viernes, 15 de abril de 2011

Grifo

Del amor del águila y el león nació el grifo. De las lúnunas que se desprenden en la renovación de sus garras, artesanos recogen sus residuos para forjar copas de vino y de las costillas que se les desprenden, como si fueran Evas, se formas ballestas que letales arqueros recogen en temporadas previas a las guerras para combatir pueblos enemigos. Con la combinación de su vista privilegiada y su espíritu de cazador, podría convertirse en el animal más poderoso de todos. Aun así, el intento sería vano: en el único lugar que reina el grifo es en su inconsciente, señor lector, que lo acaba de imaginar.

4 comentarios:

Angela María dijo...

WoW. Que buen cuento para inicar el dia.

Saludos

Verónica Calvo dijo...

Qué bello!!!
Muy bien escrito, lleno de detalles que te hacen imaginarlo. Detllaes, vida, fuerza...
gusta ;)

Besos, Esteban, buen finde

Gi dijo...

Me gustaría ser una Grifo hembra.
Me gustó

Esteban Dublín dijo...

Angelita, muchas gracias. Me alegra que te alegre el día.

Ananda, el mérito es tuyo, por imaginarlo.

Gi, ya sabes qué fácil es: imagínalo.