martes, 23 de diciembre de 2014

El vuelo del platanal

En la ciénaga del caribe colombiano, mientras las olas arrecian contra las rocas, una bandada de garzas suele asentarse en las cercanías de los lagos de junco formados por platanales. Las garzas se sienten cómodas en los humedales y por eso es fácil encontrarlas pisando fuerte sobre las aguas y escarbando peces para amenizar el hambre del atardecer. En una época del año, estas curiosas aves emprenden su vuelo surcando los cielos del río Magdalena, mientras los niños morenos y con el torso desnudo les señalan a sus padres las figuras maravillosas que deja a su paso la bandada. Sin embargo, aunque parezcan inanimados, los platanales que albergan a las garzas sufren especialmente la estación que marca su partida. Allí quedan, esperando la recolección del fruto de las familias cienagueras, pero, sobre todo, el retorno de esas aves zancudas y blancas que alegran el silencio del humedal. Un día, de pronto, las migratorias regresan para un evento sumamente especial. Entre los juncos y las totoras, las garzas forman su nido y dejan al cuidado de los platanales la suerte de sus crías. Cantan los pregoneros del lugar que no hay lugar más seguro para esos huevos, porque son las mismas matas de plátano las que protegen con su magia particular el futuro vuelo de los pequeñines que se asoman desde el cascarón.

Con este microrrelato despido el 2014. Si Dios y la imaginación me lo permiten, espero que nos leamos con más frecuencia el próximo año. 

jueves, 9 de octubre de 2014

La costumbre

En las mañanas, después de levantarme y dirigirme a la cocina, aún pongo dos cacerolas y en cada una, dos huevos para fritar. Preparo dos vasos de jugo de naranja y dispongo dos platos para poner las tostadas. Sirvo en la mesa sobre cada uno de los dos individuales y te grito de cara a la habitación para que pases a desayunar. Demoras uno, dos minutos, pero no respondes. Te insisto. Luego recuerdo que te has ido. Mastico con desgano el huevo frito de mi plato y observo con dolor cómo se enfría sin compasión el del tuyo.

jueves, 28 de agosto de 2014

Paulo Zamora en La Inter

La vida me ha dado grandes oportunidades y entre sus azares, la posibilidad de encontrar amigos con los que comulgo en ideas que derivan en proyectos y proyectos que culminan en hechos. Uno de esos amigos es Paulo Zamora, quien me propuso, ya tiempo atrás, ilustrar algunos de mis microrrelatos para realizar una nueva publicación. Entusiasmado por la idea, me di a la elegir diez de mis textos para Tácticas contra el olvido, una nueva publicación que está a punto de ver la luz y que tiene como componente diferencial que no está concebido como un libro tradicional, sino que es un compilado de postales a la que Paulo les ha compuesto una ilustración exclusiva. Hoy lo entrevistan en La Inter y aquí les comparto el enlace para lean lo que dice de la publicación y de su trabajo. Y, además, de manera exclusiva, les comparto una de las ilustraciones realizada para el microrrelato "Las habitaciones variables". Tácticas contra el olvido saldrá publicado en septiembre. ¿Qué mejor regalo para el mes en el que cumplo años? Los mantendré informados.

jueves, 14 de agosto de 2014

El brevo

Eran buenos años. Mis abuelos aún controlaban sus movimientos, su voz y sus esfínteres. En medio del patio que mi hermano y yo solíamos usar para jugar a ‘La lleva’, un hermoso brevo crecía y daba sus frutos sin falta cada cierto tiempo. Recuerdo a mi abuelo indicándome cuáles eran las brevas más maduras del árbol para que las depositara en una canastilla y a mi abuela seleccionándolas para preparar brevas con arequipe, dulce de breva, brevas con melao o brevas en almíbar. Entonces a mis abuelos les llegó el alzhéimer, el párkinson, la incontinencia. Y al patio también. Jamás reverdeció de nuevo ni volvió a ver el color de la primavera. Hoy, a causa de la muerte de mi abuelo, tuve que volver a la casa que adornó mi infancia y regresé al patio que testificó mis juegos. El brevo se había esfumado, como si su decisión hubiera sido viajar con el patriarca que lo vio crecer para seguirle ofreciendo sus tributos en el paraíso.

