martes, 29 de abril de 2008

Oración

Doña Herminia trataba de expurgar una pena ajena, sostenía su camándula en la tercera decena, susurraba para ella misma un avemaría y contemplaba el misterio doloroso de La coronación de Espinas. Nuestra Señora de Chiquinquirá estaba ligeramente iluminada por los velones que se encontraban justo debajo de ella. A la Virgen se le cayó una lágrima del rostro que luego se deslizó sobre una de sus mejillas. Doña Herminia la vio y soltó su camándula. Quiso correr a avisar el milagro, pero se quedó ahí, inmóvil, pensando, con ese curioso sincretismo religioso, que quizá su hijo muerto hacía solo tres días, ya había hecho su primera maldad en el cielo.

viernes, 25 de abril de 2008

Gourmet

El mesero le trajo de vuelta a Lio Matti el Pollo al Oporto, adornado con zanahorias finamente picadas y con hongos de pino que había preparado. El exigente chef jamás había vivido el desplante de un cliente. Tomó el plato con una mano, echó su cabeza para atrás, emitió un crujido seco con el pecho y depositó con su boca el toque de sal que, según su cliente, le hacía falta a la receta.

martes, 22 de abril de 2008

Taxi

Por el radioteléfono, la operadora anunciaba una vez más la alerta a todas las unidades. Un asesino había cobrado la vida de cinco taxistas con los que había acumulado un botín millonario. Neil Payares conducía su Hyundai por la Autopista Sur y sólo faltaban un par de cuadras para dejar al hombre que había recogido quince minutos antes. Cuando cruzó a la derecha como le indicó su pasajero, sintió un escalofrío. Por el retrovisor alcanzó a divisar cómo el hombre sacaba una fina pita del bolsillo y la llevaba con ambas manos alrededor de su cuello.

viernes, 18 de abril de 2008

Fotografía

Luego de acomodarse mejor, abrazar al que tenía al lado y sonreír como se lo habían pedido, el fantasma no entendió por qué no había salido en la foto.

martes, 15 de abril de 2008

El viaje

Después de años de hazañas, el Fox Terrier estaba agotado. El tren de las 3:02 p.m. del martes que salía para Bruselas abrió sus puertas y, como todos los usuarios, el amo del perro se dispuso a entrar a uno de los vagones. La mascota sintió que no podía seguirlo. Era momento de emprender su propia aventura. La debilidad le hizo perder el equilibrio y cayó al suelo. Los ojos se le cerraron lentamente mientras veía por última vez a su amo gritando su nombre. Cuando lo vio desplomado, Tintín se sintió viejo y más solo que nunca.

viernes, 11 de abril de 2008

Zoo

A sus 14 años, Varelita no supo qué le había dado más vergüenza. Si que su madre lo sorprendiera masturbándose o viendo el Animal Planet.

viernes, 4 de abril de 2008

La soprano

El auditorio completo estalló en ovaciones, gritos y aplausos cuando finalizó la obra. A pesar del júbilo generalizado, la soprano sabía que la admiración del público no era para ella. Lo sabía porque desde uno de los balcones del teatro, con envidia y frustración, ella también aplaudía.

martes, 1 de abril de 2008

5:00 p.m.

A Ken

Urano del Solar esperaba nervioso al cliente del que se había enamorado desde el primer día que vio. Cada martes, llegando a las 5:00 p.m., don Odu llegaba a la peluquería en el barrio Miraflores de Lima sin falta para que Urano le cortara las patillas, lo afeitara a ras y le hiciera el clásico corte con el que se había acostumbrado a vivir desde los treinta y dos años. Ese día, don Odu, japonés por ascendencia y peruano de nacimiento, tardaba en llegar. Urano miró el reloj de cuerda que colgaba de una de las columnas de la peluquería y se impacientó. Ocho días antes, se había decidido a romper el silencio del amor que lo tenía contenido en noches de lágrimas e incertidumbre. Mientras cortaba una de las patillas de su cliente, rozó con una inusual suavidad la oreja de don Odu, que a excepción de dejar la revista de farándula que leía, no había hecho ningún otro movimiento de rechazo. Eran las 6:00 p.m. Urano echó un vistazo afuera de la peluquería y pensó con serenidad que tal vez don Odu habría decidido cambiar de corte para verlo de nuevo.