viernes, 23 de diciembre de 2011

Tiempo de balances

Cada vez que termina el año, me gusta despedirme de ustedes, queridos lectores, haciendo un balance de lo que me dejó. Debo decir que me siento afortunado. Han sido muchas gratas sorpresas y siento que la vida me sonríe, cosa que me emociona y me empuja a seguir haciendo lo que amo. 

Lo primero que debo decir es que este año me casé. Mi esposa ha sido el mejor regalo que he recibido en mi vida. Llegar del trabajo y tener su presencia a mi lado es un obsequio que no se compara con ninguno. Definitivamente, la mujer con la que duermo fue con la que siempre soñé.

En lo profesional hubo muchos cambios. Fracasé en un proyecto que me había trazado, pero me levanté rápido y recompuse mi ruta. Hoy trabajo al lado de exigentes profesionales que todos los días sacan lo mejor de mí. 

Con respecto a la literatura, hubo grandes alegrías también. Quedé finalista en el Concurso de Ciencia Ficción de Art Gerust (página que he criticado mucho por el último fallo que dio y en la que declaro no volver a participar) con el microrrelato Horóscopo, los micros Izquierda y Guardián salieron publicados en el diario Tiempo Argentino, gracias a una convocatoria realizada por la excelente página Cuentos y más, Pegaso voló alto y se coló entre los finalistas del X Certamen de Microcuento Fantástico miNatura, De lo humano y lo divino se llevó el primer puesto en el Concurso de Wonderland, que también gana en prestigio, y tuve la gran fortuna de que un gran número de mis microrrelatos hubieran sido traducidos al portugués gracias a Jose Eduardo Lopes. Y como para cerrar con broche de oro, hace un par de días me publicaron al lado de Hemingway. Increíble, el cuento del Nobel, claro. Adicionalmente, La Internacional Microcuentista sigue creciendo a pasos agigantados y gana en lectores día a día. 

Como ven, no tengo sino una palabra: ¡Gracias! Algo que le debo a Dios y que hago extensivo a todos ustedes por su lealtad a este espacio que el próximo año llega a los cuatro años de vida. 

Que pasen unas felices fiestas y nos vemos en enero, cuando haya descansado lo suficiente de este año que me sacó más de una cana, pero que termina con muchas buenas noticias. Levanten su copa y brinden conmigo. ¡Salud!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Al lado de Hemingway

Hoy, el diario El Liberal, de Santiago del Estero, publicó un magnífico cuento del maestro Ernest Hemingway. Ah, de paso, se les coló un atrevido autor colombiano con un micro navideño. Ambos ocupan el lugar que merecen.


Haz clic en la imagen para ampliarla. Sé que está incompleto, así que déjame tu correo y me encargo de enviarte el cuento completo del Nobel.

Rarezas de la reflexión II

Las aguas del río Nolbarán reflejan el estado del alma. Si un hombre de corazón noble, a pesar de no tener la apariencia más afortunada, se acercara, el río reflejaría un atractivo caballero, digno de emparentar con la realeza. Hasta allí, han llegado cientos de feligreses que creen purgadas sus faltas para ver qué tan atractivos pueden llegar a ser gracias a los efectos del perdón. Sin embargo, ante ese nuevo y desquiciado propósito, los reflejos del río tienen nuevos denominadores comunes: claras visiones de monstruos, engendros y brujas.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Rebeldía

El tiempo está retrocediendo, pero me niego a usar el recurso ese de escribir las palabras al revés.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Venganza de un hijo abandonado

     Mr. Cheadle reconoce su equipaje, lo toma y se dirige apresurado a la salida del aeropuerto. Allí, un hombre impecable de pies a cabeza lo espera con un cartel en el que está escrito su apellido. El ejecutivo, que acaba de completar veinticinco horas de viaje, no musita palabra. Con la mirada, le indica que él es el hombre que espera y lo invita a agilizar el paso. Mientras el chofer guarda el equipaje en el baúl, Mr. Cheadle se acomoda en el lujoso automóvil dispuesto para su transporte. Rumbo al destino, el ejecutivo nota que algo no está bien. Reclama en inglés, pero el chofer no atiende una sola de sus palabras. En medio de la nada, el auto se detiene.
     —Llegamos, míster —dijo el chofer sacando un revólver de la cajonera—. Lo esperé toda mi vida.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Engendro

Debajo de mi cama, un monstruo duerme plácidamente. Cada vez que me acerco a dormir, procuro hacer el menor ruido posible con tal de no despertarlo. Solo así consigo mi propósito de cada noche: asustarlo en sus sueños.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Uvas

Este año no se me concedió ninguno de los deseos que pedí. En todo caso, me engullo las doce al son de las campanadas. Ahora creo más en la prohibición del médico ante el fatal efecto que me producen las uvas que en el agüero.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Una de pegasos

Muy feliz me ha hecho ver publicado el microrrelato "Pegaso" en la última revista digital miNatura, conmemorativa a la publicación de finalistas del IX Certamen de Microcuento Fantástico. Y me ha hecho muy feliz porque el primer premio se lo llevó un microrrelato fantástico en todo el sentido de la palabra y porque resulto muy bien acompañado de otros escritores. En síntesis, quiero decir que fallos como estos dan una luz de esperanza en medio de los descalabros que he visto últimamente y que, a pesar de algunos tropiezos, suponen que el género goza de buena salud. A continuación, les dejo el enlace para su descarga gratuita.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Canje

          Era un hombre dispuesto a cualquier cosa con tal de tener certezas de su futuro. Entonces, un adivino le propuso un trato.
          —Por cada recuerdo que me regales —sentenció— te daré un detalle de tu porvenir.
          Una vez el hombre observó que el intercambio funcionaba, empezó a despojarse de sus memorias como morrallas. Entonces, conoció qué le deparaba el destino hasta el fin de sus días.
          Así, se convirtió en un hombre dispuesto a cualquier cosa con tal de tener un recuerdo del pasado.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Títere

Estoy cansado de que me uses como te da la gana. Te juro, óyelo bien, que de esta caja no me muevo.