viernes, 17 de diciembre de 2010

2010, un año inolvidable

Cada vez que termina un nuevo año, digo: "Este ha sido el mejor de mi vida". Bueno, este 2010 debo decir lo mismo, porque el balance sólo me deja cosas buenas: ocho reconocimientos en concursos de microrrelatos entre los que se encuentran seis de Minificciones con Fantasmas del pasado, Apocalipsis, Nuestra Señora de París en breve, Epifanía de Madrid, Antimaravillas y 4 8 15 16 23 42 (ese es el título del micro), Finalista en el II Concurso de Relato Corto Chambarural con Caídos y Finalista en el  Certamen de Ficción Erótica Argot con Hábito.

Por otro lado, tuve la gran fortuna de estar presente en el VI Congreso Internacional de Minificción que se celebró en mi ciudad natal y tuve el privilegio de conocer a personalidades de la minificción mundial como Raúl Brasca, Nana Rodríguez, Violeta Rojo, Guillermo Bustamante, Rony Vásquez, Lilian Elphic, Lauro Zavala, Ana María Shua, Fernando Valls, Paqui Noguerol, Gema Pellicer, Fabián Vique, Juan Romagnoli, Javier Perucho, Humberto Jarrín y a mi gran amigo argentino de La Internacional, Martín Gardella. Además, me fui más que cargado de todos los libros que muy amablemente algunas de estas personalidades intercambiaron conmigo o gentilmente me regalaron. 

Como si fuera poco, mis microrrelatos fueron incluidos en dos antologías. ¡De no creer! Viudas, seleccionado por Sergio Gaut vel Hartman (a quien no me cansaré de agradecerle) para Grageas 2 y Guardián y Real, elegidos para componer el libro conmemorativo del Congreso, Los comprimidos memorables del siglo XXI. 

Además, junto a mis amigos, Víctor Lorenzo, Daniel Sánchez, Fernando Remitente, Luis Gonzalí y Martín Gardella, lanzamos La Internacional Microcuentista, que en tan sólo cinco meses se ha posicionado como una página de referencia en el género del microrrelato. ¡Gracias, amigos internacionales!

Otro acontecimiento maravilloso fue la producción del cortometraje, Perfect, escrito y dirigido por mi gran amigo Marco Barreto, que en estos momentos cursa una Maestría en  Cinematografía en La Universidad de Tallahasse, Estados Unidos. El corto es una adaptación de mi microrrelato Perfecto. La pieza, como todo lo que realiza Marco, es una obra maestra. Y me hizo muy feliz verla.

Posiblemente, el logro más importante de 2010 fue la publicación de mi primer libro de microrrelatos, a cargo de la editorial Adeér Lyinad en una bellísima edición, Preludios, Interludios y Minificciones, y que ha tenido una gran acogida del público. Suma positivamente que lo pude lanzar en la XXIII Feria Internacional del Libro de Bogotá y presentar en el  VI Congreso Internacional de Minificción. 

En cuanto a lo personal, les cuento que a mis 27 años soy hermano mayor por segunda vez. La bendición se llama Maria José, pero yo le digo Majo. Es más breve..., pero con todo y eso, y aunque cueste creerlo, hay una alegría aún mayor que todas las anteriores: a mediados de mayo, con el corazón al borde de un ataque y un anillo entre mis manos temblorosas, le hice la pregunta a la mujer que amo. Y me dijo que sí. Con esto, los premios, los reconocimientos, los escritores, los libros, las antologías, las películas, los nacimientos y todo lo que pasó, no es más que añadidura. Lo siento, mis amigos, el amor es cursi...

