viernes, 27 de mayo de 2011

Ninfa

Busco deidad femenina. Preferiblemente joven e inmortal. Hija de dioses. Mujer con rostro fino como lirio, ojos celestes y cabellos color mar. Que tenga pechos redondos y trasero firme como el hierro. Bailarinas del viento, coristas del océano o doncellas del Olimpo tendrán especial predilección. O bien, amantes incansables o dispuestas a sumergirse en lo desconocido, por más desconocido que parezca. Busco mujeres dispuestas a todo: lo tradicional y lo prohibido, lo humano y lo salvaje, lo terrenal y lo divino. Por mi parte, firmo sobre piedra mis malas intenciones de caricias perversas, furia sexual desbordada y largas horas de pasión incontenible. Interesadas, llamar al 810 23 45 o escribir a satiro@gmail.com.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Acerca de Esteban Dublín

Hace poco, un escritor colombiano me preguntó una serie de cosas sobre mí que no estaba preparado para responder. Y quizá, algunos de ustedes me conozcan por este blog o por La Internacional, que codirijo con amigos microrrelatistas. Lo que nunca me detuve a pensar es que quizá quieran saber algo adicional de mí.

Entonces, que sirva de excusa esta ausencia de microrrelato para que pregunten lo que quieran sobre este servidor.

Los escucho.

lunes, 23 de mayo de 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

Minotauro

Engendro de Pasífae, venganza de Minos. Mitad hombre, mitad toro. El terror de los atenienses. Cada nueve años, jóvenes vírgenes llegaban al laberinto y, al verse acorralados, caían rendidos ante él. Los encontraba y los devoraba, chupándoseles hasta el último gramo de sangre y tragándoseles hasta el tuétano. Aquí quedaron los gritos de dolor y las huellas del espanto. Después de tantos años, aún vemos sus fantasmas tratando de encontrar una salida, recorriendo los pasillos sin rumbo. Un día, un hombre lo cambió todo: Teseo. Llevaba su espada y una madeja de hilo. Encontró a la bestia durmiendo y aprovechó para clavarle su hierro. El hombre contra el animal, la espada contra el hacha. Fue una batalla feroz, pero fue el hombre quien dio el golpe de gracia. Desde ese día, Creta no es lo misma. Todo se vino abajo. La decadencia y el olvido. Se preguntarán cómo sabemos todo esto, pero aunque es un misterio que ni los guías pueden explicarle a los turistas, quizá les baste con saber que al construirlo, en el imposible del laberinto de Dédalo, también estaba contemplada la capacidad de habla de nosotras, las paredes.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Venganza del despechado

En el cajón de mi mesa de noche hay una mujer. Cada vez que saco mis anteojos para disponerme a la lectura nocturna, ella me araña los dedos, suplicándome que la saque del encierro. Con gritos desbocados, no hace más que clamar por su libertad. Aun así, por más que ruegue, juro que a esta no la saco. La última mujer que conocí se me metió por la oreja y es la hora que no logro sacármela de la cabeza.

lunes, 16 de mayo de 2011

Dos puertas

La de la derecha me lleva a la salvación. De la otra no sé nada. Mejor no abro ninguna.

viernes, 13 de mayo de 2011

Fauno

En la noche, cuando duermo, un fauno suele aparecer en mis sueños. Su cuerpo de cabra y torso de hombre me abruman. Lo considero un imposible, aun cuando hace parte del terreno de la fantasía. Es más: su figura me parece ridícula y no puedo entender cómo es viable la idea de un ser semejante. Hace un par de noches, el fauno se me apareció de nuevo. Esta vez, tenía un mensaje para mí: alternando el sonido de su flauta con el de su voz, me dijo que apenas despertara, podría verlo en carne propia. Que podría tocarlo y comprobar que no es producto de mi desvarío. En efecto, cuando abrí los ojos, detallé la deidad que solo había visto en libros de mitología. Esta vez de una forma tan real que desde ese momento no he podido evitar preguntarme una sola cosa: ¿no seré yo, el hombre de carne y hueso, el producto de su imaginación?

