lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Cuál fue el cuentito que más te emocionó en el 2008?

Esto de irse siempre es difícil, así que antes de fin de año, me entraron las ganas de darle un reconocimiento al mejor cuentito de 2008. Yo, por supuesto, no soy el más indicado para dar el título. Con el fin de evitarme cualquier tipo de celos por parte de los cuentitos, es que recurro a ustedes. Así me sacan del aprieto y de paso le dan un incentivo a estos pequeños. La selección no es arbitaria, ya que estas fueron las historias más comentada del año. Sin más, adelante, honorables miembros del jurado.

martes, 23 de diciembre de 2008

Vacaciones

Este año fue el que los cuentitos eligieron para empezar a contar sus historias. Eso no puede significar otra cosa que agradecimiento con el 2008. Para cerrar este buen año, en nombre de los microcuentos quiero agradecerles sus visitas y sus conversaciones. Ya por este año, creo que fue suficiente. Así que si la Tierra sigue girando, nos leeremos de vuelta el 19 de enero con las nuevas historias que me quiera venir a contar el 2009.

Y si se quieren emborrachar de felicidad en estas fiestas, les recomiendo un licor que no falla. Se llama amor.

¡Felicidades y hasta el próximo año!

viernes, 19 de diciembre de 2008

Anda por ahí

Cuando ella se fue, un fuerte portazo retumbó como adiós. La depresión abrazó a Jorge Andrade y el alcohol se lo llevó de viaje. Semanas después y aún con veisalgia, se levantó, tomó un lapicero y una servilleta, y salió a buscarla. Su labor fue infructuosa. Desesperado, empezó a escribir cuanta cosa se le ocurría para evocarla. Sin embargo, sus intentos no eran más que los dibujos nítidos de su desesperanza. Un día la encontrará y ella, la historia que buscaba, se abalanzará a abrazarlo con amor y odio a la vez, lo reprochará, lo golpeará en el pecho y le llorará desconsolada recriminándolo por dejarla ir tan fácilmente.

martes, 16 de diciembre de 2008

Refinamiento

Ahora sólo se alimenta con ricachones. Porque lo que era antes, la condición era lo de menos para ella. Hace tiempo disfrutaba con cualquier tipo de hombre: pobre, bajito, alto, gordo, flaco, negro, blanco, en fin… El problema fue cuando llegó el millonario ese. Se le metió el cuento en la cabeza de que el estrato era importante, que dizque porque era más exquisito que el resto. ¡Tonta! Con lo duros que están estos tiempos para el canibalismo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

La estrella

El júbilo albiazul no puede ser mayor. Por las calles bogotanas, banderas azules y blancas se agitan como gaviotas liberadas después de veinte años de encierro. Los hinchas lloran inconteniblemente de felicidad y, alrededor de los bares de El Campín de Bogotá, los borrachos se confunden en abrazos con una euforia que se hace incontrolable. No es para menos. En el partido de vuelta de la final del fútbol colombiano, Millonarios ha remontado el 0-2 en contra con el que había iniciado la serie en contra de Nacional de Medellín y se ha colgado en su arcas de triunfos el título que le ha dado la esquiva estrella 14. A Santiago Ávila no le cabe tanta dicha: celebra, grita, llora, bebe, ríe, aplaude, vitorea, salta y cae de la cama.

martes, 9 de diciembre de 2008

Lacayo

De lejos, este gobierno ha sido el mejor en siglos. Muestra de eso es la erradicación de técnicas tan cruentas como la horca, la guillotina y el fusilamiento como penas de muerte. Mi trabajo actual lo confirma. Ahora me levanto temprano en la mañana, subo hasta un volcán y saco ocho baldes de lava hirviente. Luego recojo especias del bosque y las mezclo con la lava. Cuando la receta está lista, la vierto sobre una olla gigantesca y la llevo a una celda de Palacio para alimentar a la mascota de Su Majestad, un gigante dragón que, gracias a la fusión, puede incinerar de un soplo a los condenados de muerte.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Zombis

En su acostumbrada visita nocturna al cementerio, Andrés observa el mausoleo central hasta que un gemido lastimero hace que se dé vuelta. El aire se concentra y, desde una de las tapias, una espesa neblina forma figuras irreconocibles. Andrés se acerca y se fija que algo lucha por emerger desde el suelo. De la fosa, lenta y copiosamente, uno, dos, nueve, veintiuno, ciento dos, cuatrocientos, mil ochocientos, nueve mil setecientos, ochenta y cinco mil zombis salen y, mientras orquestan una sinfonía de sollozos, llegan hasta él, lo tumban sobre el camposanto y lo devoran despellejándolo hasta convertirlo en uno de ellos. Andrés ahora es Morán, la última palabra del idioma castellano.

martes, 2 de diciembre de 2008

La mina

Mientras caminaba, Yahír Pataquive se repetía a sí mismo en voz alta huevos, pan y leche para no olvidar el pedido de su madre. El camino acostumbrado a la tienda estaba cercado y no le quedó otra alternativa que tomar un atajo por una vieja vereda. Cuando dio el sexto paso, un kaboom acabó con la esperanza de los miles de hinchas del Ajax de Amsterdam que disfrutarían los prodigios y los ciento ochenta y cuatro goles de su pierna izquierda.

viernes, 28 de noviembre de 2008

F.M.

Una terrible plaga se propaga ferozmente por la ciudad. Niños, jóvenes y viejos caen contagiados inevitablemente y el pánico aumenta a la misma velocidad a la que se mueve la epidemia. La terrible enfermedad borra momentáneamente la capacidad de discernimiento, involuciona la especie a su ser más básico y genera movimientos casi epilépticos en los contaminados. Cuando está a punto de contagiarse, Mauricio Duque cambia la emisora y pone un disco del gran Rubén Blades.

martes, 25 de noviembre de 2008

Accidente

Desde el día que cayó con su caballo, al zorrero le sonrió la suerte. La gente pagaba lo que fuera por ver a su unicornio.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Cuentos con nombre propio

Aquí, a las promesas no se las lleva el viento. A partir de hoy, y cada viernes mientras haya alguien que quiera su historia, habrá un microcuento con nombre propio. El de hoy, y lo cito por ser el primero en alistarse, corresponde a Túrin y aquí pueden ver su blog. Él me dio su nombre, aquí está su cuento:

El entierro
El asfalto es un imán para el alcohol. Por lo menos eso es lo que piensa el borracho cuando, luego de beberse su quincuagésimo vaso de ron, su cuerpo se abalanza incontroladamente hacia el suelo. Una lluvia de rocío se forma con el cristal instantes después de que cae el vaso y los fantasmas, que se niegan a perderse el carnaval, se beben el poco licor que le quedaba antes de que moje el pavimento. El deceso es inmediato y la congoja también. Pero mientras las mujeres se agolpan en las calles a llorar su muerte, hay un hombre que sabe que basta un gran triunfo del Junior para que Joselito se vuelva a levantar.

martes, 18 de noviembre de 2008

Te cambio un cuento

69 es, sin duda, un número muy sugestivo. Sin embargo, para mí es el orgullo de saber que son los hijos que he tenido desde el momento que nació este espacio. En medio del número se han atravesado músicos, fantasmas, deportistas, jardineros, viudos, chefs, dinosaurios, apostadores, pederastas, políticos, sicarios (estos dos últimos caben en el mismo grupo) y actores, entre muchos tantos. Lo bueno de esto es que a partir de ahora, tú mismo podrás ser el protagonista de un cuento. ¿Cómo? Muy sencillo, en el costado derecho hay un nuevo espacio titulado Yo quiero mi propio cuentito. Funciona de la siguiente forma: tú te inscribes ahí, yo te escribo un cuentito. Si se inscribe una persona, habrá una historia. Si se inscriben ciento cincuenta personas, habrá ciento cincuenta historias. Para escribirlo, me basaré en tu blog, en tu nombre, o en cualquier cosa que yo considere relevante. Cada cuentito será publicado los viernes y en orden de quien se inscriba. Ahora, ¿quieres tu cuento? Te lo cambio.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Jitler XIV: adiós

