Entonces te vas dice como si su pregunta fuera la respuesta. Entonces te vas es lo único que se atreve a musitar como si mi ausencia resolviera tantos años de terrible compasión. Entonces te vas interroga como una afirmación extendida a la imposibilidad de vernos por más de dos minutos sin asomo de una discusión. Entonces te vas, confirmación de que nuestro amor fue arrollado de manera implacable por la rutina. Entonces te vas, sentencia inequívoca de que se nos agotaron las palabras. Entonces te vas, camuflaje infame de nuestra separación definitiva.
—No —respondo sin dudar un segundo mi siguiente oración—. Me quedo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Uy!! Parecía un "entonces te vas" esperanzado, de esos que ruegan un sí para poner fin a tanta sinrazón. Ese "me quedo" final es un tremendo mazazo. O así me lo parece
Un abrazo
Era la intención del microrrelato, Alís. Tú lo has capturado a la perfección. Es un gusto volver a verte aquí después de tanto tiempo de ausencia.
Publicar un comentario