jueves, 9 de julio de 2009
Diario
Su cuento era tan corto que le cabía en la palma de la mano. Alejandro Ramírez lo cuidaba como su mayor tesoro y tan sólo con cerrar su puño lo protegía de los peligros mundanos. Pero era tan pequeño que por más cuidados que se tuvieron con él, fue inevitable que un día cayera y se perdiera. Su dueño lo buscó entre sur y norte, por cielo y tierra, día y noche sin descanso; pero nada sirvió. Compungido por la pérdida, se ha dado a la tarea diaria, con una disciplina extraordinaria, de escribir otro cuento capaz de reemplazar el que perdió en aquella ocasión.
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17 comentarios:
Para los que leemos a diario a Alejandro (algunos días varias veces, para no perderse nada) se le identifica bien.
Muy bueno lo tuyo...
Un abrazo,
Y cuando despertó, el dragón seguía ahí.
Buen homenaje a la disciplina de Alejandro, Esteban. Yo no perdí ninguno, pero busco del mismo modo (aunque con menos disciplina) el cuento que supere (jamás reemplace) al anterior.
Saludos lelos!!!
Hola, en mi blog hay un regalo para ti. Besos
Excelente como siempre. Tanto con tan poco.
A mí se me pegó un cuento en el zapato... será ese el que están buscando??
XOXO
Esteban, Alejandro es un buscador incansable, a quien acompaño en su busqueda leyendolo todos los dias. Creo que con este cuento que le regalaste, quizás hayas logrado que reemplace la perdida! Un abrazo
Ese maestro Alejandro es tremendo escribidor, hasta cuesta seguirle el paso, uno se descuida un rato y ya él posteo un racimo de cuentos.
Cuando dijo que tenía su cuento en la mano y que nunca paraba, pensé, ¿de qué habla el maestro Dublín?
Salú pue.
Gracias, Esteban, por el cuento dedicado. Y gracias a todos aquellos que me leen (incluyéndote).
Simplemente disfruto escribir y eso ya me justifica.
Un abrazo.
Y a decía yo ¿Cómo uno, un solo cuento? jajaja Alejandro es un vicio. Me parece un buen homenaje a este inagotable creador
Tito, muchas gracias. Bienvenido por aquí. Otro abrazo.
Tereza, ¿el dragón es Alejandro o su cuento?
Víctor, sí, es un hombre de disciplina envidiable. Saludos para ti.
Sol, como te dije en tu blog, millones de gracias por el premio. Encantado.
Fede, muchas gracias. Buenísimo tenerte de vuelta.
Female, tal vez sea ese. ¡No lo vaya a lavar el zapato! ¡Es una buena historia!
Martín, pues es un halago. Pero lo dudo. Creo que hace rato reemplazó al que perdió. Tiene cuentos muy buenos, sobre todo los de las últimas semanas. Los que más me gustan son los cortos, muy cortos que escribe.
Johan, así es: cuesta seguirle el ritmo. Salú.
Nancy, pues sí, un solo cuento. Como con todos. Un beso.
Hola, paso a saludarte.
Un abrazo!
Gracias, Pala Labra. Un saludo para ti también.
La imagen de Alejandro bien retratada.
Si los cuentos alejandrinos son adictivos, él es un buen dealer.
Muy buen cuentito, Esteban!
Besos para los dos.
Hola, Oriana. Gracias por los comentarios y los besos.
por este cuento acabo de conocer ese buen blog de Alejandro... me quedé pegado... gracias Esteban...
Como siempre, mi querido Jorge. Un gusto.
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