El man estaba indefenso, como nunca lo vi. Se agarraba la tripa y me mostraba la sangre. Lo agarré de la camisa y lo arrastré pa' dentro. Yo le decía fresco, parcero. Él me cogió la jeta y me decía pegame un pepazo. Y yo que no, que tranquilito, mijo. Entonces me arañó el pecho y me amenazó: que si no lo mataba yo, me quebraba él. Y yo que no. En esas me dijo cosas muy paila, que marica, que güevón, que cobarde de mierda. Y yo como si nada. Cogí el teléfono todo nervioso y llamé una ambulancia. El Jitler me gritaba de todo, me insultaba feo, parcero. Y como yo no le hacía caso, se metió con la que no era. Me dijo que por marica es que tenía mi novia muñeca, que por eso él la había mandado al papayo. Dígame usted cómo reacciona si le dicen eso. ¡Ah! ¡Dígame! Lo que sí me acuerdo clarito es que cogí el fierro del man que estaba en un cajón y que el sonido de la sirena encubrió el del tiro que acabó con esa gonorrea (Fin).

(Haz clic aquí para descargar la serie completa)

PD: Quiero agradecer especialmente a John Alex Cuervo por su desinteresada colaboración en la construcción del lenguaje de esta serie. Cuervo, Alex, Medellín, estudiante de Antropología de la Universidad de Antioquia, diseñador gráfico, coproductor de la revista La Piquiña y diseñador de la publicación electrónica www.homohabitus.org

martes, 11 de noviembre de 2008

Curiosidad

Yo estaba petrificada. Mi marido llegó a la casa preocupado, angustiado, mirando de un lado para otro. Dijo que debíamos salir de la ciudad, que ese lugar no era para nosotros. Empacamos nuestras cosas y salimos corriendo. Es cierto que me advirtió que mirara hacia el frente, que mejores cosas vendrían para nosotros. Pero no crean que fue tan fácil abandonar así como así el lugar en el que viví durante tanto tiempo. De todas formas, si le hubiera hecho caso a Lot, estaría con él y no convertida en esta puta estatua de sal.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Jitler XIII: la balacera

Después de eso, unos perros se enteraron de que el Jitler no estaba muñeco. Yo ahí ya tenía problemas con el maricón. Le dije que no fuera tan gonorrea. Entonces se me timbró y me dijo todo bien, Fidelín, yo no quiero seguir en la misma, a lo bien. Y yo pues le advertí que si quebraba a un inocente más lo sapiaba. Claro, me cagué cuando le dije eso, pero el man a mí no me tocaba un pelo. Entonces me juró por la cucha que se iba a arreglar. Yo pensé que bacano, ¿sí o qué? Pero yo sabía que todavía tenía mucho odio por dentro. Entonces nada, en esas salió de la casa. Todo fue muy rápido. Escuché plomo a la lata y cuando me asomé lo pillé ahí, parcero, ¡pálido! Con los ojos abiertos, cubierto de sangre y como diciéndome sin decirme nada, mierda, parce, me mataron (Continuará)...

martes, 4 de noviembre de 2008

Monólogo

Ante la ausencia de público, la obra tuvo que cancelarse. El actor sintió que sus días de gloria interpretando a Puck, el duende de la obra de Shakespeare, habían acabado. Ahora actuaba en un monólogo al que la gente le era indiferente. La última noche de temporada, el actor cambió su discurso y, de repente, empezó a hablarle a un tal Oberón(1).

1. Puck y Oberón hacen parte de la obra de William Shakespeare, Sueño de una noche de verano.

viernes, 31 de octubre de 2008

Jitler XII: ajuste de cuentas

Con el rumor de que lo habían matado, el pelao estaba más tranquilo. El caso es que se le complicó buscar a los manes que lo habían cascado. Lo que él me decía era que todas las noches se acordaba de esos hijueputas orinándolo y que se había jurado darles chumbimba. Cuando hablaba de ellos, se le veía el odio. El caso es que los manes no aparecían por ninguna parte. Por ahí se enteró de que los manes dizque se habían ido a Gringolandia. Entonces el Jitler hirvió, parcero. Le digo que se puso como loco. Entonces fue a una agencia de viajes de mierda esa en la que dan pasajes por el hueco y le dio lata a un cucho que estaba de celador, a la recepcionista, a un cliente que estaba averiguando y a un rolo que era como el gerente. Así sin más, sin saber ni siquiera si era con esa agencia con la que se habían ido los manes. (Continuará)…

martes, 28 de octubre de 2008

Sentencia

El asesino empuña su arma y, luego de un par de movimientos con su mano más hábil, la impone. Su mayor enemigo tiene las milésimas de segundos contadas. El criminal ya no tendrá ningún opositor en su plan de construir un amplio complejo para la fabricación y comercialización de armamento militar. La ausencia del líder comunitario derivará inmediatamente en el desalojo de todos los campesinos y en el peligro de morir si se sublevan como él. Cuando termina de firmar la orden, deja el esfero sobre el escritorio y se dirige a su reunión en el Congreso.

viernes, 24 de octubre de 2008

Jitler XI: el drogo

Todo el mundo estaba paniquiado después de eso. Por aquí la gente tenía mucho miedo. El Jitler ahí, libre como cualquier cristiano. Lo que pasó después estaba cantado. Unos manes que lo iban a quebrar lo pillaron por ahí mariquiando y le montaron la perseguidora. Corriendo se encontró a un marica que estaba más empericado que el putas. Le dijo que le regalaba el suéter porque le había caído bien. Y nada, ¡qué iba a saber el güevón ese lo que le esperaba! Todo contento... Y pues paila, usted se imaginará lo que pasó. Los manes pillaron al man con el saco del Jitler y le descargaron todo el plomo. ¡Malparido! Con esa la hizo olímpica porque muchos lo dieron por muerto. (Continuará)…

martes, 21 de octubre de 2008

Confesión

Me gusta, me enferma,
Envenenada colonia infantil,
A mí, sacerdote,
Que infiel a Dios y a su palabra
Muero por el chiquillo.

viernes, 17 de octubre de 2008

Jitler X: el escape

Qué pelao pa' tenerla tan clara. A los dos años y ya era dueño de la cárcel y ya tenía su mafia. Imagínese, ¡patrón a los 20! Supuestamente le habían dado cinco años dizque por buen comportamiento. ¿Qué tal, ah? Buen comportamiento esa gonorrea. Es que la justicia de este país sí es cagadero muy grande, ¿o no? De todos modos, el man se mamó y se quería volar. Entonces nada, convenció a un tombo de que lo ayudara diciéndole que le iba a dar billete porque él trabajaba para 'Don Pablo'. Yo no lo creí que se fueran por una de las puertas de la cárcel, pero eso fue lo que me dijo a mí. Cuando salían, el Jitler estaba al lado del tombo, le sacó el juguete y le disparó diciéndole que tomara por faltón (Continuará)…

martes, 14 de octubre de 2008

Cambio

Algo pasa con el transporte de Quintana. Aún no entiende por qué ya nunca va de pie ni por qué está dejando de escuchar esa molesta música que antes lo desesperaba. En el trayecto ya no se suben vendedores de dulces, ni de lápices, ni enfermos a los que les hacen falta sesenta mil pesos para la medicina. Ahora se hacen menos paradas y llega más rápido a su destino. Tal vez el desempleo ha bajado y el arreglo de las vías ha sido útil, piensa. Aún dubitativo, ve el semáforo en verde y pone primera.