miércoles, 11 de mayo de 2011

Intruso

—¿Quién eres?
—Alguien que conoces muy bien…
—No te he visto nunca en mi vida…
—Ah, eso crees, Jerónimo. Eso es lo que tú crees…
—No estoy para juegos. ¿Quién eres?
—¿Quién crees que soy?
—Para irrumpir en mi casa a estas horas de la noche, un loco desquiciado…
—Siempre he estado aquí, Jerónimo.
—¿De qué hablas…?
—Creo que lo sabes…
—¡No tengo la menor idea! ¡Sal ahora mismo de mi casa!
—No puedo salir a menos que tú salgas…
—Vete ya mismo o llamo a la policía…
—Entonces al que tildarán de loco es a ti…
—¿A mí…?
—Jerónimo: yo soy tú.

viernes, 6 de mayo de 2011

Hasta siempre

A mi abuelo Daniel

Ya los años te pesan,
Como hierros en invierno.
Ya las arrugas te absorben,
Te tienen, te invaden.
Ya la voz se te apaga,
se te encoge, se te va.

En el cajón de mis recuerdos
Permanecen indemnes
Los días blancos
Que marcaste con tu gracia.
Borraste mi sangre, quitaste el pasado.
Besaste mi herida, apartaste el pecado.

Aun cuando no creas en santos,
Eres santo para mí.
Y aunque te vayas volando
Hacia las torres de cristal
Me quedaré con el honor
Que me brinda la memoria
Jugando sobre tus muslos
Al plan del jinete errante.

Sonríe, abuelo querido.
Que el llanto no te opaque.
Llévate el discurso
De tus frases desgastadas,
Pero déjame,
Antes de tu partida,
La nobleza de tu alma.

*Hace unos días, mi madre encontró un cuadernillo con poemas de mi abuelo, entre los que se encontraba uno que me dedicó cuando apenas estaba recién nacido. Siempre he dicho que la poesía está muy lejos de mis talentos, pero es la forma que elijo para retribuirle su regalo y, sobre todo, su legado.

miércoles, 4 de mayo de 2011

10 maneras de ser para escribir microrrelatos

Javier Perucho, editor, ensayista y experto del microrrelato en México, me ha pedido un decálogo para publicar en su blog Miretario. Ante la sorpresa de la solicitud y el honor que me hizo, le envié este, que titulé, 10 maneras de ser para escribir microrrelatos, y que reproduzco para todos ustedes.

1. Sé respetuoso. La literatura ha dado grandes maestros que pueden enseñarte. Antes de escribir, por favor, lee.
2. Sé implacable. Escribe tu historia como la sientes. Cuando escribes con sinceridad, dejas que hable tu corazón.
3. Sé inconforme. Aun cuando creas que tu micro está listo, reléelo y enfréntate a él. Puede ser una batalla feroz, pero al final, ambos terminarán ganando.
4. Sé riguroso. No dejes ninguna palabra al azar. Tienes muchas cosas para decir y poco tiempo para convencer.
5. Sé iluso. Deja que tu imaginación llegue donde tu razón no te deja. Lo peor que puede pasar es que encuentres algo nuevo que decir.
6. Sé humilde. No subestimes la inteligencia del lector. Por más grande que te sientas, siempre lo tendrás a él como tu juez.
7. Sé travieso. Diviértete con lo que escribes. Si logras sacarle una sonrisa al lector, no importa cómo denominen tu texto. Ya hiciste algo grande.
8. Sé persistente. Si tu historia no convence, escribe otra. En algún momento, la cadena se soltará a tu favor.
9. Sé agradecido. Tienes dones y facultades que otros ni siquiera imaginan. Hay problemas reales en el mundo más allá de que a unos cuantos no les guste lo que escribiste.
10. Sé necio. Nadie puede decirte como escribir.

lunes, 2 de mayo de 2011

Izquierda y Guardián, por la identidad

Con gran alegría, recibí la noticia de que mis microrrelatos Izquierda y Guardián salieron publicados en el diario Tiempo Argentino. Ambos fueron enviados para la convocatoria realizada por la página Cuentos y Más, específicamente para la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Fue un placer, además, salir publicado al lado de amigos como Martín Gardella y Jesús Esnaola.