martes, 12 de agosto de 2014

Lo que no sabía de mi corazón

No sabía que se podría arrugar de semejante forma cuando una aguja te perforara con el fin de protegerte de los peligros que rondan nuestros tiempos. No sabía que era capaz de incendiarse por dentro cada vez que alguien o algo dice algo de ti que contradice las buenas intenciones. No sabía que se ensancharía producto de la emoción de reencontrarte después de horas interminables de escritura inútil, vacía, superflua. No sabía que tendría ese tamaño cuando testificara con orgullo que tu presencia me recuerda la figura de los ángeles. No sabía que se levantaría alterado en la madrugada al escuchar tus quejidos que ahora me suenan a felicidades. No sabía que latería tan fuerte cuando observara tus sonrisas tan necesarias para combatir la desesperanza. No sabía, Emmanuel querido, que aún no lo había estrenado.

martes, 29 de julio de 2014

Bala perdida

Roza a una pareja discutiendo en el parque de diversiones, pasa cerca de un niño al que su padre acaba de regalarle un copo de azúcar, mira de reojo al infiel que ya tiene preparada la excusa de esa noche, acaricia a la adolescente que planeó su fuga para dentro de dos semanas con el amor secreto que conoció por internet, atraviesa una lata de sardinas que explota en ochocientos cuarenta y nueve pedazos y perfora el centro del pecho del autor para terminar su recorrido en medio de su columna vertebral, no sin antes ejecutar un último balanceo.

lunes, 28 de julio de 2014

Emmanuel

Si hace rato no se asoma por aquí un microrrelato, es porque el autor está distraído con esta sonrisa. Sabrán disculpar.

viernes, 18 de abril de 2014

La memoria de Gabo

             La tentación de mencionar un referente universal cuando la muerte se lo lleva es muy alta. Pero es que 'Gabo' ha sido tan importante para mí y mi formación como lector que me es imposible no traer de vuelta un par de entradas que escribí en el año 2012. La primera, referida a lo que logró la literatura de García Márquez en mi vida y la segunda, un hiperbreve escrito ese mismo año cuando en las noticias se rumoraba acerca de su posible demencia senil. Ante la tristeza de su partida, creo que el mejor homenaje que se le puede hacer es leer y releer sus libros, auténticas joyas que se quedarán para siempre en mi memoria.

