miércoles, 18 de mayo de 2011

Venganza del despechado

En el cajón de mi mesa de noche hay una mujer. Cada vez que saco mis anteojos para disponerme a la lectura nocturna, ella me araña los dedos, suplicándome que la saque del encierro. Con gritos desbocados, no hace más que clamar por su libertad. Aun así, por más que ruegue, juro que a esta no la saco. La última mujer que conocí se me metió por la oreja y es la hora que no logro sacármela de la cabeza.

4 comentarios:

Agustín Molina dijo...

Muy bien... déjela ahí y pídale que se calle la boca, que nada puede interrumpir la sagrada hora de las últimas páginas leídas antes de dormir.

Metalsaurio dijo...

Muy, muy bueno.

Enhorabuena!

Aronson dijo...

¡Buenísimo!
Acá hay una expresión "es para tenerlo/a en la mesita de luz", se usa cuando uno considera a una persona encantadora. ¿Allá también se usa?

Esteban Dublín dijo...

Agustín, seguiré tu sugerencia.

Metalsaurio, gracias.

Gi, no la conozco muy bien en mi país. Pero me la quedo.

Abrazos para todos.