miércoles, 26 de septiembre de 2012

29

De los 29 años que cumplo hoy, llevo cerca de 5 escribiendo este blog. No exagero, entonces, si les digo que Los cuentitos hacen una parte importante de mi vida. Y, por supuesto, ustedes. Aprovecho para agradecerles por sus visitas y comentarios. Espero que me sigan acompañando por muchos años más.

viernes, 21 de septiembre de 2012

De los inicios de La Inter

Hace poco ya que La Inter cumplió sus dos años. Ustedes no imaginan la cantidad de correos que pasaron entre los que planteamos la iniciativa antes de que fuera lanzada. Sin embargo, para aquellos curiosos, quisiera mostrarles el primer logo que se propuso para la página e, incluso, un nombre que se quedó a mitad de camino. Ambas propuestas son producto del trabajo de Fernando Remitente, el verdadero (y primer) impulsor de la revista que hoy por hoy recibe un promedio de 30 mil visitas al mes. Después de tanto tiempo, debo confesar que verlas me produce un poco de nostalgia. ¿Qué dicen ustedes?



miércoles, 19 de septiembre de 2012

Las horas perdidas

Mientras leía los clasificados de un diario local, Sofía miró su reloj y se dio cuenta de que había perdido dos horas de su vida. Miró a su alrededor y se inquietó. Con prisa, las empezó a buscar desesperada en medio de su bolso. Escarbó entre los bolsillos y vació su cartera. Solo encontró un delineador, una caja de chicles y un resaltador. Las dos horas no estaban por ninguna parte. Sofía trató de recordar dónde las había dejado. Pensó que quizá las había olvidado sobre su mesa de noche, pero descartó la teoría de inmediato. Luego repasó su día e imagino que tal vez las había extraviado en el camino, cuando se había cruzado con Juanjo, un compañero de su universidad que le resultaba bastante atractivo. Bastó poco menos que un instante para que recordara dónde había dejado su tiempo de tres a cinco de la tarde.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Sobre el sueño de Twain

El mendigo soñó con un palacio donde sobraban los manjares. El príncipe, con una pequeña casa en la que vivía libre. Ahí, en medio de sus sueños, se encontraron. Ambos acordaron no despertar.

viernes, 14 de septiembre de 2012

El Sátrapa Trascendente

Ángel Olgoso
            Si me pongo a evaluar las alegrías que me ha dado el camino de la literatura, especialmente el del microrrelato, la verdad es que tendría que dedicar más líneas de las que estoy dispuesto a escribir. Sin embargo, puedo decir que el número empezó a multiplicarse cuando emprendimos La Inter, historia de la que hablaré más detenidamente en otra ocasión.
            Hace poco, en ese azar delicioso que me produce buscar nuevos libros en la Lerner, valiosísima librería con la que tenemos la suerte de contar los bogotanos, me encontré con La máquina de languidecer de Ángel Olgoso. La lectura me marcó. Ángel me demostró que no hay límites establecidos aún cuando la misión sea escribir textos tan breves. Su capacidad de imaginar y, sobre todo, su precisión, me dejaron boquiabiertos.
             Fascinado por la lectura, emprendí la búsqueda para conseguir una entrevista con él para La Inter. Contrario a lo que nos suele suceder (a mí y a mis compañeros cuando contactamos un escritor), Ángel fue rapidísimo en sus respuestas. Aparte de su generosidad y amabilidad, debo decir que no solo accedió a la entrevista, sino que habló de un tema que llamó muchísimo mi atención cuando averiguaba sobre él: la Patafísica. Quiero dejarles la respuesta que me dio para esa entrevista en La Inter cuando le sugerí que nos contara de qué se trataba eso de ser un Sátrapa Trascendente. Estoy seguro de que cuando la lean, podrán hacerse una idea del encanto de personaje que tuve la fortuna de encontrar.

            "Se trata de una dignidad patafísica. En 2007, tras diez años de dudas, pudor e inacción ante tal iniciativa, me decidí por fin a fundar el Institutum Pataphysicum Granatensis, organismo dependiente e independiente del Collège de Pataphysique francés, sociedad de investigaciones sabias e inútiles que difunde la Patafísica -ciencia creada por Alfred Jarry que estudia las excepciones y las soluciones imaginarias-, poseedora además de calendario propio, santoral laico, organigrama, innumerables cátedras, departamentos y subcomisiones, cargos de crípticos nombres grecolatinos y publicaciones internas de alto valor bibliográfico. Los Sátrapas del I.P.G. son cooptados -por iniciativa propia- si muestran un interés genuino hacia esta ciencia de lo particular, dándose por entendido que se trata siempre de seres creativos, con inquietudes intelectuales y artísticas. No están sometidos a ninguna regla, actúan patafísicamente con su sola presencia o incluso con su ausencia; sin embargo todos son miembros catalizadores, muy activos, también cuando se abstienen de toda actividad. Entre los Sátrapas Trascendentes que enriquecen el I.P.G. -unos 31 ya- se encuentran José María Merino y Umberto Eco. “Nada es extraño a la Patafísica puesto que en la vida todo son excepciones”, “A lo fácil por lo difícil” o “La existencia no es todo, es incluso lo mínimo”, son algunos de los postulados de esta disciplina arbitraria pero rigurosa. Su emblema, una espiral, representa el conocimiento perpetuo. Al ser la Patafísica la Suprema Instancia, más allá de la cual no hay nada, un eterno Presente -tanto en el sentido temporal como en el de regalo y feliz sorpresa-, no debe preocuparnos su futuro. Incluso si la humanidad desapareciera, la Patafísica proseguiría sola y al margen de cualquier participante".

Si quieren leer el resto de la entrevista, pueden acceder desde aquí.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

De la invisibilidad

La niña que me gusta es invisible. La siento cuando llega en las noches a mi habitación, abre la puerta y se sienta a mi lado a contarme lo que hizo durante el día. Papá no me cree. Está convencido de que es una amiga imaginaria e, incluso, sé que ha llegado a pensar que se trata de un fantasma. Igual, me tiene sin cuidado lo que piense. Papá cree que para querer a alguien hay que verlo. Por eso, no me extraña la desaparición de mamá.

lunes, 10 de septiembre de 2012

viernes, 7 de septiembre de 2012

Mujeres III

A Lilian, 
 la bella de sangre contraria 

¿Por qué insisten los hombres en condenarme como gemela del pecado? No contentos con crear la historia, me señalan como falsa, curiosa y desatadora de todos los males que pesan sobre la humanidad. ¿Dónde dejan entonces su consabida capacidad de elección, su superioridad manifiesta sobre la mujer, su terquedad frente a las claras advertencias de los que consideran divinos? No olviden que yo, la Pandora inquieta, soy fruto de la venganza de un dios frente a la acción de un mortal. Sea como sea, ambos exponentes de su género. ¡Hombres sin ley! A buena hora decidí cerrar la caja. No merecen esperanzas.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mujeres II

Eso de que todos los hombres son iguales es un facilismo de las mujeres que no se han dado la oportunidad de conocerlos mejor. Yo me atrevo a dividirlos en dos grupos: los cretinos y los casados. Los primeros son incapaces de sostener una conversación con una mujer madura por más de veinte minutos y los segundos, libidinosos andantes en busca de fulanas que los gradúen de infieles. A los cretinos, me gusta dejarlos sedados en una habitación. A los casados, despedazados en medio del congelador.

lunes, 3 de septiembre de 2012