viernes, 12 de septiembre de 2008

Jitler VI: la bomba

No le digo que no. Con todo lo que me había contado, comprobando que lo que decía la gente por ahí era verdad, yo ya le tenía miedo al Jitler. Es que imagínese, parcero, imagínese que a usted le pongan el apodo del cucho que mató a tanta gente. No, parce... A lo bien que yo no sé quién era el man, pero algo me contó un amigo que pudo estudiar. El holocausto, ¿sí o qué? Bueno, el rollo es que esa vez el Jitler puso una bomba y mató como a 300 personas. Esa dizque fue una de las grandes. Pero no crea que se la encargaron. No, parce, lo que pasó fue que el mancito se enteró que unas pintas ahí le iban a quitar la casa a la mamá. Y pues que se le metan a uno con la cucha, pues no aguanta. Eran como ocho manes no más, pero nada, paila por el resto porque no tenían nada que ver. No sé cómo habrá hecho pa' conseguirse la bomba el malparido ese. El caso es que esa noche fue negra, parcero, fue negra porque mi novia estaba ahí. (Continuará)…

2 comentarios:

Johan Bush Walls dijo...

Dejó constancia de que leí al Jitler.

Salú mi estimado, en mi perfil está el email, por ahí podemos conversar de cuentos pajeros y de cuentitos.

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Johan, una vez la falta de tiempo deje de fastidiarme haré la tarea de los pajeros.