Feliz Navidad y nos vemos en 2011 a eso de mediados de enero, porque por este año, no doy más.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

402

El fin de semana, los dueños del 402 salieron de vacaciones. Sin que nadie lo advirtiera, unos ladrones forzaron la puerta y vaciaron el apartamento. Ante la emergencia, el administrador del edificio convocó a junta extraordinaria para solicitar un aporte de los propietarios para reforzar la seguridad del conjunto. Todos pagamos movidos por la solidaridad y esperando que el hecho no se repitiera con ninguno de nosotros. Como la mayoría de los vecinos, estaba paranoico con el asunto del robo. Para relajarme, fui al casino. Mientras jugaba al Póker, vi al administrador a la distancia. Como buen chismoso, dejé mi juego, cambié las fichas y, sin que me viera, espié su suerte. Durante la noche, lo vi perdiendo su dinero en máquinas tragamonedas, carreras simuladas de caballos, juegos de cartas y, su resto, en la ruleta. Esta mañana, de nuevo, nos ha convocado a junta extraordinaria.

lunes, 13 de diciembre de 2010

domingo, 12 de diciembre de 2010

Caen cuentos...

La Gaceta es el suplemento cultural del diario El País, de Cali, que aparece cada domingo. Hoy, en la sección Caen Cuentos, me encontré con esto.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Figura Fondo

El séptimo día creé la figura, pero con el fondo, no pensé que demoraría tanto. “Descansé” fue un decir.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

104

Dicen las malaslenguas que la vecina del 104 es bruja. La del 501 dice que hechiza a los hombres con pociones mágicas y la del aseo, que la ha escuchado hablando en idiomas rarísimos con los gatos del conjunto. Los niños del edificio le tienen pánico. Cada vez que pasan cerquita del apartamento, prefieren correr y ni siquiera en Halloween se acercan a pedir dulces. Yo, la verdad, creo que todas son habladurías. Un par de veces me he topado con ella y siempre ha sido muy cortés conmigo. Me saluda por el nombre y me desea un buen día. Esta noche, incluso, me vio quejándome por una picada que tengo en el estómago desde hace unos días. Por eso me invitó a su apartamento para darme un agua de yerbas que —según ella— me podría sentar muy bien.
—¿Con azúcar…? —me pregunta desde la cocina.
—Una cucharadita, doña María.
Cuando sale, me entrega la taza.
—¿Hace cuánto vive solo, mijo? —me pregunta sentándose a mi lado.
—Un año —le digo probando el agüita.
No entiendo por qué le dicen bruja a una señora tan amable, tampoco por qué se ríe a carcajadas, ni, mucho menos, por qué todo se está desvaneciendo…

lunes, 6 de diciembre de 2010

viernes, 3 de diciembre de 2010

Miedo

Ante las molestas habladurías que generan la duda de su masculinidad, Batman ha decidido dejar la vida nocturna. Así evitará toparse con los travestis de los burdeles. Y, de paso, con ladronzuelos, asesinos y forajidos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

201

Desde hace unas semanas, cada vez que llego de mi trabajo, he escuchado llorar a mi vecina del 201. En lugar de preguntarle a ella, me decidí investigar con el portero. Entusiasmado por entablar una conversación con él, me contó que el hijo era un consagrado atletista de la Selección de Cundinamarca que entrenaba en las mañanas y que hace unos pocos días había fallecido de un infarto mientras corría. La historia me impresionó. Decidí entonces comprarle unas flores para presentarle mis condolencias. Cuando la visité, vi que tenía unas ojeras negras como el azabache y sus anteojos transparentes gruesísimos, empañados por el llanto. Me reconoció inmediatamente y me invitó a seguir. Luego me ofreció un café que yo acepté a pesar de que odio con vehemencia las bebidas calientes. Durante tres horas, la escuché contándome la historia de su hijo una y otra vez, rogándole a Dios que lo tuviera en su gloria. De paso, me agradeció la visita y las flores, que —según me dijo— regará con frecuencia. Salí de su apartamento y entré al mío. Me serví una Coca-Cola fría y pasé el trago amargo del café. Sin embargo, mientras veía televisión, escuché sus sollozos de nuevo. “No volveré a correr”, pensé. Me miré la barriga, la manoteé con orgullo y bebí mi gaseosa.