viernes, 19 de diciembre de 2008

Anda por ahí

Cuando ella se fue, un fuerte portazo retumbó como adiós. La depresión abrazó a Jorge Andrade y el alcohol se lo llevó de viaje. Semanas después y aún con veisalgia, se levantó, tomó un lapicero y una servilleta, y salió a buscarla. Su labor fue infructuosa. Desesperado, empezó a escribir cuanta cosa se le ocurría para evocarla. Sin embargo, sus intentos no eran más que los dibujos nítidos de su desesperanza. Un día la encontrará y ella, la historia que buscaba, se abalanzará a abrazarlo con amor y odio a la vez, lo reprochará, lo golpeará en el pecho y le llorará desconsolada recriminándolo por dejarla ir tan fácilmente.

6 comentarios:

yacasinosoynadie dijo...

graqcias amigo esteban... espero encontrarla algun dia...

Anónimo dijo...

qué buena foto esa que acabas de esccribir. algún día nos veremos y brindaremos por tu historia perfecta.
Sr. Dublín, otro acierto... felicitaciones y un beso

Nancy dijo...

Mágica y hermosa. Qué historia tan linda.

Esteban Dublín dijo...

Estoy seguro de que así será, mi estimado Jorge.

Muchas gracias, Female.

Nancy, gracias, creo que debes agradecérselo a Jorge Andrade, a la larga, artífice de este cuentito.

Johan Bush Walls dijo...

Anda por ahí el cuento, yo lo he visto, lo he leído, va saliendo poco a poco, unos articificios de más por aquí, algunas cositas formales por allá, pero el cuento anda por ahí.

Salú maestros, Dublí y Andrade.

Esteban Dublín dijo...

Salú, Johan. Y veo que como yo coincides en que es cuestión de abrirle los brazos y los ojos para que llegue.