Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
8 comentarios:
He aquí la razón por la que yo jamás le hice esa pregunta al mío...
Me gustó el relato, Esteban; una inquietante insinuación de la crueldad.
Salud.
'El hombre es un ser para la muerte', nos dejó dicho el viejo Nietzsche. Siento que por ese costado rumbea la actitud del padre.
También podría tratarse de un personaje cruel
potencial asesino
demente
...
Extraordinario micro.
Es un micro bastante cruel.Pero muy bien logrado.
Saludos
Lo mejor del micro son los distintos y múltiples puntos de fuga. Eso, después del puntapié en el estómago.
Enhorabuena.
Abrazos.
Qué cruel. Hoy duele. Y mucho.
Muy bueno, me gustó.
Fernando, y yo tampoco. Un abrazo.
Patricia, soberbia frase de Nietzche. La imagen la dejo a su arbitrio.
Angelita, ¿cruel? Pero si yo soy el hombre más tierno del mundo...
Agus, espero que el micro no sea tan violento. ¿O sí...?
Ananda, a mí también me dolió. Le pasó a un amigo de un amigo.
Sucede, ¿sucede?
Publicar un comentario