Abro los ojos. Mientras despierto del letargo, me observo en medio de un lugar desconocido. Nada de lo que encuentro alrededor me es mínimamente familiar. Aún soñoliento, me levanto de la cama y descubro una serie de fotografías desperdigadas en el suelo. Casi me cuentan la historia de vida de otro hombre desde su niñez, pero al detallarlas, no logro reconocer ni un lugar, ni una sola persona de las que lo acompañan. Perdido, sigo caminando en medio de la habitación, tratando de recordar sin éxito que me trajo hasta aquí. De repente, encuentro un teléfono y una nota con un número que me resulta vagamente conocido. Lo marco, el timbre suena un par de veces y al otro lado de la línea -aterrado- escucho mi voz.
Este microrrelato ha sido finalista en el concurso mensual de febrero que organiza La Microbiblioteca.
miércoles, 21 de marzo de 2012
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7 comentarios:
Enhorabuena Esteban.
Feliz de compartir suerte contigo, Mar Horno e Iván Teruel.
Enhorabuena Estaban.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
El micro está guapo, Esteban, pero ese concurso (como el de Wonderland) también es mucho concurso.
Un abrazo internacional.
¡Enhorabuena!
Besitos
Gracias a todos. La verdad, este es uno de los micros propios que más me gusta, cosa que no me queda nada bien decir.
Saludos para todos.
Enhorabuena y mucha suerte Esteban.
El micro es bueno.
Saludos
Gracias, amigo enmascarado. Abrazos.
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