Luego de acomodarse mejor, abrazar al que tenía al lado y sonreír como se lo habían pedido, el fantasma no entendió por qué no había salido en la foto.
jajajajajjaajajaj esta bueno. Don Esteban, hace mucho que no andan cuentos por ese blog (estoy en una sequía extraña) pero ya hay algo que colgaré en un par de días.
Buen cuento, me recuerda a un amigo que se compró una cámara fotográfica y en las fotos que tomó en un concierto gótico dizque se encontró unos espectros... más risa no me pudo dar al ver las fotos y encontrar unos cuantos "barridos". Fidel (http://homohabitus.org/blog)
Estimado Franco, ¿qué más quisiera yo que poder usar al fabuloso personaje que nos regaló Oscar Wilde? Sin embargo, no me atrevo a tocar un cuento tan preciso y bien contado.
Estimado Jorge, espero que pronto se acabe esa sequía. Estaré muy pendiente.
Santiago, estos cuentitos siempre van a estar esperando a que los escuches. Compartimos la misma pasión azul (y por ende el mismo sufrimiento), mi estimado cronista de estadio.
No sé a qué te refieres con desalentadora, pero igual si es una crítica, aquí siempre será bienvenida, estimado, David.
Me alegra mucho que haya sido de tu agrado este cuentito. Sobre todo si se trata de ti, estimado tejedor de historias.
Estimado colega de la disentería, precisamente, este cuento se trata de eso. Es una crítica a todos aquellos que dicen ver fantasmas en fotos y videos a toda costa. No importa que uno no los distinga con claridad. Si ellos lo ven, ahí están.
Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
12 comentarios:
Buenísimo. ¿No era, por casualidad, el triste y burlado fantasma de Canterville?
jajajajajjaajajaj esta bueno. Don Esteban, hace mucho que no andan cuentos por ese blog (estoy en una sequía extraña) pero ya hay algo que colgaré en un par de días.
jajajajajaja... Muy bueno.
muy desalentadora
Muy bueno...Espero seguir en contacto.
Buen cuento, me recuerda a un amigo que se compró una cámara fotográfica y en las fotos que tomó en un concierto gótico dizque se encontró unos espectros... más risa no me pudo dar al ver las fotos y encontrar unos cuantos "barridos".
Fidel (http://homohabitus.org/blog)
Estimado Franco, ¿qué más quisiera yo que poder usar al fabuloso personaje que nos regaló Oscar Wilde? Sin embargo, no me atrevo a tocar un cuento tan preciso y bien contado.
Estimado Jorge, espero que pronto se acabe esa sequía. Estaré muy pendiente.
Santiago, estos cuentitos siempre van a estar esperando a que los escuches. Compartimos la misma pasión azul (y por ende el mismo sufrimiento), mi estimado cronista de estadio.
No sé a qué te refieres con desalentadora, pero igual si es una crítica, aquí siempre será bienvenida, estimado, David.
Me alegra mucho que haya sido de tu agrado este cuentito. Sobre todo si se trata de ti, estimado tejedor de historias.
Estimado colega de la disentería, precisamente, este cuento se trata de eso. Es una crítica a todos aquellos que dicen ver fantasmas en fotos y videos a toda costa. No importa que uno no los distinga con claridad. Si ellos lo ven, ahí están.
Magnifico relato.
Jajajajaja. Un cuentito divertido para un día tan gris. Me despertaste del sueño.
Este cuentito te agradece tus palabras, Aretino.
Querida Violeta, si los cuentitos logran levantarte el ánimo, entonces te recomiendo venir a visitarlos cada vez que puedas. Te reciben encantados.
Jajajajaj, se te da bien lo cruel y lo chistoso. Con lo romántico tengo mis problemas, pero debo ser yo.
Creo que me sale lo cruel más fácil, Angela. Un año después, pero ahí te respondo. Besos.
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