Ante la ausencia de público, la obra tuvo que cancelarse. El actor sintió que sus días de gloria interpretando a Puck, el duende de la obra de Shakespeare, habían acabado. Ahora actuaba en un monólogo al que la gente le era indiferente. La última noche de temporada, el actor cambió su discurso y, de repente, empezó a hablarle a un tal Oberón(1).
1. Puck y Oberón hacen parte de la obra de William Shakespeare, Sueño de una noche de verano.
martes, 4 de noviembre de 2008
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9 comentarios:
Quizá el actor pueda interpretar solo a todos los personajes. Igual se actúa para uno mismo. Quizá sea un actor del método. Quizá desde la última fila del teatro se escuche una "standing ovation", ejecutada por una sola persona.
La función debe continuar.
Salú, maestro Dublín.
Esteban, ya está Ismael Serrano en mi blog de música... y en el otro también.
Estaba perdido porque andaba fuera del país
Me encanta este tratamiento delicado del fracaso, muchas veces lo más comercial no necesariamente es lo de más calidad o lo que más llena.
(una recomendación, ese 1 se pierde con la última palabra, te sugiero colocarlo en un paréntesis o con un asterisco, qué sé yo.)
Besos.
El asunto es cuando decida empezar con la obra coral. La conversación con Ricardo III, Otelo y Hamlet se puede poner un poco espesa.
Pues sí, Johan, que siga la función. Y salú.
Mauricio, Serrano da para largo. Y ya que volviste, los cuentitos te esperan más seguido.
Mi queridísima Pupila, mil gracias por la recomendación. Ya seguí tu consejo.
Jajajajaja. Huy, Diego, no me imagino a este actor tratando de hacer el monólogo del Rey Lear.
Esteban no sabes cuanto te agradezco la sinceridad, y sobre todo la diplomacia ante el bodrio que publiqué. Lo bueno de los bodrios es que cada tanto los encuentra algún no-amigo y te destroza, al final dan riza (no lo digo por ti evidentemente. Lo digo por un par de comentarios que dejaron por ahí).
Con respecto a este cuento, te recomiendo un cuentazo de Carlos Fuentes que se llama: El Amante del Teatro. Si no estoy mal es el primero de su libro Inquieta Compañía. Tienes que leerlo enserio. Un abrazo hombre.
Jorge, muchas gracias por la recomendación. Lo tendré en cuenta, además, porque Carlos Fuentes no ha pasado por mi mesa de noche y creo que ya va siendo hora.
si le vas a clavar el diente a Fuente comienza por Aura... El tipo es de verdad bueno.
Seguiré el consejo, Jorge. Y mira te digo una cosa con cariño: a los anónimos ni les respondas. No vale la pena desgastarse en alguien que no tiene las pelotas de destruir algo y al tiempo dar la cara.
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