viernes, 10 de octubre de 2008

Jitler IX: el cucho

Cuando me contaba esto, el Jitler se reía. Me dijo que el cucho de la cárcel estaba cagao, ¿cómo no? Que dizque la otra pinta se le había abierto al viejo, que se había aculillado, porque había escuchado mucho del Jitler, y que todos decían que era una caspa. Entonces nada, ese cucho tenía las horas contadas. Todos sabían que el Jitler iba a quebrarlo. Esa tarde el pelao estaba haciendo pesas todo fresco. Fue en una de esas, nadie supo que había pasado, pero se prendió la alarma. El cucho estaba en el mismo sitio que había violado al Jitler, empeloto y con un bolillo culo arriba. Chino malparido. Todo orgulloso dizque porque ese había sido su primer asesinato intelectual. (Continuará)…

martes, 7 de octubre de 2008

viernes, 3 de octubre de 2008

Jitler VIII: la cárcel

Lo de la cárcel fue teso. Me dijo que cuando estaba allá pensaba en los cabrones esos todo el tiempo, que los quería matar así fuera a puño limpio. El caso es que allá es bravo, parce. Apenas llegó, un cucho se lo pistió y se lo quiso comer. El man era medio duro y tenía dos pintas que lo cuidaban. Unos manes vigas, grandulones en serio. Que una vez lo acorralaron en el baño y paila. Me dijo que hasta ahí le había llegado la otra entrada. Me dijo que esa noche se consiguió un chuzo y al otro día en el patio distrajo a los guardias dizque con una revuelta, aprovechó el desorden y se le fue a uno de los pintas que cuidaban al cucho. En esas le dijo al man que él se pasaba a cualquier malparido, menos a un sapo, le cortó una oreja y le dejó el chuzo de almuerzo. (Continuará)…

viernes, 26 de septiembre de 2008

25

Esteban, el optimista, le dice a Dublín que llegó a la edad soñada, al inicio verdadero del erotismo y que irá desde los besos descarnados en lugares antes prohibidos, hasta las uñas asesinas que se quedarán en la espalda junto a gemidos prolongados de noches que no han sido bautizadas y por eso pecarán sin remordimiento. Dublín, el pesimista, le dice Esteban, sin embargo, que llegó al cuarto de siglo y que tan sólo bastan 75 años más para alcanzar al centenario, para encontrarse de frente con la decrepitud y con ella, a la incontinencia, a la tos seca, a la ceguera. Sólo tres veces los años que llegan hoy para sentarse solitario en un sillón y mirar a los ojos, irremediablemente, al fatídico y despiadado olvido.

martes, 23 de septiembre de 2008

Poa

A Esteban Dublín, el escritor de microcuentos, la vida está a punto de restarle un año. Para eso no pide un postre de arequipe, ni una llamada de sus amigos de infancia y ni siquiera un triunfo de su equipo favorito. Sólo que ese día ella vuelva junto a él para empezar a escribir, de nuevo, la única historia larga que quiere contar. O tan corta, al menos, como el resto de vida que le queda.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Jitler VII: al borde de la muerte

Pues, parce, el man antes duró. Porque era muy de buenas la gonorrea esa. Al pelao lo buscaba mucha gente y pues una vez casi lo quiebran. Me contó que una vez entre cuatro manes lo acorralaron en una calle. Los manes tenían chuzos, lo empezaron a cascar con todo, lo patearon y hasta lo orinaron. El man me dijo que pensó que hasta ahí llegaba. Pero mire usted cómo son las cosas. En esas pasó la tomba y ninguno de los manes fue capaz de darle chumbimba al Jitler. Se aculillaron los muy maricas y se fueron empitados. Cuando los tombos lo estaban ayudando a levantarse y llevárselo a la estación, el Jitler se le soltó a uno de los tombos, le quitó el fierro y le disparó a uno de los perros que lo estaban cascando. No me pregunte cómo hizo, el caso fue que ya sólo le quedaban tres. (Continuará)…

martes, 16 de septiembre de 2008

Gadejo

Cuando Naranja, como le dicen sus amigas, llega del colegio los viernes, es la niña más querida y amorosa del mundo. Besa a su padre, abraza a su madre y le prepara las onces a su hermana. Su ánimo se transforma, se divierte, y sus amigos se pelean para salir con ella. Su carisma le vale para tener más de un pretendiente que incluso ante sus desplantes la siguen llamando. El sábado es una locura. Naranja no para en su casa y realiza todo tipo de actividades desde muy temprano hasta la madrugada del día siguiente. Todos la adoran. El domingo, sin embargo, Naranja empieza a sentirse mal. Su madre ya sabe lo que le ocurre y se vale de algunos trucos para lograr que se tome un vaso de leche y dormirla. En la noche, a pesar de eso, Naranja se levanta de su cama, despierta a sus padres y les insiste que está muy enferma para volver el lunes al colegio.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Jitler VI: la bomba

No le digo que no. Con todo lo que me había contado, comprobando que lo que decía la gente por ahí era verdad, yo ya le tenía miedo al Jitler. Es que imagínese, parcero, imagínese que a usted le pongan el apodo del cucho que mató a tanta gente. No, parce... A lo bien que yo no sé quién era el man, pero algo me contó un amigo que pudo estudiar. El holocausto, ¿sí o qué? Bueno, el rollo es que esa vez el Jitler puso una bomba y mató como a 300 personas. Esa dizque fue una de las grandes. Pero no crea que se la encargaron. No, parce, lo que pasó fue que el mancito se enteró que unas pintas ahí le iban a quitar la casa a la mamá. Y pues que se le metan a uno con la cucha, pues no aguanta. Eran como ocho manes no más, pero nada, paila por el resto porque no tenían nada que ver. No sé cómo habrá hecho pa' conseguirse la bomba el malparido ese. El caso es que esa noche fue negra, parcero, fue negra porque mi novia estaba ahí. (Continuará)…

lunes, 8 de septiembre de 2008

Resistencia

Cuando todos salen del cuarto, Marina Serranilla se seca una lágrima con su pañuelo y se suena. Se dirige al fondo de la habitación y, luego de dos noches de dolor e insomnio, le espeta las únicas palabras que le salen al féretro de su marido: “Dime algo, ¿o es que acaso ya no me quieres?”.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Jitler V: puta

El pelao se iba de putas a cada rato. Tan chiquito y tan arrecho. Es que claro, usted lo veía y dice que es un pelao, pero no crea. Es que la vida le dio duro. La primera puta que se comió fue a los 13 y me dijo que le quedó gustando. Qué vaina, porque uno con esas viejas nunca sabe. No es que yo nunca me haya comido una, no me crea tan marica. El caso es que una vez el Jitler estaba muy borracho y se quiso comer a una sin caucho. Y pues nada, la vieja naranjas. Entonces me dijo que sacó una navaja y que la vieja se timbró. Le dijo mamámelo o te chuzo. La vieja se asustó, ¿sí o qué?, y parece que al pelao no le gustó la mamadita. Luego le vetaron la entrada. ¿Cómo iban a seguir recibiendo al malparido que les había matado la amiga? (Continuará)...

