miércoles, 23 de marzo de 2011
105
Mi vecina del 105 tiene un trastorno mental. Desconozco cómo se llama o a qué se debe, pero con frecuencia, llega a mi apartamento, toca a la puerta y pregunta por ella misma. “¿Está Cecilita?”, dice hurgando con la mirada en la sala. Las primeras veces sencillamente optaba por decirle que estaba equivocada, pero con las repeticiones, hace poco decidí una respuesta contundente: “Señora, Cecilita murió hace años. Un vecino que no la soportaba la mató”. Desde ese momento, en lugar de ahuyentarla, ahora vuelve cada día a preguntarme cómo ocurrió el asesinato. Cada vez que viene, le adelanto un detalle de su futuro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
22 comentarios:
Demoledor.
!Cuánto puede hartar una vecina pesada! !Y qué desconocidos son nuestros vecinos¡, ¿se puede un asesino esconder entre ellos?
Un saludo
tremendooooo!!! clap clap cap!
Buenísimo, empiezas con cierta ternura (o a mi me pareció) con mi vecina tiene un trastorno mental... y me daba pena al principio con su pregunta insidiosa, pero se ve que es más que una pregunta insidiosa, ¿quien tendrá el trastorno mental? al menos el del vecino sí sabemos a qué se debe...
Me gustó Esteban, muy bueno. Nos conduces al final, sin desvelarlo, pero intuyéndolo.
Un saludo indio
Un micro muy bien escrito. La estructura sujeta perfectamente la transformación que sufre el protagonista.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Muy buen relato. Genera un interés creciente para desembocar en un final que cierra en lo más alto. Saludos.
Luisa, no te imaginas el manicomio de mi edificio...
Sandra, gracias.
Anita, con la querida Cecilita hay que ser contundentes. Sigue pasando.
David, me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Pablo, viniendo de ti el halagdo resulta doblemente satisfactorio.
Pedro, todo es gracias a mis vecinos que me regalan estas historias.
Me gustó mucho, Esteban. Un micro poderoso en lo dicho y en lo apuntado.
Saludos
Gracias, Jesús. Un abrazo.
¡Circular, la ficción que sólita se transforma, la ficción que llega a convertirse en realidad!
Y qué realidad, Koko. Qué miedo...
Me ha gustado mucho tu micro, Esteban. Un final sorprendente y aplastante.
Un saludo.
Me alegra que te guste, Sucedeque...
Hermoso. Tan hermoso que te busqué en el ciber-espacio hasta encontrar tu guarida.
Gracias por el adjetivo, Artemisa. Pero más que hermoso, me parece bastante cruel. Aunque si para ti lo cruel es hermoso, pues perfecto. Vuelve cuando quieras.
Muy bueno.
Intuía un final distinto -con regresiones al pasado o algo parecido- que acabase también con la muerte de Cecilita, pero el tuyo es un final, si cabe, mejor.
Un saludo y felicidades!
Gracias, Metalsaurio. Bienvenido a esta casa. Vuelve pronto.
Es que hay cada vecino tan pesado... je, je.
¡No sabes de los míos, Sechat! ¡No sabes!
que pasa despues:(
Publicar un comentario