viernes, 20 de enero de 2012

Cambio de roles

           De la nada, el protagonista llegará hasta un lugar que le resultará irreconocible. Se verá sin razón subiendo por los escalones de un edificio y observando vestigios de sangre salpicada sobre los pasillos. El instinto lo llevará a seguir los rastros bermellones que lo conducirán hasta un apartamento en el que encontrará las cerraduras forzadas y la puerta entreabierta. Adentro, un desastre: vidrios rotos, madera picada, cojines desplumados, lámparas caídas, muebles destrozados. Aterrado, seguirá las huellas de la tragedia y llegará hasta una habitación. Allí, un cadáver desnudo se tenderá sobre la cama. Lentamente, se le acercará, observará su rostro y lo reconocerá. Será el narrador de esta historia.

6 comentarios:

Víctor dijo...

Me gustan este tipo de historias, Esteban, en los que narrador y protagonista intercambian sus papeles. La ambientación del relato está muy bien conseguida. Saludos internacionales.

Sergio Cossa dijo...

Muy bueno.
Me trajo a la memoria "La continuidad de los parques" de Cortázar.
Un saludo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Excelente micro con espíritu circular, Esteban.

Un abrazo,

Rosa dijo...

Los protagonistas de vez en cuando tienden a revelarse...

Besos desde el aire

Gemma dijo...

Hay inteligencias que se anticipan a su propia lucidez. Como en tu pieza.
Abrazos

Esteban Dublín dijo...

Víctor, al final no salió como lo había planeado, pero creo que se trata de seguir intentando.

Sergio, qué magnífica referencia. Gracias por traerla a colación con uno de mis cuentitos.

Pedro, agradezco tus palabras. Siempre eres exageradamente amable conmigo.

Rosa, no sé si lo consiguió en realidad, pero creo que el experimento resultó interesante.

Gemma querida, no sabes cómo agradezco tus palabras. Eres muy generosa.