martes, 2 de septiembre de 2008

El músico

Usted no se imagina lo buen músico que es mi hijo. Tiene que escucharlo. Hace ya un buen tiempo que le regalé su primera guitarra y le pagué un profesor. Al poco tiempo se aburrió de él. Es que usted lo viera cómo aprende de rápido. Tiene que verlo, de verdad. Lo de él es la música… ¿Qué? No, no me cambie el tema, doctor. Mire que hace dos añitos más o menos le compré una organeta lindísima, la viera… ¿Qué si lo he visto tocando? Mmmm, déjeme ver, pues no, no, pero lo que pasa es que él toca cuando yo estoy trabajando, es que él es más bien tímido, ¿usted sabe, no? Los espacios del artista que llaman. De cumpleaños le voy a dar una armónica para que pula la afinación. ¡Ah, es que usted lo viera tocar!… ¿Qué dice, señor? ¿Que si se lo puede llevar a jugar fútbol a Italia? No, no, no. No me cambie el tema, doctor. Es que tiene que escucharlo, de verdad. Un día de estos lo voy a invitar a verlo. Usted no se imagina lo buen músico que es mi hijo.

viernes, 29 de agosto de 2008

Jitler IV: la equivocación

El Jitler me dijo que ese perro no se lo merecía. Ya tenía su fama bien ganada de sicario, se fue haciendo fuerte, pero un día la cagó. Al Jitler no le gustaba andar en moto, como los del gremio, al man le gustaba ir a pie y que lo vieran, cuando se le paraba al frente al mancito le decía quién le había hecho el mandado y le disparaba. Esa noche iba siguiendo a un negro, el tipo cruzó en una esquina y el Jitler lo paró. Le dijo aquí le manda don Ramiro y pum, pum, pum. La cagada era que ese no era el grone que le habían mandado. Me dijo que por eso casi lo quiebran unos duros, que desde ahí se tuvo que esconder más porque ya le han puesto más de una trampa para cobrársela. Medio emputado con él me dijo que eso le había pasado por marica. (Continuará)…

martes, 26 de agosto de 2008

Día X

Con la primera luz del día, Joaquín abre los ojos. Su despertador suena a las 6: 45 a.m. Se levanta, se dirige a su ducha y se demora veinte minutos bañándose. Se viste elegantemente y dedica unos minutos a perfeccionar el nudo de su corbata. Desayuna un sándwich de jamón y queso y un vaso de leche antes de salir. Mira su reloj y ve que a las 7:22 pasa el bus que lo llevará a su oficina, pero va repleto, así que decide esperar a riesgo de llegar tarde. Para el siguiente, entra, paga con un billete de mil y se sienta. Saca un libro de su maleta y alcanza a leer un capítulo completo antes de llegar. Baja del bus, pasa la calle y entra a su oficina. Saluda a algunos estrechando su mano y a otros simplemente les dice buenos días. Prende su equipo y navega en Internet en desorden por las mismas páginas de siempre. Cuando pasa el mediodía almuerza con un par de compañeros. Pide el menú del día, come mientras habla de trivialidades y hace un par de chistes que incluso resultan agradables. Sale del restaurante y compra un chicle que le dura dos horas. ¡Llamazares!, grita su jefe mientras Joaquín está reposando, ¡necesito que me ayude con este informe! Él lo atiende y lo realiza con resignación. La tarde se va lentamente. Pasadas las 5:00 p.m. sale de la oficina y toma el primer taxi que ve en la calle. Llega a su casa. Allí se prepara un plato de cereal. Luego se sienta en su cama a ver televisión durante horas y no ve ningún programa completo por su incontrolable manía del cambiar los canales. Cerca de las 10:00 p.m. hace una llamada y luego de que el sueño lo absorbe, apaga el televisor y se duerme de medio lado (Bis).

viernes, 22 de agosto de 2008

Santi

Cada que le regalo algo a mi hermanito, él se encarga de destriparlo hasta encontrar el secreto de su funcionamiento. Le doy un carrito y le quita las llantas, el capó, el motor. Le doy una casita y le quita las puertas, las ventanas, los cuartos. Le doy un Supermán y le quita la capa, el escudo, el corazón. Este año le voy a dar un Osito Panda con un tambor. Tal vez este no lo destroce, si le advierto que le va a tocar una canción en reemplazo a las noches en las que no puedo estar con él para contarle un cuento.

martes, 19 de agosto de 2008

El velocista

Según Arumi Tonga, el secreto de su velocidad estaba en correr descalzo. Desde muy niño, demostró su habilidad al retar al compañero más rápido de su clase a una carrera por la canchita de su escuela. El rumor de la ventaja que le tomó a su oponente se propagó como el fuego. Uno de sus maestros lo llamó a pruebas y no se demoró mucho en entender que ese niño había nacido para correr. Lo entrenó fuertemente, pulió su técnica y lo llevó a los torneos locales donde batió todos los récords. Su fama iba tan rápido como él. Pronto empezó a correr competencias nacionales y con los años se convirtió en el mejor de su país en 100, 200 y 400 metros. Muy joven llegó a los Olímpicos, pero para competir debía usar la última creación en tenis de una importante marca deportiva en retribución a todo lo que habían invertido en él. Ese día, Arumi Tonga, la esperanza de todo un pueblo, corrió su última carrera.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Jitler III: despechado

El pelao me contó que se había tragado de una polla, pero que la vieja era medio perra, que le había puesto los cachos con otro man. Me dijo que pensó quebrar a la hembra, pero que luego decidió fue asustar al mancito, pa' que respetara, pa' que supiera quién era el duro. Entonces el Jitler lo esperó a la salida de un barcito. El mancito estaba todo borracho y le dijo mirá, malparido, mirá lo que tengo para vos, acordate de mi cara pa' que me respetés. Entonces le dio un pepazo en la rodilla, dizque pa' que no se le olvidara. Luego la hembra se enteró y lo mandó pa' la mierda. Ahí sí fue que la vieja la cagó. Sí, claro, la cagó porque eso, parce, eso no se le dice al Jitler. (Continuará)…

martes, 12 de agosto de 2008

Ruleta rusa

La Smith & Wesson sonó vacía una vez más, como si el silencio fuera su discurso de perdón. Mariano Toulemonde tomó temblando el revólver que su rival acababa de dejar sobre la mesa y, mientras lo llevaba a su sien, maldecía al saber que justamente el hombre por quien lo había dejado su mujer sería el mismo que disfrutaría su dinero.

viernes, 8 de agosto de 2008

Jitler II: la primera muerte

El Jitler me dijo que pilló a su padrastro violando a su hermanita y que ahí el fuego sí se le prendió por dentro. Fue hasta la cocina, sacó un cuchillo de una gaveta y entró al cuarto de la hermana. El man era muy frío cuando hablaba, eso sí le digo. Me dijo que a pesar de lo pelao que era, de la rabia levantó al man y le dijo con mi hermana no te metés, gran hijueputa, y le clavó el cuchillo en las güevas. Imagínese, ese man todo parolo y que le den con un chuzo. ¡Qué dolor, parcero! Luego me dijo que sólo se acuerda cuando su hermanita le dijo que parara. El mancito había recibido sesenta y nueve cuchillazos en el pecho. Me dijo que ahí empezó todo y, con una risa toda cabrona, que ese man sí que había quedado muñeco. (Continuará)...

martes, 5 de agosto de 2008

Susana y el árbol

Susana solía salir al bosque a recoger frutas y un árbol llamó su atención mientras caminaba una mañana. Era frondoso, maduro y colorido. Susana se dirigió a él y lo acarició. Se sintió tranquila como nunca y se posó a su sombra. Luego de dormirse por un largo rato volvió a su casa, pero al día siguiente repitió el rito. Y al siguiente. Y al siguiente… Susana fue feliz hasta el día en que se decidió a decirle que lo amaba. La respuesta del árbol no pudo ser otra que el silencio y Susana no pudo contener el llanto al comprender que él sólo la había utilizado para acostarse con ella.

viernes, 1 de agosto de 2008

Presentación el Jitler

Luego de hacer silencio para escucharlos a ustedes en ‘El dinosaurio’, los cuentitos no se aguantaron más y hoy vuelven a tomar la palabra. El de hoy es especial porque tiene mucho por decir y va a estar conversando durante varias semanas con ustedes. Quiero hacer la presentación oficial de Jitler. Por ahora yo no quiero decir nada acerca de él. Ustedes ya tendrán suficiente tiempo de conocerlo.

