miércoles, 30 de junio de 2010
Origen del llanto
Lejos, en un lugar inimaginable, un mago poseía un cofre de cristal que contenía todo el llanto del universo. Una noche, mientras el mago dormía, un travieso duende tomó el cofre, lo escondió en su chaleco y huyó con el cristal. Cuando el mago despertó, se percató del hurto y maldijo al ladrón con un poderoso hechizo. Justo en el momento del conjuro, el duende tropezó con una rama y el cofre se quebró instantáneamente contra el suelo. El contenido del cofre, combinado con la ira del mago, se desperdigó multiplicándose por el universo. Desde ese momento, las lágrimas del hombre son como las estrellas: siempre falta una por contar.
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18 comentarios:
Triste y original cuento, demasiado castigo para el hombre, ¿no?
Me dejo un poso de amargura... ays
Un saludo indio
Me gustó Esteban, yo suprimiría "con el cristal" lo dejaría en "huyó"
Rencoroso el mago... pagamos todos por culpa de un duende travieso.
Original historia
Besos
¿Reversión de Pandora, cambiando los males por lágrimas, Esteban? Muy poético el final.
Un abrazo.
Original y muy lírico, casi poético. Un abrazo, Esteban.
Hermoso microrrelato.
un cuentito muy particular !!
Saludos Esteban.
Está muy bonito el micro!
David, no creo. En la ficción nunca hay demasiado castigo.
Isabel, miraré.
Alís, somos origen y final. Nosotros. No el mago ni el duende.
Víctor, te agradezco. Debo confesar que no pensé en Pandora, pero de algún modo hay algo de eso. Abrazos.
Maite, gracias.
Félix, ¡te agradezco!
Angela, como el llanto.
Juan, gracias.
Me gustó por la dosis de fantasioso y por la mágica explicación de un fenómeno que también lo es...
Cariños!!!!
Cariños para ti, Lauri.
Bonito relato. Si los clásicos escribían sus mitos sobre el origen del Universo, ¿por qué no dar nosotros nuestra versión mítica del origen de las cosas?
Sí, sí, sí... muy bonito el cuento pero, cuál es el origen del llanto del universo que poseía el mago? ;-)
Lindo relato Esteban, con aire de mil y una noches.
Besos,
Manu, creo que vendrán relatos similares, porque has agarrado precisamente el espíritu de lo que quería narrar.
Claudia, me tomo una licencia para responderte: no existía. Como siempre, un placer tenerte por aquí.
Me gusto mucho Esteban. (:
Me alegra, Zaai.
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