jueves, 19 de febrero de 2009

Luna Nueva

Desde la luna, la pequeña Nancy acostumbra a dibujar. Siempre que viaja se asegura de llevar unas crayolas de colores, se sienta en la mitad del satélite y cuando le llega la inspiración, tal vez a causa de la ausencia de gravedad, pinta indiscriminadamente como si fuera la pared de su casa. Su travesura, sin embargo, no pasa desapercibida y cada trazo incide instantáneamente en las calles de su país. Mientras colorea su obra sobre la luna, una nueva historia va naciendo en Guatemala.

13 comentarios:

Mauricio Duque Arrubla dijo...

Me dio un escalofrío bonito :). Eso es lo que hacemos los escritores sin darnos cuenta

Nancy dijo...

¡Qué lindo! Cuánta ternura. ¿Cómo me pillaste encaramada en el satélite? Se suponía que era un secreto. ;o)
Muchas gracias Esteban, estoy muy feliz. El cuento es más lindo de lo que esperaba.

yacasinosoynadie dijo...

que ternura, que cuento tan bonito Esteban, es sensible, cautivador.... hermoso.

Johan Bush Walls dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Johan Bush Walls dijo...

Maestro Esteban, el cuentito es precioso, conmovedor. Su sensibilidad es de admirar.

Le sobran algunas palabras, según yo: "consigo unas", "sin embargo", "su obra sobre la luna".

Disculpe mi manía de meterme en textos ajenos, pero me parece que su cuento merece ser perfecto. Repito es precioso.

Salú pue.

Anónimo dijo...

Me imaginé a Amelí comiendo brownie con almibar de durazno... muy dulce, debe ser una persona MUUY DULCE y pequeña.

SOS UN CAPO, el Capo de los cuentitos

yacasinosoynadie dijo...

uy maestro Johan creo que al cuentito no le sobra ese : "su obra sobre la luna" pero bueno, yo tambien debería dejar esa mania de meterme en cuentos ajenos. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lindo, apropiado para tan buena narradora de historias para la historia.

Esteban Dublín dijo...

Mauricio, ¿un escalofrío bonito? Me vas a tener que explicar cómo es eso. Hace rato que estoy esperando nueva música. ¿Qué ha pasado?

Nancy, cuando uno confía en otra persona es capaz de descubrir sus secretos más hermosos sin necesidad de vulnerar esos secretos. Gracias, muchas gracias por confiarme tu nombre.

Jorge, maravilloso que te haya gustado. Espero que sigas escribiendo, semanalmente como me habías dicho. Con respecto a lo de meterte en textos ajenos, tranquilo. Sabes que aquí se te escucha y se te respeta. Y si lo considero pertinente, se corrige.

Johan, primero que todo: gracias. Segundo que todo, fíjate que no está nada mal meterte en mis textos. Y como sabes, prefiero que lo hagas por aquí. Y te digo que no está nada mal porque de hecho creo que el consigo sí sobraba. Una palabra menos es un microcuento más contundente. Con respecto a tus otras dos sugerencias, creo que el 'sin embargo' es necesario en ese contexto para hablar de que la travesura de Nancy no queda impune. Y 'su obra sobre la luna' también es imperante ya que ese es justamente su lienzo. Como ves, mi querido Johan, este es tu espacio y eres libre de decir lo que creas, lo que te guste y, por supuesto, también lo que no. Un abrazo, señor pajero.

Female, tus comentarios siempre me alimentan el espíritu. Si imaginaste a Amelie, entonces creo que superé incluso mis propias expectativas.

Christian, bienvenido a escuhar los cuentitos. Este espacio está abierto siempre para ti.

Anónimo dijo...

Saludos Esteban... Llegué a tu blog desde Casa de Los Cuentos, el archivo de Monterroso. Cómo resistirse a lo breve. Espero participar en el concurso de cuentos, cuando puedas me envías la información (que ya somos tres escribiendo, desde Venezuela).
Un abrazo, Zh.
zhelmap@gmail.com

Esteban Dublín dijo...

Claro que sí, Zh. Con el mayor de los gustos.

Nancy dijo...

¡Gracias a ti! Estoy muy feliz. He recibido lindos comentarios en la oficina y de mis hijas.

Esteban Dublín dijo...

Maravilloso, Nancy. Un hecho tan sencillo como ese justifica ya la apertura de este espacio de cuentos con nombre propio.