Jitler I: el comienzo
Es que ese pelao era la cagada. Una leyenda dicen algunos, pero yo digo que era la cagada. Lo conocí todo magullado en un edificio luego de escapársele a unos tombos. La policía lo llevaba persiguiendo varios días. Él decía que ya lo tenían pisteado. Yo ya había oído de él, pero le pregunté que por qué. Y él, todo timbrao, dijo que si lo sapiaba me daba chumbimba. Yo le dije que fresco, que todo bien. Entonces lo recogí, le di posada en mi casa, le di comida, por ahí le daba uno que otro cachito y ya. El man me dijo algo que no se me olvida, que yo era un man todo bien, que él sabía cuidar a los amigos. Me dijo que le decían el Jitler, dizque por el mancito nazi, el de la cruz chueca. Ahí mismito me empezó a contar cómo había matado a todos los que había matado (Continuará)…

martes, 29 de julio de 2008

Resultados 1er concurso de microcuentos ‘El dinosaurio’

5to lugar
Monstruo, Marcelo Alberto Chaime
Vivió soñando que era un hombre, un día despertó y asesinó a toda su familia.
Del octavo piso se tiraron los dos.
Puntaje; 7,29

4to lugar
La familia que creó la historia, Diego Fonseca
Ongh y Uthla conocían el fuego del cielo, bebían de las serpientes de agua y comían otras bestias que cazaban.
Su hijo fue el primer homínido que pintó la pared de una cueva.
La familia que creó la Historia murió sin saber de sí.
Puntaje; 7,5

3er lugar
Trabajo terminado, Marcelo Alberto Chaime
Desde donde yo lo veía, parecía ser un círculo de unos veinte por veinte centímetros, con una cruz en el centro, ayer no estaba, de eso podía estar seguro.
Lo habían pintado en la esquina, en la vereda de enfrente, justo en línea oblicua a la ventana de mi oficina.
De los cinco que esperaron el colectivo ese día, las dos primeros lo ignoraron olímpicamente, el tercero lo esquivó parándose a un lado, el cuarto se abrió de piernas justo en ese lugar, y el quinto, que permaneció parado en el círculo un tiempo prudencial, fue el que recibió el disparo entre ceja y ceja.
Puntaje: 7,63

2do lugar
Vividora, Aldo Vercellino
Mi madre me roba; la voy a denunciar.
Se cree que no la veo: entra cuando estoy durmiendo -siendo que nunca lo hago completamente-, y, agazapada, me hurta las monedas de un peso que guardo en la jarra.
A veces, para asustarla, me muevo un poco y bufo: abre grandes los ojos.
Siempre igual.
Después se lo gasta en pan: eso me indigna.
Puntaje: 7,76

1er lugar
Otro pozo, Aldo Vercellino
Ella me besaba y me besaba, pero aquí estoy: sigo croando, como si nada.
Puntaje: 8,89

¡Ah, vaina, señores! El cuento de hoy es que los premios los monopolizaron los argentinos. Y yo por güevón como decimos en Colombia, o boludo como dicen en Argentina, y no contemplar esa posibilidad, voy a tener que invertir la plata que no tengo para enviar hasta allá los libros de Monterroso. Pero bueno, todo sea por amor a la literatura. Para la próxima versión, porque hay próxima versión, voy a tener que pensar una solución con respecto a este tema. No sea que por ahí gane un chino y me toque vender uno de mis riñones para cumplir con mi promesa. A la larga, eso es un premio: una promesa.

Por otra parte, si quieren leer todos los cuentos participantes, entren a loscuentosdeldinosaurio.blogspot.com. Para que vean que aquí siempre se les escucha.

No me queda sino agradecerles a todos por creer en ‘El dinosaurio’ y espero que haya sido una experiencia tan deliciosa como lo fue para mí.

¡Felicitaciones a los ganadores! Vía correo electrónico me comunicaré con cada uno para establecer el lugar de envío.

Y a todos, no se despeguen de los cuentitos que cada martes y cada viernes, como siempre, uno de ellos tomará la palabra esperando ansioso a que ustedes lo escuchen y le hablen.

martes, 22 de julio de 2008

Comentarios de los jurados

Traté, juro que traté de convencer a un cuentito de que hablara hoy. El caso fue que no quiso. Se rehusó argumentando que ustedes realmente tienen la cabeza más puesta en los resultados de ‘El dinosaurio’ que en cualquier otra cosa que se les diga. Y para qué les voy a decir mentiras: los entiendo. Estaría igual de ansioso. En estos momentos los jurados están trabajando en la difícil labor de puntuar los cuentos, pero para no dejarlos en ascuas, quiero compartirles algunos comentarios que he recibido por parte de ellos acerca de sus historias.

"La verdad, estuvo muy buena la experiencia, lo disfruté mucho”
Darío Portieri

“Ha sido un ejercicio interesante. Algunos de estos cuentos son sencillamente espectaculares”
Jaime Vélez

viernes, 18 de julio de 2008

Cierre oficial

No me queda sino darle las gracias a los 46 cuentitos participantes por creer en ‘El dinosaurio’. En una semana espero tener la votación de todos los jurados y, por ende, los ganadores de esta primera y gratificante versión. Estoy seguro de que nos vamos a divertir con sus historias.

martes, 15 de julio de 2008

Interrupción

Otro cuentito iba a hablar hoy, pero lo detuve antes de que les hablara y le pedí el favor de que me permitiera dirigirme a ustedes para decirles dos cosas. No lo culpen a él, por favor, pero consideré necesaria la interrupción.

La primera es recordarles que quedan sólo cuatro días de plazo a partir de hoy para que envíen sus microcuentos a ‘El dinosaurio’. A ganar esa pelea contra ‘lo hago mañana’.

Y la segunda es para hacerles una pregunta acerca del último cuentito. No crean que es un capricho mío. Lo que pasó fue que se quejó conmigo diciéndome que no le habían puesto la suficiente atención. Yo he tratado por todos los medios de convencerlo de lo contrario, pero no me cree. Lo único que me queda es recurrir a su ayuda, amables lectores, para que sean ustedes mismos los que le digan que sí lo escucharon y que sí estuvieron pendientes de lo que dijo. La pregunta es: ¿Cuál fue el juego ganador en el último cuentito, Póker?

viernes, 11 de julio de 2008

Póker

Segunda parte: rey-as
Sólo quedábamos él y yo en la mesa. El flop fue diez de diamantes, as de corazones y jota de diamantes. Con mi rey-as formaba el par más alto, pero alcancé a asustarme cuando lo vi a él apostando la mitad de sus fichas. Dudé, pensé un poco y después de meditarlo fui all in. El tipo aceptó. El turn fue reina de tréboles. ¡Dios mío! Esa escalera al as me estaba dando todo lo que siempre he soñado: mujeres, autos, casas, lujos, todo, ¡todo! El dealer, medio solemne con un ademán extraño, deslizó la última carta, la acomodó sobre la mesa y me lo quitó todo.

martes, 8 de julio de 2008

Póker

Primera parte: par de dieces

Sólo quedábamos él y yo en la mesa. Cuando vi el flop, arrastré al centro los 2 millones de dólares de los 4 que tenía en fichas. Él pensó por un momento, pero cuando apostó todo lo que le quedaba, me hizo temblar. Mientras jugaba con mis fichas, lo miré tratando de descifrarlo. Pero nada, no me daba ninguna señal. Se mantenía rígido, frío, estático como una gárgola. Yo sabía que mi trío de dieces no podía fallar. Acepté y tiré mi juego sobre la mesa. El turn casi me mata de un infarto. Y si no es por el river, no estaría contando la historia.

viernes, 4 de julio de 2008

Xuvía

Todos decían que Xuvía era una perra. Lo que no aclaraban era que era una coneja.

lunes, 30 de junio de 2008

Precisiones acerca del 1er concurso de microcuentos ‘El dinosaurio’

Antes que nada, quiero agradecer inmensamente a todos los que hasta el momento han participado enviando sus cuentos al concurso y espero que quienes no lo han hecho se animen. A continuación, haré unas precisiones con respecto a unos cambios que he decidido hacer en pro de un mejor escenario y de garantías para todos los participantes.

