martes, 28 de enero de 2014

Intentos

Ella te arrulla, te habla, te da.
Yo lo intento.
Y mientras la torpeza de mis movimientos se acoplen a la naturalidad con que tu madre se relaciona contigo, mi corazón se emociona cuanto más se acerca el día de tu bienvenida.

1 comentario:

Esteban Dublín dijo...

Me alegra que te sientas identificado, Diego. Ha sido una experiencia increíble. Un abrazo.