martes, 16 de diciembre de 2008

Refinamiento

Ahora sólo se alimenta con ricachones. Porque lo que era antes, la condición era lo de menos para ella. Hace tiempo disfrutaba con cualquier tipo de hombre: pobre, bajito, alto, gordo, flaco, negro, blanco, en fin… El problema fue cuando llegó el millonario ese. Se le metió el cuento en la cabeza de que el estrato era importante, que dizque porque era más exquisito que el resto. ¡Tonta! Con lo duros que están estos tiempos para el canibalismo.

11 comentarios:

Fernando Ramos dijo...

Las mujeres son melindrosas, master Dublín, ellas pueden escoger y se lo toman como un derecho, nosotros solo podemos esperar que nos escojan, aunque sea solo para comernos, aunque ser comido por una mujer suena bien, ¿no cree?

Saludos

Anónimo dijo...

Acabo de escribir del hambre que tengo, y después de apurar unas copas todos se vuelven la mejor opción

Esteban Dublín dijo...

Fernando, es cierto, es una buena forma de morir.

Mi querida Female, con copas, cualquier cosa es una buena opción. Bienvenida de vuelta

Coco Luppi dijo...

Para hombres y mujeres es importante la apariencia física para iniciar una relación, pero los hombres tenemos la suerte que a veces siendo feos podemos contar con ciertos atributos que nos permiten ganar mujeres, vaya el ejemplo de Woody Allen.

Johan Bush Walls dijo...

Imagínese que usted se encuentra con una mujer y ella le dice, papasito estás como para comerte, luego resulta que ella es la protagonista de su cuento.

Serio dilema.

Salú pue.

Esteban Dublín dijo...

Coco Lupi, bienvenido a escuchar los cuentitos, primero que todo. La apariencia física es importante, claro, para nosotros. Mas no para esta mujer caníbal que lo único que le interesaba era tener un ricachón en su dieta nutricional.

Mi querido Johan, así es: un dilema bastante duro. Salú.

Anónimo dijo...

Gracias, sr.Dublín, Fue una coincidencia este cuentito con el mío y me pareció maravilloso. Esta canibal debería tener una segunda oportunidad, un segundo cuento. Ud manda.

un abrazo...

Esteban Dublín dijo...

Con estas coincidencias...

Nancy dijo...

Me hiciste recordar un cuento que escribí hace muuuuuuchos años sobre alguien que se comió a besos a su pareja... a la hora del postre. Me gustó mucho el tema de la antropofagia mmmmmmmmm me despertó el apetito ;o)

yacasinosoynadie dijo...

supongo que el salmon y el caviar le dan mas ternura y jugocidad a la carne.... putisimo buen cuento....

Esteban Dublín dijo...

Nancy, ojo con el apetito, que el instinto es salvaje.

Jorge, seguro que sí. El caviar, el vino, el salmón, la langosta y las muelas de cangrejo son un adobo especial para la carne humana. Mmmmm, creo que a mí también se me depertó el apetito.