lunes, 30 de enero de 2012

Ancianidad

Ya cano y áspero el cabello de Rapunzel, ningún príncipe se asoma a su balcón.

5 comentarios:

Mei Morán dijo...

El tiempo lo cura todo pero también es inexorable.
Un abrazo

Melvin Rodríguez Rodríguez dijo...

Me gustan mucho los cuentos de hadas y por consiguiente me gusta cuando le dan giros oscuros. Hace un tiempo veía con mi hermana un programa de confección de dulces y hubo un reto de terminar mal un cuento de hadas. Fue muy interesante ver una bella durmiente cadavérica, la bruja guisando a Hansel y Gretel, y el Lobo tomándose una siesta después de comerse a Caperucita y su Abuelita. Muy bueno, nos leemos.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me gustan especialmente estas reinterpretaciones de los clásicos.

¡Buen trabajo, Esteban!

Rosa dijo...

Seguro que el príncipe está decrépito y no puede trepar...El tiempo pasa para todos aunque no queramos verlo.

Besos desde el aire

Esteban Dublín dijo...

Mei, peor enemigo que el tiempo y la vejez, no quiero conocer.

Melvin, hablando de Hansel y Gretel, también tengo un referente donde volteamos la tuerca.

Pedro, a mí también me gustan, pero debo confesar que procuro evitarlas al máximo, ya que la intertextualidad es una tarea que exige respeto y disciplina.

Rosa, es lo más posible. Un beso.