miércoles, 12 de diciembre de 2012

The Manneken Pis

En el centro histórico de Bruselas, la bellísima capital de Bélgica, se encuentra uno de los monumentos más representativos de la ciudad: The Manneken Pis o, en castellano, El niño meón. En el afán de atraer turistas, los guías belgas crearon una leyenda alrededor de la estatua. La historia cuenta que un comerciante que visitaba la ciudad perdió a su hijo mientras la conocía. En medio de la angustia, prometió que, en caso de encontrarlo, haría algo para recordarle a la ciudad lo feliz que sería al ver de nuevo a su hijo. Después de horas de búsqueda, el niño apareció orinando en medio de un jardín. El niño meón es un emblema de Bélgica que no se cansan de explotar comercialmente los bruselenses, pero lo que llama mi atención no es el monumento en sí, sino que, a lo largo del año, una casa de costura se encarga de vestir al niño con distintos trajes. Así, es posible verlo con ropaje de bombero, lutier, policía o, incluso, hasta de Santa Clauss.

2 comentarios:

El Eskimal dijo...

Estas pequeñas crónicas, no sé si imaginativas, son las que invitan a viajar.
Abrazos Esteban.

Esteban Dublín dijo...

Si pasas por Bruselas, mi estimado Eskimal, no olvides visitar La Gran Plaza. A tan solo unas cuantas cuadras encontrarás al Niño Meón.