jueves, 28 de agosto de 2014

Paulo Zamora en La Inter

La vida me ha dado grandes oportunidades y entre sus azares, la posibilidad de encontrar amigos con los que comulgo en ideas que derivan en proyectos y proyectos que culminan en hechos. Uno de esos amigos es Paulo Zamora, quien me propuso, ya tiempo atrás, ilustrar algunos de mis microrrelatos para realizar una nueva publicación. Entusiasmado por la idea, me di a la elegir diez de mis textos para Tácticas contra el olvido, una nueva publicación que está a punto de ver la luz y que tiene como componente diferencial que no está concebido como un libro tradicional, sino que es un compilado de postales a la que Paulo les ha compuesto una ilustración exclusiva. Hoy lo entrevistan en La Inter y aquí les comparto el enlace para lean lo que dice de la publicación y de su trabajo. Y, además, de manera exclusiva, les comparto una de las ilustraciones realizada para el microrrelato "Las habitaciones variables". Tácticas contra el olvido saldrá publicado en septiembre. ¿Qué mejor regalo para el mes en el que cumplo años? Los mantendré informados.

jueves, 14 de agosto de 2014

El brevo

Eran buenos años. Mis abuelos aún controlaban sus movimientos, su voz y sus esfínteres. En medio del patio que mi hermano y yo solíamos usar para jugar a ‘La lleva’, un hermoso brevo crecía y daba sus frutos sin falta cada cierto tiempo. Recuerdo a mi abuelo indicándome cuáles eran las brevas más maduras del árbol para que las depositara en una canastilla y a mi abuela seleccionándolas para preparar brevas con arequipe, dulce de breva, brevas con melao o brevas en almíbar. Entonces a mis abuelos les llegó el alzhéimer, el párkinson, la incontinencia. Y al patio también. Jamás reverdeció de nuevo ni volvió a ver el color de la primavera. Hoy, a causa de la muerte de mi abuelo, tuve que volver a la casa que adornó mi infancia y regresé al patio que testificó mis juegos. El brevo se había esfumado, como si su decisión hubiera sido viajar con el patriarca que lo vio crecer para seguirle ofreciendo sus tributos en el paraíso.

martes, 12 de agosto de 2014

Lo que no sabía de mi corazón

No sabía que se podría arrugar de semejante forma cuando una aguja te perforara con el fin de protegerte de los peligros que rondan nuestros tiempos. No sabía que era capaz de incendiarse por dentro cada vez que alguien o algo dice algo de ti que contradice las buenas intenciones. No sabía que se ensancharía producto de la emoción de reencontrarte después de horas interminables de escritura inútil, vacía, superflua. No sabía que tendría ese tamaño cuando testificara con orgullo que tu presencia me recuerda la figura de los ángeles. No sabía que se levantaría alterado en la madrugada al escuchar tus quejidos que ahora me suenan a felicidades. No sabía que latería tan fuerte cuando observara tus sonrisas tan necesarias para combatir la desesperanza. No sabía, Emmanuel querido, que aún no lo había estrenado.