lunes, 25 de enero de 2010

Soledad

Tic. ¿Dónde estarás? Tac.

29 comentarios:

Valdesparterano dijo...

Y después de un tic, un tac. Y nada más. Ay la soledad!


La soledad es bonita cuando se tiene alguién a quien contárselo.

Un saludo indio

sav dijo...

Oh. Muy bueno.

Víctor dijo...

El problema, Esteban, es que sólo hacemos caso al paso de un segundo, a un simple tic-tac, una vez al año, para fin de año, que convertimos ese instante en algo místico. Si hiciéramos lo mismo durante el resto del año, si le diéramos la importancia que se merece el paso del tiempo...

Un saludo.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

si es muy bueno, es brillante. Tengo que decir que al principio, creí que era una bomba y que el hombre se suicidaba. Luego vi bien el título y aún me gustó más.

Voy a puntuar un 8, aunque desconfió de estos textos tan breves.

saludos

Fernando Ramos dijo...

Cuando el texto me obliga a encontrarle significados y lo leo y releo y no parece que voy a encontrarle, me desencanta un poco. Eso me pasó con este. Quizá sea deficiencia de lector.

Saludos

sav dijo...

Yo también releo. Estaba en eso de hecho.

Verónica Calvo dijo...

Hay que ver lo que da de si un segundo cuando tenemos la cabeza ocupada con otro.

Un abrazo, Esteban (inteligente micro)

Esteban Dublín dijo...

Valdesparterano, antes que nada, bienvenido por aquí. Ahí mire algo de tu blog, y me parece que hay algo literario con respecto al barrio. La soledad, creo yo, es necesaria en ciertos momentos.

Sav, gracias.

Víctor, tu teoría es interesantísima. No había pensado en la importancia del tiempo desde la perspectiva de la mística. Creo que se me acaba de ocurrir un cuento.

Daniel, me agrada mucho ver a un lector tan disciplinado y frecuente como tú. El título, como bien lo dijiste alguna vez, es la mitas de un relato breve. Gracias por el 8. Saludos.

Fernando, tal vez no sea deficiencia del lector. Podría ser del escritor. ¿Nunca te ha pasado que cuando están solo, en el más absoluto silencio, escuchas el tic-tac del reloj?

Ananda, la cabeza se mueve de un lugar a otro y el tiempo a veces no ayuda a que la sentemos bien.

yacasinosoynadie dijo...

como lograste semejante nivel de brevedad... el cuento dice demasiado... sobre la espera, sobre la soledad, sobre tantas cosas... grande amigo esteban...

yacasinosoynadie dijo...

PDT: volví.... un abrazo...

Esteban Dublín dijo...

Jorge, qué alegría verte de nuevo por aquí. Gracias por las palabras. Un abrazo grande y no te pierdas tanto.

Isabel Mª dijo...

Qué largo es un segundo sin destino, sin motivos, sin él, sin ella, en soledad.

Muy bueno, lo expresa todo en pocas palabras

Esteban Dublín dijo...

Así es, Isabel. Un segundo en soledad puede ser una eternidad.

Microrrelatos dijo...

Ese tac final... se hace eterno.

Esteban Dublín dijo...

Bien dicho, Óscar. Por lo que veo tú has sido una de esas víctimas de las impiedades del tiempo.

Julibelula dijo...

=(
Yo por eso lleno mi tiempo conmigo ;)

Esteban Dublín dijo...

Me sonrojas con tu piropo, Jilibélula.

Isabel Mª dijo...

Vaya con la omnipresencia cuando se convierte en patológica. Y no hay peor verdugo que uno mismo para con uno mismo.

Me gustó la idea, aunque encontre un poco enrevesada su forma. Es que yo soy un poco de "antes sencilla que muerta" en esto del escribir que no en mi vida.

Un saludo,

Te sigo

Julibelula dijo...

Ay Esteban... es que yo no soy de las que se llaman modestas...

Esteban Dublín dijo...

Gracias por la sinceridad, Jilibélula.

Manu Espada dijo...

Me ha gustado mucho este milimicro.

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Manu. Un honor que hayas entrado por aquí. Vuelve cuando quieras.

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Buen cuento y buena reflexión la de Víctor.
Isabel

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Isabel. La reflexión de Víctor es para detenerse a mirarla.

Martín Gardella dijo...

Los silencios resaltan en la soledad, y vemos así que ningún silencio es absoluto. Allí está el reloj para hacernoslo notar. Me costó entenderlo, pero esta muy bien! Saludos

Esteban Dublín dijo...

El silencio es un aliado de la soledad. Tic tac, tic tac, tic tac. Si lo escuchas, estás terriblemente solo. Abrazos, Martín.

Bruno dijo...

Uno llega a confundirse con tantas cosas, unos dicen carencias del lector, Ud modestamente carencias del escritor. Como todo en escritura sólo te llega, lo entiendes cuando estás sintiendo el escuchaste el tic, y sigues esperando el tac. Y como lo bueno merece elogios: Muy bueno!

Esteban Dublín dijo...

Pues muchas gracias, Bruno. El tiempo es inclemente y dolorosamente ruidoso en la más absoluta soledad.

Esteban Dublín dijo...

Por cierto, Bruno, bienvenido por aquí siempre que quieras.