jueves, 26 de febrero de 2009

Mujeres fantasma

Vanessa es Amelie, ¿o Amelie es Vanessa? Ya no es posible determinar cuál de las dos es cuál. La ausencia las ha desaparecido a ambas. A Vanessa sólo le quedan una sugestiva foto de la Virgen y un poema de Benedetti. A Amelie le quedan unos destrozos de unas fotos de 3 x 4 y una cajita con un carro de juguete. De cualquier forma, la enumeración de las cosas que guardan es en vano, porque lo único que desean aquellos que las conocen es que dejen esa tremenda adicción que las está carcomiendo, el silencio. De Amelie, para que vuelva a creer en el amor y de Vanessa para que vuelva a escribir una poesía.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno, qué bonita descripción,estás rodeado de mujercitas dulces... Me gusta ser la primera, me gusta tu cuentito, me gusta tu versión de ella

Johan Bush Walls dijo...

Las dualidades de la vida, si tan solo pudiéramos conocer a esa mujer.

Salú pue.

Nancy dijo...

Que linda forma de explicar algo que parece contradictorio y sin embargo es complementario.
Apapachos

yacasinosoynadie dijo...

lindo cuento... Bien dicho Johan: "si tan solo pudieramos conocer a esa mujer"

Esteban Dublín dijo...

Female, te agradezco por lo primero. Pero debo decirte que lo segundo no es verdad del todo, ya que no sé quién es Vanessa Quintero. Ella sólo vino, confío en mí, pidió su cuento y no volvió. Creo que ni siquiera sabe que tiene un cuento propio.

Johan, me adhiero a tu pedido.

Nancy, la contradicción tal vez sea el mejor complemento. Tal cual como tú lo dices.

Jorge, de nuevo, me adhiero a tu solicitud porque ni siquiera yo sé quién es.

Vanessa Quintero dijo...

Hola soy Vanessa Quintero y me encanto tu cuento sobre mi!!! simplemente alegró mi día
un abrazo

Esteban Dublín dijo...

Un gusto, Vanessa. Respondiste 7 meses después, pero respondiste. Y me alegra.

Vanessa Quintero dijo...

Que pena no habia visto el comentario, solo lo vi hoy. Pero gracias tu blog es genial te felicito