viernes, 22 de enero de 2010

Tecnoadicción

—Buenos días, señora. ¿Está Fede en casa?
—No, querido, no está —responde la madre sin mirar al muchacho—. Pero espéralo en su cuarto, si quieres.
—¡Señora! ¡Señora! —grita el muchacho desde la habitación—. ¡Aquí está Fede! ¡Frente al compu! ¡Pero no dice nada!
—¡Te lo dije, muchacho...! —vocifera la mujer a la distancia—. ¡No está!

17 comentarios:

Mauricio Duque Arrubla dijo...

Surrealista, especialmente viniendo de la mamá, que suponemos no tan actualizada en la tecnología pero vive la realidad de la ausencia.

Le siento un tono diferente a muchos de los anteriores y eso me gusta :)

Fernando Ramos dijo...

Este te quedó muy bueno Esteban. Con este me sucede lo que apunta Mauricio, que tiene un tono diferente.

Saludos.

Víctor dijo...

Bueno este micro, Esteban. Y mucha razón tiene con eso de la alienación a las máquinas. Muchas veces los sistemas que tenemos para comunicarnos (internet, xats, correo electrónico, feisbuc, tuiter...) lo único que consiguen es incomunicarnos. Sí, podemos hablar/escribir con mucha gente de las antípodas, pero eso conlleva muchas veces olvidarnos de la comunicación con los más cercanos. Sobre el relato: buen ritmo conversacional, rápido, directo... Bueno, que me gustó.

Un saludo, mientras le echo un vistazo al blog de Fede.

Verónica Calvo dijo...

Tan real como la vida misma, Esteban.

Buen finde

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Jejejejeje. Es muy gracioso, aunque algo predecible. Muy bien escrito, eso sí.

7

Fede Fiesta dijo...

Muchas gracias por el cuento Esteban.

Parecierá que me conoces de toda la vida :P

Excelente cuentito.

Angela María dijo...

La ausencia no siempre es fisica...
y desgraciadamente es algo que ocurre con MUCHA frecuencia...

Me gusto mucho :)

Microrrelatos dijo...

Es extensible a consolas y televisores.

Un saludo.

Esteban Dublín dijo...

Mauricio, qué bueno tenerte por aquí. Las mamás lo saben todo. De verdad: todo. Y sí, es diferente, debo decir que los cuentos con nombre propio a veces me ponen en aprietos y me cuesta encontrar la historia. Cada uno es un reto diferente.

Fernando, gracias. Incluso a mí me parece que no lo escribí yo. Todo esté en la exploración.

Víctor, gracias. He conocido varias familias que se hablan más cuando están lejos que cuando viven en la misma casa. ¿No es la paradoja máxima?

Ananda, quisiera yo que no fuera tan real. Buen fin de semana para ti también.

Daniel, me gusta eso de la calificación. Si no te molesta, te pediría que lo sigas haciendo.

Fede, a ti gracias por confiarme tu nombre. A veces los espacios de ustedes los seguidores hablan más por ustedes que los usuarios mismos.

Ángela María, date un respiro. Lejos de la pc hay un mundo más fascinante aún.

Óscar, es extensible a cualquier expresión de la tecnología.

Naida Saavedra dijo...

Estar sin realmente estarlo. Muy bueno. Y la mamá, es la que mejor me cae, muy perceptiva.

Esteban Dublín dijo...

Como bien dices, Naida, la mamá es la que mejor entiende lo que sucede, aunque no entienda. Las mamás son seres extraños que lo saben todo.

Zarache dijo...

Podria llamarme Federica porque yo tambien me voy.

Esteban Dublín dijo...

No lo hagas, Lau. Sé tecnoadicta, si quieres, pero no te cambies el nombre. Lau es muy bello para cambiarlo.

yacasinosoynadie dijo...

que gran cuento Esteban... tenia una idea prácticamente igual pero con una mujer ciega y un niño muerto... creo que ya no vale la pena escribirlo... un abrazo...

Esteban Dublín dijo...

Yo creo que sí vale la pena, Jorge. Escríbelo y lo miramos.

María Isabel Gómez Castillo dijo...

¡Muy bueno!

Isa

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Isa.