'Gabo' y papá

           Si se la compara con la de otros muchachos de mi edad, mi adolescencia fue más bien extraña. Mientras mis compañeros de colegio aprovechaban los sábados para asistir a las fiestas de moda para encontrarse con sus primeras borracheras, yo me quedaba en el segundo piso del apartamento de mi padre, donde, motivado por romper con el aburrimiento, me encontraba con mis primeras lecturas. Mi padre, confeso admirador de Daniel Samper Pizano y Gabriel García Márquez, cuenta con una impresionante biblioteca con secciones que se podrían clasificar en tres (es más amplia, en realidad, pero estas temáticas predominan): Clásicos de la Literatura Universal; libros dedicados a la religión, especialmente al Catolicismo y libros dedicados al estudio del castellano y la gramática española, asunto del que mi padre es especialista y referente en Hispanoamérica.
              En ese cuarto silencioso, frío y sin televisor, me acostaba en un sofacama en el que me disponía a leer hasta que el sueño me vencía. Fascinado por la maestría de El coronel no tiene quien le escriba, me di a la tarea de leer todos los libros de ‘Gabo’, ya renombrado y famoso en esa época. Así, me encontré con La mala hora, Los funerales de la mama grande, Relato de un náufrago, Ojos de perro azul, La hojarasca (donde descubrí que Cien años de Soledad lo venía preparando desde hacía tiempo), La increíble y triste historia de la cándida Eréndida y su abuela desalmada, el monólogo teatral Diatriba de amor contra un hombre sentado, El general en su laberinto, El ahogado más hermoso del mundo, Crónica de una muerte anunciada, Noticia de un secuestro, La aventura de Miguel Litín clandestino en Chile, Doce cuentos peregrinos, Memoria de mis putas tristes, En este pueblo no hay ladrones y Vivir para contarla.
              Hoy, después de tanto tiempo y de todas las lecturas paralelas que se derivan a partir de un autor, confieso que El otoño del Patriarca me pareció un libro imposible, del que nunca pude pasar de las diez primeras páginas. Sin embargo, después de tantos años también, sigo considerando que Del amor y otros demonios es una de las mejores novelas escritas en nuestro idioma y que El amor en los tiempos del cólera, de las mejores de la Literatura Universal. Este último es mi libro favorito de todos los tiempos.
           Esta anécdota viene al caso, tan solo para mencionar que con la biblioteca de mi padre no solo tuve la fortuna de conocer una parte de la obra de García Márquez, sino porque nunca tuve que pagar un centavo para leer los libros que hoy sigo considerando referentes de mi formación como lector. ¡Gracias, papá!


Eterna memoria 
A Gabo

¿Qué importa que olvides tus historias, si todas me las hiciste vivir a mí?

viernes, 11 de abril de 2014

Viejos amigos

Pablo Gonz ha reunido a 47 autores en 69 microrrelatos en la antología Viejos amigos, una aproximación al mundo de la vejez. Comparto esta noticia con gran alegría ya que es un libro novedoso, creado en el formado de audio, especialmente para personas de la tercera edad. Agradezco mucho a Pablo su inclusión de "Tiempo", microrrelato de mi autoría, como parte de esta bella idea. A continuación, los dejo con el audio del libro en su totalidad. Y bueno, ojo a la voz de Ana Vidal, por ahí se enamoran.


lunes, 7 de abril de 2014

Deseos para un hijo

Deseo que la ternura de tu madre se transforme en polvo de estrellas y se esparza alrededor de ti. Si acaso lograras escuchar el sonido del alba, deseo que ese canto te invite al sueño para que puedas imaginar las pericias del firmamento o todo aquello que te moverá a ser un hombre libre. De repente, sentirás que no perteneces a esta habitación y querrás salir a descubrir los misterios que esconden las esferas que desconocen estas paredes. Aún así, este espacio aguardará por ti con tu nombre estampado a la entrada con tinta indeleble de amor genuino. Deseo que tu lucidez te permita verlo o sencillamente que regreses en forma de libro para que puedas enseñarme lo que el tiempo y la arrogancia me han ocultado. Deseo que arropes la nobleza, aun cuando descubras la oscuridad o el desasosiego. Deseo que encuentres el amor una, dos o mil veces y te entregues sin condición a pesar de que te encuentre el desamor en alguna de sus variables. Deseo que cobijes la bondad y que levantes con firmeza la bandera del honor. Quisiera que entregues el ciento por ciento de los dones con los que te han bendecido y que agradezcas cada segundo de privilegio con presentes de generosidad. Deseo, hijo mío, que la felicidad sea tuya. Hoy, mañana, siempre.

PD: En cualquier momento nacerá Emmanuel. Los dejaré por algunas semanas y me concentraré en él. Nos vemos pronto.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Tácticas contra el olvido

Les presento la portada de mi segundo libro de microrrelatos, aunque no esté concebido como un libro en el estricto sentido de la palabra.



lunes, 17 de marzo de 2014

El centro del universo

El centro del universo se encuentra ubicado en el ombligo. Y dado que todo ser humano nace con uno, ese centro universal no es solo uno, ni diez, sino millones. Nace un bebé, nace un centro del universo. Y aunque su forma cambia, su tamaño no varía igual. Esto ha revolucionado por completo el aspecto científico y, por supuesto, el turístico que ofrecía viajar al centro de la porción universal en módicas cuotas anuales. Ahora son los amantes, cómplices de la desnudez, quienes frecuentan con ahínco el punto más poblado de la Tierra.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Nunca más estar triste

