miércoles, 18 de julio de 2012

Serial

En medio del zumbido de las libélulas y del cargante sopor tropical, una anciana se balancea sobre su mecedora de encina mientras teje a punto de cruz. A tan solo metros de su balcón, unos negros descamisados y azotados por el sol juegan al fútbol con una pelota de trapo. El que funge de portero desvía su atención hacia una muchacha de biquini rosa que usa la playa como pasarela y a quien le grita un soez piropo. Indiferente, la mujer va dejando las huellas de sus pies descalzos sobre la arena, arrastradas en segundos por el mismo mar en el que se adentra un chiquillo que acaba de encontrarse una gargantilla de plata enterrada en sus profundidades. En el crucero recién aventurado hacia el Atlántico, una extranjera acusa del hurto de su joya a un grumete que está pasando inadvertido al lado de su habitación. Y en la bodega del navío donde se presenta la discusión, viaja de contrabando un cargamento atiborrado de hilos, uno de los cuales quedó en las manos de una anciana que ahora cose desde su casa litoral y del que penden todos los sucesos.

5 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Un domino y una historia circular, todo en uno. Dos buenos ganchos, al menos para mi

David Moreno dijo...

Esteban te quedó bien, toda la trama suspendida por el hilo de la vieja. Enhorabuena.

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Mei Morán dijo...

Circular, con buenos fotogramas. Una pregunta quisiste decir coser a punto de cruz?
Un beso

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Teje, cose o borda a punto de cruz; he ahí la pregunta fútil.

Excelente micro, Esteban; con los efectos descritos por Luisa.

Mis aplausos,

Un abrazo.

Esteban Dublín dijo...

Luisa, te agradezco las palabras. Un beso y gracias por la visita.

David, a mí me parece lo mismo, amigo, pero al jurado no. Un saludo.

Mei, es lo mismo, en realidad. ;)

Pedro, gracias por esas palabras. Ojalá el jurado del concurso hubiera pensado lo mismo. Da igual...