Precisión número 1:
Premios:
Como parte del homenaje que ha planteado ‘El dinosaurio’, se premiarán a los tres primeros cuentos del concurso con tres libros de Augusto Monterroso que, les aseguro, devorarán sin piedad.

3er puesto: La oveja negra y demás fábulas, Augusto Monterroso, Punto de lectura, 2001. Este libro recoge fábulas de una precisión asombrosa. Como dice su editor: “Es como si cada historia estuviera contada con un gesto. No hay exceso ni demasía”. La oveja negra y demás fábulas demuestra con creces por qué a Monterroso se lo considera como uno de los grandes escritores latinoamericanos de hoy.






2do puesto: La vaca, Augusto Monterroso, Alfaguara, 1999. Una joya en la que el guatemalteco expone su visión literaria a través de las obras de autores tales como Virginia Woolf, Raymon Carver, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti y León Tolstoi, entre otros. Los ensayos en conjunto de La vaca son, de verdad, una pieza única.







1er puesto: La letra E: fragmentos de un diario, Augusto Monterroso, Alfaguara, 1998. Un increíble compilado de todo aquello que le venía a Monterroso a la cabeza. El diario literario de su vida en fragmentos de escritos en cuadernos, papeles, boletas de teatro, cuentas de hotel, tiquetes de tren, etc. No creo que nadie que ame la literatura se quiera perder un libro así.



Precisión número 2:
Jurados:
Con el fin de garantizar la transparencia del concurso, atendiendo las amables sugerencias de los lectores y para no elegir a los ganadores a mi gusto personal; decidí convocar a tres personas con tres distintos y altísimos perfiles para que, conmigo, hagan parte del jurado en esta primera versión de ‘El dinosaurio’.

Diana Rojas Buitrago, Bogotá, Colombia.
Analista y diseñadora de sistemas, licenciada en Lingüística y Literatura por la Universidad de La Sabana; máster en Literatura, Universidad de Castilla La Mancha, España, y Universidad Javeriana; edición profesional de libros, Universidad de los Andes; Redacción Periodística, Universidad Nuestra Señora del Rosario, cofundadora y Directora Administrativa de Fexco, profesora universitaria, correctora de estilo, asesora literaria, conferencista de empresas en redacción comercial, metodología, creación literaria y expresión oral.

Jaime Vélez Cortés, Bogotá, Colombia.
Economista, Universidad La Gran Colombia; magíster en Administración de Empresas (MBA), Universidad Externado de Colombia; diplomado en Administración de la Calidad Total, Universidad Externado de Colombia - Instituto Tecnológico de Monterrey; Diplomado en el Desarrollo de Habilidades Gerenciales, Universidad Externado de La Salle - Instituto Tecnológico de Monterrey. Docente y conferencista en varias universidades y empresas a nivel nacional en las áreas de Economía, Mercadeo, Planeación Estratégica, Finanzas, Investigación de Mercados y Sistemas, entre otras.

Darío Portieri, Buenos Aires, Argentina.
Licenciado en Publicidad, Universidad Argentina de la Empresa (UADE); curso en dirección de arte, redacción y concepto publicitario por Underground Escuela de creativos, Buenos Aires, Argentina; y con estudios en Lenguas Modernas. Actualmente se desempeña como creativo publicitario en el área de redacción de Grey Argentina, tercera agencia en el ranking en la más reciente versión del Fiap, Festival Iberoamericano de la Publicidad, y ganadora de dos leones en la versión 2008 del festival de publicidad más importante del mundo, el Festival de Cannes.


Precisión número 3:
Sistema de calificación:
Los jurados recibirán cada uno de los cuentos que ustedes han enviado a mi correo y realizarán una votación secreta (ningún jurado hablará con otro) bajo los siguientes parámetros:
- Economía de palabras innecesarias (25%).
- Contundencia del texto (25%).
- Creatividad en la historia (alejada de un lugar común) (25%).
- Invitación a la reflexión (25%).

Cada cuento recibirá una votación por parte de los jurados de 1 a 10 (10 será el puntaje más alto). Los cuentos que sumen los mayores puntajes serán los ganadores. Este sistema garantiza la transparencia ya que no hay lugar a la deliberación. El puntaje también será publicado para que todos sepan cómo se puntuaron los textos ganadores.

Hechas las precisiones, espero que los que aún no han mandado su cuento se animen y los que ya lo mandaron, difundan el concurso con quienes pueden interesarse. Cualquier duda o sugerencia, pueden escribirla en la sección de comentarios o a mi correo electrónico. Les aseguro que trataré de contestar en el menor tiempo posible.

¡A contar!

viernes, 27 de junio de 2008

Jaque mate

Era una larga partida: dos meses y cuatro días exactamente. El turno correspondía a Victorio Medel. Si movía su caballo al F3, estaría cerca del triunfo. Su rival y mejor amigo durante 69 años tardaba en llegar. Sin embargo, algo le decía a Victorio Medel que esa reina negra en el D5 no opondría resistencia, tal cual como había hecho su amigo con el tipo de jaque que le había puesto la vejez.

martes, 24 de junio de 2008

Ramito de violetas

Su esposo había fallecido dos meses atrás. Ese 9 de noviembre no llegó ramito de violetas y ella se sintió muy mal porque había entendido que ya no tendría con quien engañarlo.

(Para quienes no conocen la canción, escuchar Ramito de violetas en cualquiera de sus versiones).

viernes, 20 de junio de 2008

martes, 17 de junio de 2008

1er concurso de microcuentos ‘El dinosaurio’


“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, es todo lo que dice El dinosaurio, (tal vez) el microcuento más famoso de la literatura, escrito por el guatemalteco Augusto Monterroso. En aras de un pequeño homenaje (aunque merece más que eso) al que es considerado por la crítica y el público el maestro de la minificción, inauguro el concurso de microcuentos ‘El dinosaurio’, donde periódicamente invitaré a los lectores y no lectores de este sitio a enviar sus propuestas con el único fin darle un aire fresco y generar la sana competitividad entre todos. Sin más, empecemos.

Consideraciones del 1er concurso de microcuentos ‘El dinosaurio’
Enrique Páez, en su libro Escribir: manual de técnicas narrativas, dice: "...microcuentos son aquellos que caben en una página. Son pequeños relámpagos de lucidez que invitan a la reflexión…”. ‘El dinosaurio’ deja sentada la primera premisa como base del concurso. La segunda es excesivamente subjetiva, pero que les sirva de ayuda. Para esta primera versión podrán enviar microcuentos del tema que ustedes quieran, de su autoría y que no hayan sido publicados ni física ni virtualmente al correo electrónico estebandublin@hotmail.com. En el correo deberán especificar su nombre, su dirección de correo electrónico y /o dirección web (blog, web, weblog, etc.) y adjuntar el cuento en Word, con letra Garamond a 12 puntos e interlineado de 1,5. Podrán enviar los cuentos que quieran hasta el viernes 18 de julio de 2008.

