miércoles, 23 de mayo de 2012

De las ventanas

¿Qué tienen las ventanas? ¿Qué tienen que se tornan indescifrables cuando miramos cual voyeristas empedernidos en búsqueda de un escándalo? ¿Qué tienen que las cerramos al compás de nuestras pasiones para evadir el señalamiento colectivo que se cuece desde los murmullos? ¿Qué tienen que separan el sonido del horror cotidiano con nuestro escondite al que le damos el calificativo de hogar? ¿Qué tienen las ventanas que dividen el dolor de la humillación infantil que suplica por un pan de nuestras comodidades frente a una mesa donde damos gracias por lo que les falta a otros? ¿Qué tienen esos condenados cristales que ni siquiera alcanzan el nivel de los espejos para reflejar con dignidad? ¿Qué tienen esos rectángulos caprichosos de la arquitectura a los que siempre debemos adornar con cortinas, colgaduras, tapices o persianas como no tuvieran la autonomía suficiente para sobrevivir a las habladurías por sí mismas? ¿Qué tienen? ¿Qué tienen que no puedo dejar de mirar las tuyas?

3 comentarios:

Mar Horno dijo...

Bueno, pues las ventanas nos exponen a los demás, por eso las cortinitas. Escondernos se nos da mucho mejor. Un micro excelente que muestra lo peor de nosotros. Un abrazo.

Elysa dijo...

Durante años he vivido sin cortinas hasta que edificaron enfrente de mis ventanas, se acabó, ahora me escondo trás las cortinas, supongo que las ventanas exponen demasíado de nosotros.

Besitos

Esteban Dublín dijo...

Mar querida, tú lo has dicho: escondernos se nos da mejor. Un beso grande y gracias por pasarte.

Elysa, el reto parece fascinante. Quizá las cortinas sean el escape que no esperamos, la guarida de otras mentiras, tan necesarias, tan cómplices de nuestras ventanas. Un beso y gracias por pasar.