viernes, 19 de septiembre de 2008
Jitler VII: al borde de la muerte
Pues, parce, el man antes duró. Porque era muy de buenas la gonorrea esa. Al pelao lo buscaba mucha gente y pues una vez casi lo quiebran. Me contó que una vez entre cuatro manes lo acorralaron en una calle. Los manes tenían chuzos, lo empezaron a cascar con todo, lo patearon y hasta lo orinaron. El man me dijo que pensó que hasta ahí llegaba. Pero mire usted cómo son las cosas. En esas pasó la tomba y ninguno de los manes fue capaz de darle chumbimba al Jitler. Se aculillaron los muy maricas y se fueron empitados. Cuando los tombos lo estaban ayudando a levantarse y llevárselo a la estación, el Jitler se le soltó a uno de los tombos, le quitó el fierro y le disparó a uno de los perros que lo estaban cascando. No me pregunte cómo hizo, el caso fue que ya sólo le quedaban tres. (Continuará)…
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