miércoles, 29 de junio de 2011

Instrucciones para escribir un microrrelato en 38 palabras

Primero, piense una idea original. Segundo, concéntrese y trate de escribirla. Tercero, pula todos los detalles, que no sobren ni falten palabras. Cuarto, relea su microrrelato una o dos veces. Quinto, enloquezca tratando de hacer coincidir el conteo.

viernes, 24 de junio de 2011

Canción de cuna

Duérmete, coquito.
Duérmete ya.
Que si no viene el niño 
Y te comerá. 

(Tengo la sensación de que le estoy plagiando este texto a alguien. Si llega a ser así, de antemano le pido disculpas al autor, pero, por favor, que no lo tome a mal. Como a alguno de mis personajes, me sucede a menudo que no sé si soy un recuerdo que reproduce los textos que le habitan en la memoria o una imagen detenida del presente que inventa sin propósito alguno).

miércoles, 22 de junio de 2011

Beso

Estallaban petardos, se escuchaban gritos, se sentía el miedo. Al norte, criminales disfrazados de policías sosteniendo escudo y disparando metralla. Al sur, civiles embravecidos huyendo de gases y esquivando disparos. En el centro de la guerra, tú y yo, dispuestos a recibir las balas perdidas, en medio de la ira de la gente y la furia de la ley, blanco fácil de la cólera colectiva. Preparados a morir, ese día o cualquier otro, pero con la condición sine qua non de ese beso ácido e infinito, sobre el asfalto frío en el que, pasada la noche, ya no quedaremos los dos, sino solo la sangre, la ruina y el silencio.

lunes, 20 de junio de 2011

viernes, 17 de junio de 2011

702

A mi vecino no le gusta la música que escucho. Lo entendería si estuviera escuchando algo mínimamente parecido a rock pesado o si la pusiera a todo volumen, pero no. Lo que argumenta el godo del 702 es que la música de cantautor, esa que tanto me gusta, es música de guerrillero. Hace días casi me rompe la puerta a golpes gritándome: “¡Izquierdista de mierda, ándate pa’l monte!”. La verdad es que sus opiniones me importan poco, pero si vuelve a interrumpirme en pleno verso de Yupanqui, voy a tener que desempolvar el fusil.

lunes, 13 de junio de 2011

Previas del diluvio II

—Si te te he dado hijos, que te han dado nietos, que te han dado bisnietos —le dijo implacable su esposa a Noé—, no entiendo a estas alturas de dónde te salió esa idea de conservar la especie.

viernes, 10 de junio de 2011

Aniversario Internacional

Hoy, mi casa contigua, mi querida Internacional Microcuentista está cumpliendo un año de vida. Parece increíble, pero así es. Pásate por aquí y déjanos tus buenos deseos.

miércoles, 8 de junio de 2011

El paso a la Final

Desde 1989, Millonarios, club colombiano del cual soy hincha enfermo, no sale campeón. En esa fecha, apenas tenía seis años. Entenderán que jamás he visto campeón al equipo que amo con demencia. Este año, sin embargo, después de años y años de fracasos, Millonarios se hizo club y vendió sus acciones al público, por primera vez cambió radicalmente su dirigencia y, luego de salvar varios puntos al último minuto en distintos partidos, esta noche Millos se juega su pase a la gran final del fútbol colombiano. Hoy no hay microrrelato, porque toda mi energía y pasión están concentradas en que mi equipo saque un resultado favorable para disputar la ansiada estrella 14. Los colombianos quizá entiendan todo el sufrimiento que hemos padecido los hinchas de Millonarios durante las últimas dos décadas, pero los extranjeros no, así que pido su solidaridad energética esta noche. Por favor, Millos, por favor. Dame esa alegría.

lunes, 6 de junio de 2011

Previas del diluvio

—No me harás entrar a esa arca —dijo la anciana esposa de Noé—. No me engañas con ese truco de conservar la especie.

viernes, 3 de junio de 2011

Hada

Cada noche, mi abuela me duerme con un cuento. Desde que tengo uso de razón, me cuenta historias fantásticas donde aparecen nomos, duendes, elfos, gigantes y hadas. Lo curioso del tema es que no recurre a ningún libro para que concilie el sueño, sino que emplea cuidadosamente la tradición oral. Me parece increíble que después de tantos años aún no haya repetido ninguna historia y que su narración sea tan vívida.

Hace unos días, se encontraba muy enferma. Con la tos alborotada, jorobada y cansada, me pidió que entrara en su cuarto y que revisara su clóset. Cuando lo abrí, dos alas gigantes de mariposa colgaban del armario, como una prenda especial.

—Ahora son tuyas —dijo tosiendo—. Ten cuidado con las brujas y con los trolles.

Acostada sobre su cama, expiró. En ese momento, un grupo de hadillas entró por la ventana y empezó a danzar alrededor de ella. De su baile, que interpreté como un duelo de despedida, se desprendió un polvo mágico que se fundió con mi abuela y la desapareció. Una de las hadillas me miró, me sonrió y me tendió la mano.

miércoles, 1 de junio de 2011

Propósito

No entiendo por qué ni para qué estoy aquí. He vagado por diferentes momentos al lado de amigos que van haciendo historia a medida que pasa el tiempo. Ellos tienen una razón de ser, pero después de todos estos meses, aun no entiendo mi propósito en esta vida. ¿Será que puede hacer que pase algo con mi personaje, señor escritor?