martes, 25 de noviembre de 2008

Accidente

Desde el día que cayó con su caballo, al zorrero le sonrió la suerte. La gente pagaba lo que fuera por ver a su unicornio.

18 comentarios:

Mauricio Duque Arrubla dijo...

¿Será que los extranjeros entienden lo que es un zorrero? ¿Los dejamos que averigüen?

Hay algo que aún no entiendo del cuento, sigo pensando

Fernando Ramos dijo...

Yo no se que es un zorrero, quizá por eso no le he entendido.

Saludos

Esteban Dublín dijo...

Dale, Mauricio, síguelo pensando...

Fernando, un zorrero es una persona que anda por la calle en una especie de carroza improvisada, arrastrada por un caballo, en la que recoge cosas para su casa o para la venta. Aquí en Colombia son muy comunes y son personas de origen humilde.

Mauricio Duque Arrubla dijo...
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Mauricio Duque Arrubla dijo...

Esteban, vi el mensaje en la cajita de mi blog... cómo así que hay que pensar el cuento... no entendí.... ¿Hay que dar el tema?

Mauricio Duque Arrubla dijo...

O te estabas refiriendo a este que finalmente no descifro...

Esteban Dublín dijo...

Correcto, Mauricio, ¿ya sabes de qué se trata?

yacasinosoynadie dijo...

yo tampoco he logrado entender muy bien como es la cosa... un saludo amigo esteban.

Esteban Dublín dijo...

Sigan intentándolo, porque este cuentito tiene algo de misterio.

Anónimo dijo...

También me he perdido, E. Lo sigo masticando pero no doy con el tono.

Buena idea la del cuento personalizado.

Esteban Dublín dijo...

Si el caballo cayó, se golpeó. Y si se convirtió en unicornio, fue porque fue porque el golpe se posó sobre su cabeza.

Esteban Dublín dijo...

Diego, gracias por lo de la idea. ¿No te gustaría cambiarme el nombre? Me froto las manos, de sólo pensar en la historia del gemelo malvado.

Johan Bush Walls dijo...

Que clavada, dijo el zorrero, pensando que su caballo no serviría para más. Que clavada dijo el caballo, cuando sintió la punzada en la cabeza.

Salú pue.

Daniel Ávila dijo...
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Esteban Dublín dijo...

Claro, Johan, ¿tremendo chichón, no?

Anónimo dijo...

No tenés que pedir permiso para escibir la historia del gemelo. Escribí de lo que quieras. A ver qué sale.

Esteban Dublín dijo...

Vamos a ver qué sale, Diego.

Pupila dijo...

:-)