viernes, 21 de enero de 2011
Anestesia general
Cierto día, un médico creó una droga que evitaba el dolor del alma, es decir, el dolor causado por las penas de amor. Eso sí, funcionaba como la anestesia: si un paciente solicitaba una dosis, debía tomarla antes de que su pareja le rompiera el corazón. La medicina, sin embargo, también tenía sus efectos secundarios. Con solo una dosis, el paciente, al quedar anestesiado del corazón, también perdía el don del enamoramiento. Desde esos días, el ser humano dejó de sufrir. Desde esos días también se busca incansablemente un antídoto.
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18 comentarios:
Me quedo con el sufrimiento visto lo visto. En este caso me vienen dos cosas a la mente, la película "Olvídate de mi" muy recomendable. Y el libro de Amin Maalouf "El primer siglo después de Beatrice" más recomendable todavía.
Abrazos
Vaya, muy bien plasmada la naturaleza del ser humano (en materia del amor, claro) en este micro.
Saludos.
El sufrimiento y el amor como que van de la mano. Qué cosas!
Y es que nunca estamos conformes. Siempre queremos lo que no tenemos.
Un saludo indio
A eso le llamo yo desnudar a un santo para vestir otro.
Abrazos, Esteban
Siento que le falta algo más a ese final; la idea es estupenda, pero me parece un poco desarmonizada en cuanto al estilo. Percepción puramente subjetiva, Esteban.
Un abrazo
Muchas gracias Esteban! me has arrancado una sonrisa gigante. Todavía me queda un poquito para quien la necesite. Me dejan sus correos. ;)
Siempre de un lado a otro, el eterno "si pero no".
Claro que buscaban el antídoto, el amor, aunque duela, es el motor de la vida.
Besitos, Esteban, buen fin de semana
Muy bien resuelto Esteban.
¡Fantástico!
(¡"sólo", acento, adverbio!)
Anita, gracias por las recomendaciones. Tomo nota de ambas.
Javier, hace rato que no te veía. Un abrazo.
Matina, inseparables...
David, lastimosamente sí. La inconformidad humana es una de las cosas más imcomprensibles. Y por ende fascinantes.
Gemma, no se puede complacer a todo el mundo. Qué bueno tenerte aquí. Un abrazo.
David, posiblemente tengas razón, pero no es problema del micro, sino la falta de talento del autor. Un abrazo.
Tomás, gracias a ti, por confiarme tu nombre y acceder al intercambio.
Ananda, el motor de la vida es el dolor, porque nos mueve siempre hacia el amor, ese desconocido y fascinante.
Daniel, te agradezco, mi amigo. Un abrazo internacional.
Koko, esa tilde ya no se marca, según el último informe de la RAE. Solo cuando se puede dar a una confusión, debería marcarse. De resto, prevalece la norma de las graves. Saludos.
Curioso, me has recordado un poema de Antonio Machado, que a su vez se inspiró en otros de Rosalía de Castro.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión
logré arrancármela un día
ya no siento el corazón".
"Aguda espina dorada
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada"
Qué belleza de poema, Elisa. Muy pertinente para replicar este micro de la paradoja.
Una metáfora muy lograda de sentido y sentimiento.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Gracias, Pablo, por tu amabilidad. Un gusto siempre tenerte por aquí.
¡Ouhg, la ortografía y la RAE me han tomado históricamente por sorpresa! Me gustaba escribir "sólo" con acento. Ahora estoy confundido acerca de como escribir correctamente. ¡No importa, trasgredamos e lengua je!
Es una norma nueva, Koko, y no era obligación que la supieras. Un saludo.
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