Alguna vez pensé que yo sería el único que podría hacer las Canciones para Emmanuel. Sin embargo, Pedro Guerra, que siempre me sorprende, me hizo saber que no sería así. En todo caso, si él no hubiera compuesto esta canción en su último disco, lo más seguro es que la habría compuesto yo para mi hijo.

lunes, 24 de febrero de 2014

Manu Espada en Bogotá

Si uno se pusiera en la tarea de buscar aquellos personajes que le dieron una voz al microrrelato, indudablemente hay que pasar por el nombre de Manu Espada, escritor y guionista de un talento sinigual avalado en los concursos que han reconocido sus textos, tales como el REC de la SER y el de la revista Eñe.
Hace poco Manu ha completado nada menos que ocho años publicando en su blog, La espada oxidada, al que llegué hace mucho tiempo y seguí volviendo por la increíble capacidad imaginativa que encontraba y por los permanentes experimentos que me entretenían y obligaban a la relectura.
En mi biblioteca tengo dos de sus libros, Fuera de Temario, y Zoom. Este último, una auténtica lección de microrrelato página tras página.
A lo largo de estos años fui forjando una especie de amistad digital con él e incluso tuve la fortuna de que me invitara a formar parte de De antología, un compendio de microrrelatos escritos por autores nacidos en los blogs en un boom que de un año para acá está entrando en una nueva etapa.
Manu es una referencia incuestionable en el mundo del microrrelato y este fin de semana al fin pude conocerlo. Y es tan bueno en persona como escritor.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Tácticas contra el olvido

Ustedes son los primeros en enterarse de la primicia. Pronto publicaré mi segundo proyecto editorial, Tácticas contra el olvido, en un formato no convencional. 10 microrrelatos en 10 postales. Tendrá ilustraciones de Paulo Zamora (dejo una muestra a la izquierda), un amigo entrañable y gran profesional. Les comparto la introducción a continuación.

Contrario a lo que se podría pensar, que estas historias estén consignadas de manera independiente no es cuestión de azar ni de estética.
Los personajes que aparecen aquí luchan para reclamar el lugar que su conflicto trata de arrebatarles para evitar padecer las secuelas del olvido. Por eso, como las postales no solo vencen las distancias cuando llegan a su destinatario final por primera vez, sino que tienen la facultad de reencontrarse con él gracias al repaso de los recuerdos, cada historia tiene su espacio en una ilustración y un microrrelato a través de una postal distinta.
Así, cada personaje tendrá la posibilidad de contarle su relato, pero también, con el tiempo, de regresar si usted lo decide y, por ende, de burlar el olvido.

lunes, 17 de febrero de 2014

Crisis

El vendedor de sueños ha cumplido el suyo. Se avecina una crisis relacionada con la realización personal.

viernes, 14 de febrero de 2014

Divides mi vida en dos

Antes de ti nuestra raza discutía por sus diferencias y obraba como salvaje.
Las balas perforaban inocentes y se llevaban las lágrimas consigo.
El cruce del fuego dolía, pero igual valía como pan diario.
Los osos solían huir ante el acecho de los hombres.

Antes de ti los dragones solo aparecían en los cuentos de mi biblioteca.
Los vuelos estaban determinados únicamente para los pájaros.
La sabiduría estaba reservada para los poderosos.
Los dibujos eran poco más que trazos inútiles.

Antes de ti fui testigo del dolor, el desamor, el desencanto.
Presencié el terror, la infelicidad, el terrible sufrimiento.
Acaricié el desencanto, la maldad, el pánico repentino.
Fui la encarnación de la burla, la tristeza, la ingenuidad.

