viernes, 27 de julio de 2012

El 'Loco' de La Nave

           Hace poco menos de dos años, tuve la fortuna de que el VI Congreso Internacional de Minificción se celebrara en Bogotá, mi ciudad natal. Allí pude acercarme a muchos de los escritores y críticos  que antes solo conocía por internet. En la foto, aparezco al lado de Fernando Valls. En su blog, La nave de los locos, he podido leer con deleite sus artículos y notas, donde no solo se dedica a escribir sobre microrrelato, sino acerca de literatura española y otras expresiones del arte. 
          Entre muchas otras lecturas, basta leer el prólogo que escribió para La máquina de languidecer de Ángel Olgoso y su nota Mi biblioteca de microrrelatos para la revista El Ciervo para entender por qué Valls es uno de los críticos y estudiosos de microrrelato más respetados del escenario actual. 
           El caso es que en un principio temí acercarme a él. Valls tiene fama de ser un crítico engreído con una larga lista de enemigos. Sin embargo, en medio de las conferencias y lecturas del Congreso, pude comprobar todo lo contrario. Fernando es un tipo muy divertido, con un humor negro finísimo, que te habla sin aspavientos de lo que sabe y de lo que cree. Creo que en eso radica su reputación: pocos alcanzan a leerlo entre líneas y resultan ofendidos. A mí, en medio de todo, me pasa algo similar. Quizá por eso simpatizo con su manera de ser. Generoso, admirador de Lagmanovich y Epple y deliciosamente sarcástico. Así recuerdo a Fernando, el hombre que se mueve al ritmo de vals, un paso en Barcelona, otro en Berlín. 

6 comentarios:

Víctor dijo...

Con locos así, prefiero abandonar mi(supuesta) cordura. Abrazos, Esteban.

Mei Morán dijo...

Tu anécdota me trae recuerdos. Hice estudios de traducción en Barcelona. Fernando Valls era mi profesor de lengua. Era duro o, más bien, estricto y certero en sus apreciaciones. Siempre sabía de lo que hablaba y su saber literario era muy extenso. No caía bien a todos los estudiantes pero a mí me gustaba ese humor fino del que tu hablas. En todo caso, alguien con buen juicio y digno de mencionar.
Un abrazo

Fernando Valls dijo...

Gracias, por la parte que me toca, que parece ser mucha, en esta ocasión. Sois muy benévolos.
Mei, uno da clase para que aprendan los alumnos. Si se cumple ese objetivo, la misión principal se ha llevado a cabo y es lo que se recuerda a largo plazo.
Saludos a los tres.

Esteban Dublín dijo...

Víctor, suscribo tus palabras.

Mei, qué privilegio debe ser tener a un hombre como Fernando de maestro. Te felicito por esa suerte.

Fernando, agradezco mucho tu visita. Un saludo afectuoso desde la fría Bogotá.

Elysa dijo...

Me gusta esta entrada, me permite conocer un poco más de alguien a quien admiro.

Besitos

Esteban Dublín dijo...

Yo también admiro a Valls, Elysa, es un personaj fascinante.