Primera parte: par de dieces
Sólo quedábamos él y yo en la mesa. Cuando vi el flop, arrastré al centro los 2 millones de dólares de los 4 que tenía en fichas. Él pensó por un momento, pero cuando apostó todo lo que le quedaba, me hizo temblar. Mientras jugaba con mis fichas, lo miré tratando de descifrarlo. Pero nada, no me daba ninguna señal. Se mantenía rígido, frío, estático como una gárgola. Yo sabía que mi trío de dieces no podía fallar. Acepté y tiré mi juego sobre la mesa. El turn casi me mata de un infarto. Y si no es por el river, no estaría contando la historia.
martes, 8 de julio de 2008
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4 comentarios:
Nada. Tiene mucho sabor a Las Vegas. Me quede en el cuco y el domino
No, Aretino, me vas a tener que explicar eso del cuco. Y el dominó también. Nunca he podido entender cómo un juego así puede tener estrategia.
la estrategia está en no pensar demasiado, porque así se hace la vida más fácil.
por eso, arriba el póker
Me uno a tu viva, mi estimado David. ¡Arriba el póker!
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