miércoles, 21 de noviembre de 2012

Amberes

En la región flamenca de Amberes, en Bélgica, se cuenta la historia de Antigón, un gigante que resguardaba el río Escalda. Cada vez que un marinero quería atravesarlo, Antigón imponía un peaje naval. En caso de que el capitán del barco objetara el impuesto, el gigante, enfurecido, le cortaba la mano y la arrojaba al río. Un día, cansado entonces de la injusticia impartida sobre los marinos, un soldado romano llamado Silvio Bravo mató al gigante, le cortó la mano y, emulando su protocolo, la lanzó con fuerza a las profundidades fluviales de Escalda.

2 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Quien a hierro mata...

Abrazos

Esteban Dublín dijo...

Eso dicen los herreros, querida Verónica. Gracias por pasar.