viernes, 30 de abril de 2010

Doble

Un hombre se levanta de su cama, se frota los ojos y se mira al espejo. Al otro lado, otro hombre hace exactamente lo mismo. Ninguno de los dos sabe cuál de ellos es el reflejo.

20 comentarios:

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

La estructura es perfecta, pero Esteban te veo algo precipitado últimamente.

El final me resultó muy predecible.

DE todos modos, es una opinión.

Eso sí, siempre es agradable leerte.

Isabel Mª dijo...

A mí me pareció genial. Breve narración con toda su estructura de cuento con la genialidad del final predecible o no.

Lo importante no es saber quien es el reflejo o no, lo importante es si te gusta lo que ves, si le quieres.

Un beso Esteban.

Acuática dijo...

Me ha encantado. No le sobra ni le falta ninguna palabra. Siempre es un gusto leerte.
Un beso!

Martín Gardella dijo...

Es un relato simple, aunque a veces no hace falta mucho más.

Marcela dijo...

¿Los dos no serán el hombre y el reflejo, quizás?
Beso

Víctor dijo...

Eh, potente potente. Esto de los espejos empieza a ser un terreno peligroso, demasiado trillado. La idea está machacada. Tu solución es buena.

Un abrazo.

David Moreno dijo...

A mí me pareció que entre los tuyos es el más flojito, pero como digo siempre no se puede caminar en todo momento por la cuerda de la perfección.

La exigencia es máximo claro.


Un saludo indio

David Baizabal dijo...

PUES ya lo han dicho, muy sencillo comparado con tus demás micros, pero buena imagen y narración.


Saludos

Gabriel Cruz dijo...

Esteban, que me ha gustado el concepto de tu blog, si hay algo que aplaudo son esas historias cortas.
Buen post :D

Jesus Esnaola dijo...

Me gustó Esteban. Es verdad que es un tema tratado con frecuencia pero me gustó mucho. También se podría decir "ambos creían que el otro era un reflejo".

Un abrazo

Alís dijo...

El error de ambos es creer que el otro es el reflejo, cuando ninguno lo es...

Un beso

josé manuel ortiz soto dijo...

Quizá la respuesta la tenga el espejo.

Saludos.

Rufino U. Sánchez dijo...

A mi me gustó. Quizá se aun poco menos bueno que tus textos pero me engancha igual.

Esteban Dublín dijo...

Daniel, ¿precipitado? Y... puede ser. Un abrazo.

Isabel, pues qué bueno que te guste. Un beso para ti.

Acuática, el gusto es que pasen por aquí.

Martín, te agradezco. Un abrazo grande.

Marcela, te lo dejo a ti.

Esteban Dublín dijo...

Víctor, es difícil escribir de un tema tan recurrente de manera original, por eso me alegra que te haya gustado.

David, te agradezco la crítica.

Baizabal, gracias a ti también.

Gabriel, pues te espero de vuelta.

Jesús, tu versión me gusta mucho más. Hace rato que no publicas.

Alís, nadie sabe quién es, ni siquiera los reflejos sospechan que lo son.

José, quizás...

Rufino, te agradezco. Te espero de vuelta.

Lucas Vargas Sierra dijo...

Y para ser honesto... cada mañana me lo pregunto. Esas cosas... Creo que si un día despertara zurdo no me sorprendería...

¡Gracias por el cuento!

¡Alegría!

Esteban Dublín dijo...

Gracias a ti, Lucas, por confiarme tu nombre.

Claudia Sánchez dijo...

Pues te cuento que me pareció. Por un lado se levanta Vargas y se mira al espejo. Por otro lado lo hace Sierra. Ninguno de los dos se reconoce a sí mismo en el maldito espejo. Sólo comparten una crisis existencial. ;-D
A mi me gustó Esteban!
Saludos!

Verónica Calvo dijo...

Tremenda duda, gran incógnita.
Pues a mi, Esteban, me gustó.

Un abrazo.

Esteban Dublín dijo...

Claudia, duda existencial, como para no verse nunca.

Ananda, me alegra que te guste. Siempre es un placer tenerte aquí.