Con la ventaja de que no conocemos a ninguna de las personas que generalmente pasa por aquí, pero sobre todo con lo inmensamente poderosos que nos vamos a sentir, los jurados de esta primera versión seremos los cuentitos y yo (asumiendo el riesgo de morir quemados en la hoguera). Los que consideremos los tres mejores microcuentos serán publicados en esta página con sus respectivos puestos (premios simbólicos, pero por cursi que suene, queremos que los participantes de ‘El dinosaurio’ escriban por amor al arte y, además, porque sabemos que la sensación de ganar es más fuerte que la de recibir un certificado).

Ítemes de calificación:
  • Economía de palabras innecesarias (25%).
  • Contundencia del texto (25%).
  • Creatividad en la historia (alejada de un lugar común) (25%).
  • Invitación a la reflexión (25%).

Si tienen dudas o comentarios, pueden escribirme en la sección de comentarios o al correo electrónico. Tengan la seguridad de que contestaré cada mensaje que reciba. Bienvenidos a ‘El dinosaurio’ y queda oficialmente abierta la convocatoria.

viernes, 13 de junio de 2008

Superhéroe

El monstruo devastó en llamas la ciudad, destruyó cuanta edificación se abrió a su paso, devoró ancianos y niños e incluso estrujó con sus manos a la mujer más hermosa de la metrópoli. El superhéroe nunca llegó.

martes, 10 de junio de 2008

Bazi

Bazi es un lugar único, el más espléndido y maravilloso de todos. Sobre sus colinas se despliegan cascadas que dejan a su paso millones de plantas que crecen al ritmo que les impone la naturaleza. Ni una sola nube se asoma sobre su cielo y por eso el firmamento se divisa nítido, como en ningún otro lugar en el mundo. Su aire es el más puro y curativo de la tierra. En el día huele a vainilla y en la noche, a manzanilla. En sus árboles crecen frutos desconocidos con sabores exquisitos y tamaños extraordinarios. Nada se le asemeja. Todavía, deprimida pero bella como siempre, Bazi espera silenciosa a que alguien, animal de cualquier tipo o especie, la visite para poder conversar con alguien distinto a la soledad.

viernes, 6 de junio de 2008

El suplente

Se jugaba el pase a cuartos. En un partido más que violento, los jugadores de Villa Cerrito habían lesionado a tres de sus colegas de Deportivo Neumaquén. ‘La nutria’ Suárez esperaba ansioso su entrada al partido. Llevaba tres años entrenando con Deportivo y hasta ahora no había jugado ni un minuto oficial. El técnico lo llamó cuando vio al juez expulsando al central de Villa Cerrito que le acababa de fracturar la tibia a uno de sus delanteros. El eterno suplente se paró frente a la línea y le solicitó la entrada al juez. Este lo vio, levantó la mano, se llevó el pito a la boca y señaló el punto central del terreno de juego.

martes, 3 de junio de 2008

La lámpara

Una ligera y delicada figura de humo se tejió en el aire después de que Fulgencio Matamoros frotó la lámpara que había encontrado enterrada en la playa. La figura formaba un hombre corpulento. Sobre su boca colgaba un delicado bigote y sobre su mentón, una fina barbilla. Ambas cosas le daban un aire de sapiencia extraordinario. De repente, Fulgencio Matamoros empezó a saltar dichoso gritando lo rico que sería. Cuando el genio lo vio jubiloso, una amplia sonrisa se le dibujó en el rostro. Unas palabras torpes, pero contundentes, le siguieron a esa sonrisa que apagó de manera fulminante la felicidad del pescador: “¡40 años en esta lámpara y ahora soy libre gracias a ti, hombre negro! ¿Ya puedo pedir mis tres deseos?”.

viernes, 30 de mayo de 2008

Paparazzi

El hombre amenazó al otro con publicar la foto en la que aparecía desnudo al lado de un niño de seis años. Por fin, después muchas humillaciones, el famoso sintió una gran satisfacción al ver la cara de pánico del paparazzi.

martes, 27 de mayo de 2008

Temblor

Jonhson Guáqueta puso el último ladrillo de su nueva casa, la misma que años atrás había derrumbado el despiadado terremoto de Pereira, sepultando a su esposa y a sus cuatro hijos. De repente, sintió el mismo tintineo en el centro del estómago de aquel terrible día cuando escuchó a una mujer gritando desesperada y vio a los árboles moviéndose de un lado para otro.

viernes, 23 de mayo de 2008

La boda: segunda parte

Él

Hermes Matías Peñaranda, viejo que llegaba al siglo, vio por la cámara que ocultaba en la cocina cuando su esposa, mujer con la que se había casado tan sólo un día atrás, derramaba cianuro sobre su jugo de tamarindo. Sacó un revólver escondido en la parte inferior de su silla de ruedas y, cuando su mujer entró por la puerta, la amenazó con perforarle la cabeza si no se tomaba de un sorbo el vaso de jugo que sostenía en la bandeja.

martes, 20 de mayo de 2008

La boda: primera parte

Ella
Justo después de preparar el jugo de tamarindo para su esposo, Milena Quintanilla, con veinte años recién cumplidos, derramó tres gotas de cianuro sobre el líquido. Subió las escaleras sosteniendo el vaso con una bandeja y entró sigilosamente. Su esposo, que la esperaba sentado, le tenía preparada una sorpresa mucho mayor de la que ella a él. No tardó mucho en entender que lo menos doloroso sería aceptar la sugerencia que su esposo le acababa de hacer. (Continuará)...

viernes, 16 de mayo de 2008

El jardín

El segundo miércoles de cada mes, sin falta, ‘Peñita’ se dirigía a la casa de la viuda para arreglarle el jardín. Cortaba el césped, regaba el inmenso cultivo de orquídeas y trozaba con cuidado las hojas que lo adornaban. Eran años de servicio escondidos en un mutismo de amor y en largas jornadas de trabajo que él explayaba a propósito. Mientras dilataba sus labores, lanzaba una mirada al ventanal y divisaba a la viuda observándolo en su tarea. Ese miércoles no había ni una sola flor del cultivo en el jardín. Cuando escuchó la voz de su patrona, el corazón le dio un vuelco al verla ofreciéndole un inmenso ramo de orquídeas y pidiéndole que le cambiara el estado civil.

martes, 13 de mayo de 2008

‘Kid’ Badillo

Era su vigésima séptima defensa del título. Round 9. Su rival, un hombre negro como el carbón y con más hambre que un niño de la calle, lo tenía al borde del nocaut. ‘Kid’ Badillo, semi ciego por los golpes, se movía como borracho por el cuadrilátero. Todos coincidían en que su verdadera virtud era su enorme orgullo: que aún después de recibir los golpes más certeros, se levantaba movido por una inmodestia particular y gracias a esa vanagloria derrotaba a quien fuera. Sin embargo, la edad le pasaba factura en este combate y parecía que la agilidad se transformara en torpeza con cada campanazo. Un derechazo más en el mentón lo tiró al suelo por segunda vez. Lentamente se dirigió a las cuerdas y, apoyándose en ellas, se levantó tambaleante. Con el último leñazo, junto con el protector bucal, su mayor virtud salió volando.

viernes, 9 de mayo de 2008

HB

La frustración del lápiz era más que entendible. En toda su vida no había hecho otra cosa que seguir las órdenes del dibujante.