Antes de ti pasaron cosas que no sé si volverán a pasar.
Tal vez vuelvan la ilusión, la virtud, la esperanza.
Lo único que sé, ahora que estás cerca,
Es que dejaré de ver lo que pasaba antes,
Porque con tu llegada lo único que me interesa
Es lo que venga después.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Repeticiones

—¿Cómo es que se llama la niña?
—Valeria, abuela —repito—. Se llama Valeria. Y no es una niña. Es mi esposa.
—Ah, claro. Qué día lindo el que hace, ¿no?
—Sí, abuela. Es un lindo día.
—Mucho sol tan tremendo, ¿no?
—Por estos días está haciendo mucho sol, sí, señora.
—Gracias a Dios, ¿no?
—Sí, señora, hay que darle gracias.
—¿Y qué vas a hacer ahora?
—Me voy a trabajar después del almuerzo, abuela.
—Ah, sí. El almuerzo de hoy estaba lo más de bueno...
—Me alegra mucho, abuela. Mañana podemos comer otra cosa, si quiere.
—Huy, sí, es que ya estoy cansada del pollo.
—No hay problema. ¿Qué le provocaría?
—Pollo, mijo. Usted sabe que me gusta el pollo.
—Con mucho gusto, abuela.
—Mijo…
—Dígame...
—¿Cómo es que se llama la niña?

lunes, 10 de febrero de 2014

Intercambio

Un duende me robó las llaves de mi casa. Solo hasta anoche comprendí que la usaba para llevar náyades. Insistí hasta el amanecer que me abriera la puerta, pero nada funcionó. En todo caso, dormir dentro de los árboles no es tan malo como parece.

viernes, 7 de febrero de 2014

Credo

Ahora creo en los grillos.
Creo en los gorriones ocultándose detrás de los cristales.
En las noches naranjas en las que el bambú crece a la par de la caña de azúcar.
Y en los malabares de las estrellas almidonadas de polvo que se convierten en fuego artificial.

Ahora creo en las centellas.
Creo en las fórmulas físicas que atormentaron mi niñez.
En los pastizales de fantasía que contribuyeron a la mitificación y a la duda.
Y en los ojos de tu madre que hasta ahora me habían parecido extraídos de una ficción imposible.

Ahora creo en el fuego.
Creo en las llamas extintas sobre la piel de un tigre.
En el aleph borgiano que me persiguió como una sombra sin cuartel ni piedad.
Y en este mundo loco que tiene esperanzas por la sola razón de que dejaste de ser garbanzo para convertirte en mi hijo.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Par

Mis zapatos se me esconden. Aunque recuerde haberlos dejado al pie de mi cama, las mañanas son testigos de sus burlas luego de ver mi desespero para tratar de encontrarlos en algún lugar de la casa. No están debajo del colchón ni en los compartimentos de calzado. En días afortunados si acaso encuentro la mitad del par y en los peores, debo recurrir a viejos trucos que me permitan pasar desapercibido a pesar de que en realidad no puedo evitar salir descalzo. En un momento pensé que se debía a una casualidad sin importancia, pero en estos días no puedo dejar de pensar que los pasos que estoy dando no son los adecuados. ¡Bah! ¿Será paranoia o filosofía?

lunes, 3 de febrero de 2014

viernes, 31 de enero de 2014

Sirénidas

Esta es una de las páginas del índice de la nueva antología de Javier Perucho, La música de las sirenas, de pronta publicación en México.

Ahora imaginen que en otras páginas están los nombres de Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Ana María Shua, Enrique Anderson Ímbert, David Lagmanovich, Eduardo Galeano, Marco Denevi o Raúl Brasca.

¡Feliz!


martes, 28 de enero de 2014

Intentos

Ella te arrulla, te habla, te da.
Yo lo intento.
Y mientras la torpeza de mis movimientos se acoplen a la naturalidad con que tu madre se relaciona contigo, mi corazón se emociona cuanto más se acerca el día de tu bienvenida.