viernes, 29 de junio de 2012

Sequía

            Hace tiempo que este pueblo está en sequía. Ya no solo los maizales parecen pergaminos, sino que cada vez más perros aparecen desmayados durante el día, acurrucados en medio de las sombras. Los niños agotaron las últimas gotas que le quedaban a la fuente y ahora deambulan sobre los caminos empedrados, rogando entre las tiendas por un poco de agua. Los negocios quiebran y la gente empieza a morir.
             En medio de la crisis, anoche soñé que llovía. Cuando desperté, descubrí que también había sucedido en el pueblo. Todos se regocijaban por el retorno del agua y las matronas se agolparon a las puertas de la iglesia para rezar por un aguacero más. Sin embargo, después de varias semanas, no volvimos a ver ni el asomo de una llovizna.
            “Que me despierten antes de la inundación”, le dije a mi madre. Creo que no me entendió.

miércoles, 27 de junio de 2012

El pueblo que se tragó la tierra

La historia del pueblo que se tragó la tierra es esa. Precisamente, que se lo tragó la tierra. En todo caso, a riesgo de hacer apología a la redundancia, no es necesario entrar en mayores detalles. Quizá, valdría la pena hablar de don Genaro, activo miembro de la biblioteca municipal, a quien preguntarle cualquier duda relacionada con la historia, resultaba fascinante. Tal vez, de la señora Cotrino, querendona anciana que acababa de completar su madrinazgo número veintinueve. O, por qué no, mencionar al alcalde Gabriel, quien en medio del adefesio político de este país, siempre se caracterizó por su integridad y su interés en el bienestar comunitario. Personajes —cómo no— hay muchos, pero lo que hizo inolvidable a ese pueblo, lo que contribuyó en realidad a hacerlo un lugar de visita obligada, fue el suceso de la madrugada del 23 de agosto de 1984. Así, sin más, se lo tragó la tierra.

viernes, 15 de junio de 2012

Duplo

Juvenal Castellán tiene dos vidas paralelas. En una es un exitoso gerente de producto de la industria farmacéutica y en la otra, un contrabandista de poca monta, mujeriego y borracho. Ambos, en sus espacios tan disímiles, están condenados al desconocimiento mutuo, al distanciamiento eterno. Aun así, en los azares indefinibles del destino, mientras uno entra a un baño de oficina, su igual ingresa al de un burdel. Detenidos frente al cristal, se observan entre sí, incrédulos ante la nitidez del reflejo, desconfiados ante la realidad de su par, aunque luego sigan sus vidas hasta que otro espejo los reencuentre.

miércoles, 13 de junio de 2012

La mujer de arcilla

En el empeño forjado por el talento de la creación, un hombre decidió moldear a la mujer ideal. Tomó un bloque de arcilla y empezó a ahormar su cuerpo. Frente, ojos, nariz; hombros, antebrazos, brazos; manos, dedos, falanges; torso, cintura, ombligo; muslos, rodillas, tobillos. Una vez la creyó terminada, revisó cada parte en detalle, pero no se sintió satisfecho. Pulió su obra, pero, de nuevo, tampoco la sintió finalizada. Obsesionado por la perfección, retocó y retocó a la mujer, así, hasta el fin de sus días.

lunes, 11 de junio de 2012

Espía

Un intruso se cuela cada noche por mi ventana. Lo que no sabe el condenado es que la que lo vigila soy yo.

viernes, 8 de junio de 2012

2 años internacionales


Rompo mi tradición de publicación para compartir una gran alegría con ustedes. Después de dos años, La Inter, mi casa contigua, llega a los dos años de vida. Martín, Víctor, Fernando, Manolo, Rony y yo nos sentimos orgullosos de cumplir un aniversario más. Por eso, queremos celebrarlo en grande. Los invito a que este domingo se pasen por allá para ver la sorpresa que hemos preparado. ¡Gracias por acompañarnos!

miércoles, 6 de junio de 2012

Bromas del tiempo

Todos mis relojes se encuentran a destiempo. El que llevo en la pulsera ha ido retrasándose de manera paulatina y lo que antes era una dilación de cinco minutos, ahora es de veinte. Además, cuando llego a mi oficina, observo que mientras el reloj de pared marca una hora, el de mi equipo de trabajo marca otra. El tremendo caos temporal ha conseguido que no sepa en realidad qué hora es y que las estaciones que prodiga el tiempo me jueguen bromas para las que no estoy preparado. Una tarde, por ejemplo, encontré a mi amigo de toda la vida más viejo de lo que lo recordaba, cano y arrugado, y a mi madre, el otro día que me visitó, actuando como una niña, jugando con muñecas en medio de la sala.

lunes, 4 de junio de 2012

De visita

La miseria tocó a mi puerta. Le abrí, pero solo fue que echara una ojeada para que retrocediera. “Olvidaba que ya había pasado por aquí”, sentenció la condenada. Y se fue.

viernes, 1 de junio de 2012

Ilimitaciones


Dentro de los parámetros que rigen las clasificaciones, Börgan se cataloga como un pueblo. Infinito, pero un pueblo al fin y al cabo. Algunos de sus habitantes se han dado a la tarea de recorrerlo por completo. Los más obstinados aseguran que llegar al extremo sur lleva décadas enteras y aún así no existe un final del camino. Ausente de límites, la geografía de Börgan resulta inexplicable, ya que, a pesar de juiciosos estudios de expertos cartógrafos como Elias Lundgren, no ha sido posible trazar una frontera. Años de resultados infructuosos y movido por las fascinaciones de lo desconocido fueron forjando en Elias la idea de cambiar de estrategia. Una noche, cansado de esa extraña libertad, tomó una pala, una estela de incertidumbre y un horizonte de eventos para cavar un profundo agujero negro en medio de la infinidad de Börgan. Una vez sumergido en el hoyo, llegó a Wínnappu.