viernes, 14 de junio de 2013

Fútbol y literatura

Muchos de ustedes saben que mi relación con el fútbol es muy estrecha. De niño, mi sueño era jugar en el equipo profesional de Millonarios y conseguir títulos. Sin embargo, el destino es azaroso y la vida me tenía preparados otros planes. Mi amor por el fútbol nunca amainó y el gusto por la literatura me llevó inevitablemente a coleccionar en mi biblioteca libros relacionados con ese deporte.

El primero de ellos fue un libro escrito por el periodista colombiano César Mauricio Velásquez en una obra dedicada a reconstruir los extraños hechos que condujeron a la muerte del defensa de la Selección Colombia, Andrés Escobar, a quien mataron por un autogol. Andrés Escobar en defensa de la vida se titula el libro que aún conservo en mi biblioteca, más por preservar el testimonio del nivel de locura y absurdo que habita en Colombia, que por su calidad literaria. Posteriormente, mi padre me obsequió De Pescaíto a la gloria, crónica del periodista costeño Fabio Poveda Máquez, en homenaje a la vida de ‘El Pibe’ Valderrama, un orgullo de futbolista 10 para los colombianos que continúa posicionándose como una referencia, a pesar de que su legado quedó atrás hace bastantes años ya.

Roberto Fontanarrosa
con la camiseta de
Rosario Central
En todo caso, hasta ese momento, no encontraba un nexo lo suficientemente poderoso entre el fútbol y la literatura. Eso, hasta que descubrí  Los cuadernos de Valdano, una serie de textos donde el excampeón mundial del 86 recopila sus reflexiones futbolísticas acerca de su carrera y de figuras como Kempes, Maradona, Sedoorf, Ronaldo, Cruyff, Guardiola o Maldini y las mezcla con la de genios de la literatura, coincidencialmente muy cercanos al microrrelato, como Borges, Monterroso, Amado, Benedetti o Soriano. En ese momento, pensé que el matrimonio era posible. Y el amor se hizo más fuerte cuando tuve la fortuna de encontrar Cuentos de fútbol, un libro enteramente dedicado al vínculo entre ambas pasiones seleccionado por el mismo Valdano que contenía cuentos de escritores tan reconocidos como Bernardo Atxaga, Eduardo Galeano, Julio Ramón Ribeyro, Juan Villoro, Manuel Rivas, Roberto Fontanarrosa y Mario Benedetti, quien consiguió que su relato ''El césped'' se convirtiera en toda una revelación para mí. Cuentos de fútbol derivó en una especie de espionaje hacia aquellos artistas, no solo escritores, que despertaban mi admiración y que, como yo, tenían un equipo de fútbol en su corazón. Así descubrí que el amor obseso de Fontanarrosa por Central, o de Serrat por el Barcelona o de Sabina por el Atleti resultaba muy similar al que yo le profeso a Millonarios.

Y ya que yo me confesé, me parece lógico que ustedes también lo hagan. ¿Cuál es el club de sus amores, al que le escribieron o le escribirían una historia? Compartan.

6 comentarios:

Javier Perucho dijo...

Esteban,

mi equipo: los Pumas de la UNAM, aunque no le dedicaré cuento alguno, pero sí he escrito y publicado algunos sobre esa pasión por la puerta, la pelota y la patada. En su momento te los haré llegar.
Un abrazo desde Axolotitlan.
JP

Angela María dijo...

Lo siento, no soy hincha de ninguno, a duras penas me veo los partidos de la selección nacional.

Esteban Dublín dijo...

Gracias por compartir, Javier. Espero los cuentos futboleros.

Esteban Dublín dijo...

Está perfecto, Angelita. Todos tenemos gustos diferentes.

Eduardo Mancilla dijo...

Hola Esteban, los colores que canalizan mi pasión son el rojo y negro de Newell´s Old Boys de Rosario actual campeón del futbol Argentino (contrarios al de Fontanarrosa)que es donde se inició Jorge Valdano y del cual también es hincha.

Esteban Dublín dijo...

Gracias por compartir conmigo tu pasión de Newells, Eduardo. Admiro mucho el fútbol que practica Martino en este momento y además de justos campeones en el torneo argentino, me parece que fueron injustamente eliminados de la Libertadores. Así es el fútbol. Te espero de vuelta.