martes, 6 de mayo de 2008

Paréntesis

(Desde que dejaron de callarse, los cuentitos no me habían dado la oportunidad de hablar a mí. Por fin los convencí. La ausencia de esta semana se debió principalmente a que gracias a este largo puente, el bellísimo Eje Cafetero me sentó en sus muslos y me entretuvo contándome sus historias. Hoy vuelvo para decirles a todos los que pasan por aquí que, como ha venido sucediendo, cada martes y cada viernes, los cuentitos hablarán esperando a que ustedes los escuchen.)

martes, 29 de abril de 2008

Oración

Doña Herminia trataba de expurgar una pena ajena, sostenía su camándula en la tercera decena, susurraba para ella misma un avemaría y contemplaba el misterio doloroso de La coronación de Espinas. Nuestra Señora de Chiquinquirá estaba ligeramente iluminada por los velones que se encontraban justo debajo de ella. A la Virgen se le cayó una lágrima del rostro que luego se deslizó sobre una de sus mejillas. Doña Herminia la vio y soltó su camándula. Quiso correr a avisar el milagro, pero se quedó ahí, inmóvil, pensando, con ese curioso sincretismo religioso, que quizá su hijo muerto hacía solo tres días, ya había hecho su primera maldad en el cielo.

viernes, 25 de abril de 2008

Gourmet

El mesero le trajo de vuelta a Lio Matti el Pollo al Oporto, adornado con zanahorias finamente picadas y con hongos de pino que había preparado. El exigente chef jamás había vivido el desplante de un cliente. Tomó el plato con una mano, echó su cabeza para atrás, emitió un crujido seco con el pecho y depositó con su boca el toque de sal que, según su cliente, le hacía falta a la receta.

martes, 22 de abril de 2008

Taxi

Por el radioteléfono, la operadora anunciaba una vez más la alerta a todas las unidades. Un asesino había cobrado la vida de cinco taxistas con los que había acumulado un botín millonario. Neil Payares conducía su Hyundai por la Autopista Sur y sólo faltaban un par de cuadras para dejar al hombre que había recogido quince minutos antes. Cuando cruzó a la derecha como le indicó su pasajero, sintió un escalofrío. Por el retrovisor alcanzó a divisar cómo el hombre sacaba una fina pita del bolsillo y la llevaba con ambas manos alrededor de su cuello.

viernes, 18 de abril de 2008

Fotografía

Luego de acomodarse mejor, abrazar al que tenía al lado y sonreír como se lo habían pedido, el fantasma no entendió por qué no había salido en la foto.

martes, 15 de abril de 2008

El viaje

Después de años de hazañas, el Fox Terrier estaba agotado. El tren de las 3:02 p.m. del martes que salía para Bruselas abrió sus puertas y, como todos los usuarios, el amo del perro se dispuso a entrar a uno de los vagones. La mascota sintió que no podía seguirlo. Era momento de emprender su propia aventura. La debilidad le hizo perder el equilibrio y cayó al suelo. Los ojos se le cerraron lentamente mientras veía por última vez a su amo gritando su nombre. Cuando lo vio desplomado, Tintín se sintió viejo y más solo que nunca.

viernes, 11 de abril de 2008

Zoo

A sus 14 años, Varelita no supo qué le había dado más vergüenza. Si que su madre lo sorprendiera masturbándose o viendo el Animal Planet.

viernes, 4 de abril de 2008

La soprano

El auditorio completo estalló en ovaciones, gritos y aplausos cuando finalizó la obra. A pesar del júbilo generalizado, la soprano sabía que la admiración del público no era para ella. Lo sabía porque desde uno de los balcones del teatro, con envidia y frustración, ella también aplaudía.

martes, 1 de abril de 2008

5:00 p.m.

A Ken

Urano del Solar esperaba nervioso al cliente del que se había enamorado desde el primer día que vio. Cada martes, llegando a las 5:00 p.m., don Odu llegaba a la peluquería en el barrio Miraflores de Lima sin falta para que Urano le cortara las patillas, lo afeitara a ras y le hiciera el clásico corte con el que se había acostumbrado a vivir desde los treinta y dos años. Ese día, don Odu, japonés por ascendencia y peruano de nacimiento, tardaba en llegar. Urano miró el reloj de cuerda que colgaba de una de las columnas de la peluquería y se impacientó. Ocho días antes, se había decidido a romper el silencio del amor que lo tenía contenido en noches de lágrimas e incertidumbre. Mientras cortaba una de las patillas de su cliente, rozó con una inusual suavidad la oreja de don Odu, que a excepción de dejar la revista de farándula que leía, no había hecho ningún otro movimiento de rechazo. Eran las 6:00 p.m. Urano echó un vistazo afuera de la peluquería y pensó con serenidad que tal vez don Odu habría decidido cambiar de corte para verlo de nuevo.

viernes, 28 de marzo de 2008

Tornado

El tornado arrasó con todo lo que se le atravesó. Cuando vio a la pequeña Melisa mirándolo aterrada, se detuvo. La locura del amor penetró en él con la misma velocidad con la que se movía y se incrustó en su corazón hasta matarlo. La pequeña Melisa duró toda la vida reparando la devastación de aquel tornado en su pueblo y esperando a que alguien la mirara igual.

lunes, 24 de marzo de 2008

Forward

Nunca antes Analía Gimbutas había visto 29 mensajes en la bandeja de entrada de su correo electrónico. Casi todos contenían el molesto ‘FW:’ precediendo el título del mensaje. La curiosidad la atacó y, sin dudarlo, abrió el que tenía más cerca a su cursor. Rio por un momento hasta que se reconoció a sí misma en una de las 25 imágenes que contenía el mensaje. Inmediatamente recordó el día que accedió a que su ex novio le tomara fotos en aquel motel. Las imágenes no le causaron tanta vergüenza como cuando releyó ahora consciente el título del mensaje que había abierto con saña y morbo segundos antes: la perra de la Javeriana.

jueves, 20 de marzo de 2008

La final

Cuando Carrillo iba a ver a su equipo, siempre perdía. Ese año no fue al estadio y su equipo llegó a la final. Carrillo se coló en el partido definitivo a sabiendas que cualquiera que lo reconociera lo sacaría a patadas. Nadie como Carrillo celebró ese día. Por fin en mucho tiempo había visto en vivo y en directo un gol de su equipo y poco le importó que el contrario hubiera marcado dos.

lunes, 17 de marzo de 2008

La curva

A Fernán Castillo Galeano le quedaban pocas uñas. Se las había comido casi todas mientras esperaba impaciente alguna noticia de las dos causas que lo tenían en la clínica. Atajó a la primera enfermera que vio y le preguntó nervioso cómo estaba el viejo que hacía cuatro minutos acababa de atropellar. Ante el muy bien que le dio la mujer como respuesta, Fernán Castillo Galeano no podía creer que sólo unos minutos antes su esposa hubiera roto fuente. Ante el inminente nacimiento, la había subido a su carro y había conducido rumbo a la clínica lo más rápido que pudo, sin advertir en una curva al distraído anciano que se cruzaba por la calle. El doctor Efraín Reyes salió de la sala de cirugía y se dirigió a Fernán Castillo Galeano, quien, después de escucharlo, se estremeció mucho más que en el accidente al comprender todo lo que debía esperar para cumplir su sueño de ser papá.

sábado, 15 de marzo de 2008

Cuentito número 0

Un cuento quería que lo contaran, pero nadie se atrevía. Cuando decidió contarse a sí mismo, nadie le creyó. A la larga, nadie lo conocía. Cuando entendió eso, empezó a contar otros cuentos diferentes a él. Aquí está su recopilación.