viernes, 1 de junio de 2012

Ilimitaciones


Dentro de los parámetros que rigen las clasificaciones, Börgan se cataloga como un pueblo. Infinito, pero un pueblo al fin y al cabo. Algunos de sus habitantes se han dado a la tarea de recorrerlo por completo. Los más obstinados aseguran que llegar al extremo sur lleva décadas enteras y aún así no existe un final del camino. Ausente de límites, la geografía de Börgan resulta inexplicable, ya que, a pesar de juiciosos estudios de expertos cartógrafos como Elias Lundgren, no ha sido posible trazar una frontera. Años de resultados infructuosos y movido por las fascinaciones de lo desconocido fueron forjando en Elias la idea de cambiar de estrategia. Una noche, cansado de esa extraña libertad, tomó una pala, una estela de incertidumbre y un horizonte de eventos para cavar un profundo agujero negro en medio de la infinidad de Börgan. Una vez sumergido en el hoyo, llegó a Wínnappu.

8 comentarios:

David Moreno dijo...

Muy bueno Esteban. Börgan uniéndose a Winnappú. Lindo homenaje...

¿Ya queda menos para el mío? jeje

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

AGUS dijo...

Gracias, Esteban.

La pieza es formidable. La carencia de fronteras, de límites, me parece una metáfora fantástica y, a la vez, una crítica demoledora a ese absurdo de líneas y cotas imaginarias. El final, claro, me encanta, pues me imagino Wínnappu como un reducto de libertad.

Insisto, muchas gracias.

Abrazos.

Susana Camps dijo...

Estupendo homenaje, una delicia. Me ha sorprendido especialmente porque acabo de plantear el tema de las palabras sugerentes en mi blog. A veces los ecos nos llaman.
Un abrazo que contenga Börgan y Wínnappu.

Pablo Gonz dijo...

Era de esperar. Todos los caminos conducen a Wínnappu.
Abrazos fuertes, Don Esteban. Bello trabajo; me gusta el registro.
P

Esteban Dublín dijo...

David, Clavino trazó el camino, Agus lo siguió, yo solo lo recorro. Y sí, queda menos para el tuyo. Abrazos.

Agus, hace tiempo quería realizar un homenaje a Wínnapu, sus calles me tienen fascinado y era lo menos que podía hacer. Gracias a ti, por la inspiración.

Susana, tuve la posibilidad de ver el tema de las palabras sugerentes. Una de las mías, precisamente, es infinitud.

Pablo, así es: vayamos donde vayamos, toda nuestra ficción conduce a Wínnapu. Es la Roma del microrrelato.

Elysa dijo...

Buen homenaje y sugerente de que manera nos haces llegar a Wínnappu, al fina siempre se llega allí-

Besitos

manuespada dijo...

En la ficción, todos los caminos llevan a Winnappú en lugar de a Roma. Muy bueno Esteban. Un abrazo.

Esteban Dublín dijo...

Elysa, Wínnappu siempre nos espera, porque los destinos de nuestra realidad son demasiado elementales.

Manu, siempre es un placer verte en esta casa. Gracias por tus palabras. Un abrazo grande.