domingo, 27 de enero de 2019

Cubeo, Vaupés

En aquel tiempo el sol permanecía quieto, no había noche. La gente no descansaba y comía continuamente, los alimentos no rendían. Los Kawaiwa supieron que hacia donde sale el sol, allí sí había noche. Fueron hasta allá y el dueño del poder de la oscuridad les entregó la Caja de la Noche; al abrirla salieron murciélagos, el muchilero negro, el ave correo, los animales nocturnos, y la noche se regó por el mundo.

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