta allí y se para sobre él durante siete minutos con los ojos cerrados y bajo la más absoluta concentración tendrá revelados todos los misterios del universo. Desde el más elemental hasta el más complejo y debatible. Encabezada por representantes del G8, se ha enviado la Answer Mission, una genial expedición comandada por expertos científicos con el único objetivo de hallar el punto escondido. La buena noticia es que lo han encontrado. La mala, que la lucha por poseerlo ha desatado la Tercera Guerra Mundial.

lunes, 8 de febrero de 2010

viernes, 5 de febrero de 2010

El hada que amaba a un mortal

Después de mucho discutirlo, por fin llegué a un trato con mi hada madrina. Ella me deja llegar después de las doce con la fantasía intacta y yo le concedo su deseo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Efecto mariposa

Me dijiste que no querías volver a verme jamás, me dejaste y te fuiste. Ahora tengo en mis manos esta mariposa, pero por más que muevo sus alas y vuelvo al día de tu advertencia, tu discurso no cambia. Sólo tu rostro.

lunes, 1 de febrero de 2010

Añoranza

Cervantes, manco; Borges, ciego; Beethoven, sordo; tú, lejos y yo, aquí, inmóvil, completo e incapaz.