Y mejor que no lleguen, porque comenzarán a edificar edificios donde antes había poesías, a contaminar los versos con sus coches, y a destrozar las rimas con sus ansias de poder y ambición. Este lugar que describes debería ser un Parque Natural protegido por la Unesco. Precioso micro. Un abrazo.
Señor Dublín, me entere de sus famosos "pequeños cuentos" hace un buen tiempo, mi hermana me invitaba a leerlos pero nunca accedí. Hoy he accedido a leer su libro, encontré prosa sencilla pero profunda, que manera de escribir tan magnifica, felicitaciones por el libro, MAGNIFICO.
Ahora si me dejo desconcertado...pense que le aburria la poesia... o creo entender, a Daniel no le gusta de la poesia, pero sin duda a Esteban Dublin si, porque este cuento tiene lirica tanto en la forma como en el fondo.
Esteban: tengo un par de motivos para darme una vuelta por allá; una, para recabar algo de poesía -que tanto me gusta- y, dos, debe haber también muchas musas inspiradoras.
Maite, posiblemente si lo llegaran a descubrir, acabaría la poesía. Gracias por tus bellas palabras.
Víctor, te lo dejo a ti. Abrazos.
Patricia, esa reflexión me parece interesante. ¿Qué miedo más terrible podría tener el ser humano que encontrarse a él mismo?
Germán, agradezco enormemente tus palabras. Son un motivo para seguir escribiendo en breve.
Memo, nunca sabemos qué tan terrible puede ser nuestro otro yo o, más infame aún, descubrir que habitamos en otro, desligándonos de nuestra esencia para ser quienes anhelamos ser. Abrazos.
José Manuel, te podrían ir sacando a patadas... Abrazos.
Como tu cuento dice que es un pueblo donde "nunca llegan los hombres", puedo deducir que es un pueblo habitado solo por mujeres... Ojalá "lloviera" poesía de verdad, ¿no?
Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
11 comentarios:
Y mejor que no lleguen, porque comenzarán a edificar edificios donde antes había poesías, a contaminar los versos con sus coches, y a destrozar las rimas con sus ansias de poder y ambición. Este lugar que describes debería ser un Parque Natural protegido por la Unesco.
Precioso micro. Un abrazo.
Y si llueven poesías, Esteban... ¿qué crece en los campos? ¿Sonetos? ¿Pareados? ¿Prosa poética?
Un abrazo.
No los culpo. Supongo, los detiene el miedo. Estarían arriésgandose a encontrarse con ellos mismos.
Bellísimo micro.
Cordiales saludos.
Señor Dublín, me entere de sus famosos "pequeños cuentos" hace un buen tiempo, mi hermana me invitaba a leerlos pero nunca accedí.
Hoy he accedido a leer su libro, encontré prosa sencilla pero profunda, que manera de escribir tan magnifica, felicitaciones por el libro, MAGNIFICO.
Ahora si me dejo desconcertado...pense que le aburria la poesia... o creo entender, a Daniel no le gusta de la poesia, pero sin duda a Esteban Dublin si, porque este cuento tiene lirica tanto en la forma como en el fondo.
Un abrazo
Esteban: tengo un par de motivos para darme una vuelta por allá; una, para recabar algo de poesía -que tanto me gusta- y, dos, debe haber también muchas musas inspiradoras.
Saludos.
Maite, posiblemente si lo llegaran a descubrir, acabaría la poesía. Gracias por tus bellas palabras.
Víctor, te lo dejo a ti. Abrazos.
Patricia, esa reflexión me parece interesante. ¿Qué miedo más terrible podría tener el ser humano que encontrarse a él mismo?
Germán, agradezco enormemente tus palabras. Son un motivo para seguir escribiendo en breve.
Memo, nunca sabemos qué tan terrible puede ser nuestro otro yo o, más infame aún, descubrir que habitamos en otro, desligándonos de nuestra esencia para ser quienes anhelamos ser. Abrazos.
José Manuel, te podrían ir sacando a patadas... Abrazos.
Sabes, es muy lindo tu cuento... Pero cuando uno lo lee estando resentida con un hombre, duele!
Y bueno, mi querida Quimera, nunca se sabe...
Como tu cuento dice que es un pueblo donde "nunca llegan los hombres", puedo deducir que es un pueblo habitado solo por mujeres...
Ojalá "lloviera" poesía de verdad, ¿no?
Querida Sara, con el romanticismo -quiero decir aquí- no es necesaria la presencia masculina.
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