jueves, 26 de marzo de 2009

La casa de Pala Labra

Basta despojarse de la lógica para encontrar, en medio de Medellín, una casa construida con palabras. Su arquitectura desafía la sensatez y como recubrimiento, en lugar de ladrillos, se encuentran sustantivos sostenidos entre sí que se pueden leer a medida que se recorre la casa. Las puertas están compuestas de preposiciones que funcionan de antesala al interior de las habitaciones y los muebles, hechos de adjetivos que cambian de acuerdo al estado de ánimo. Para entrar, sólo hay una condición: dejar a la entrada un verbo en infinitivo que luego se pueda convertir en un deseo. El mío fue soñar.

17 comentarios:

Nancy dijo...

... Y el mío fue aplaudir.
Qué linda la casa de Pala Labra
Apapachos

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

El mío fue sonreír.

Un saludo. Por aquí estaré los lunes y jueves.

Casa de Los Cuentos dijo...

Hola Esteban

Bravo! (quería escribir Guáuuu...)

Este cuentito tiene garbo y cadencia.

Mi admiración. Jabier.

Leo dijo...

Puedo poner un ladrillo?

El mío es crear.

Un saludo Esteban. Como siempre muy bueno pasar a leer por aca.

Mauricio Duque Arrubla dijo...

Yo escogería entre dos verbos al entrar: Compartir o colaborar

Paulafat dijo...

¡Hola!

¡Qué hermosa sorpresa! Me encantó el cuento. Lo publicaré en mi blog. Ahora serás un visitante VIP de mi casita ;)

¡Mil y mil gracias!
Un abrazote...

Johan Bush Walls dijo...

Hace usté feliz a un bloguero por semana, y a muchos lectores, bien por eso.

Por cierto, y cómo se apunta uno para la segunda vuelta, tengo otra idea, quizá lo haga a visita recíproca, quiero decir que de repente le escribo un cuento pajero.

Salú pue.

yacasinosoynadie dijo...

me recordó un cuento que leí no se donde que se llamaba La casa imposible.... Buen texto amigo Esteban, vas puliendo la mano cada día más.

Anónimo dijo...

Precioso, qué decir después de leer algo tan bonito. Mi aportación a esa casa es pensar.
Descubrí este blog a través de Casa de los cuentos, que me tiene atrapada.
Un saludo desde España.
Te enlazo en mi blog
Teresa

Esteban Dublín dijo...

Nancy, ¡bravo! Qué bueno que te apuntes con el verbo.

Alejandro, qué buen verbo. Pala Labra te abrirá su casa encantado.

Jabier, no sabes cómo me alegran piropos como esos.

Leo, excelente verbo. El deseo en el que se puede convertir tiene infinitas posibilidades, así que tu aporte a la casa es buenísimo.

Mauricio, déjalos los dos a la entrada. Ambos tienen inmensas posibilidades de conversión.

Pala Labra, mil gracias. Tú ya eres una invitada VIP de esta casa.

Johan, no lo había pensado así, pero es una gran reflexión. Si pudiera hacer feliz no sólo a un bloguero, sino a muchos más, escribiré encantado mientras los cuentitos vengan a conversar conmigo. Y por cierto, me encantaría un cuento pajero. Estaré muy pendiente.

Jorge, yo creo lo mismo que tú. Por eso hay que seguir escribiendo, con la misma disciplina, con el mismo cariño.

Teresa, bellísimo verbo para la casa de Para Labra. No sé cuál es tu blog porque entraste como anónimo, así que te agradecería que me dejaras el enlace. Te devuelvo el saludo desde Colombia.

Anónimo dijo...

Ya no quiero sonar igual, siempre halagos... pero no tengo nada más para vos: halagos y agradecimientos por seguir.

nunca contentos dijo...

Reflexionar.

Aunque también podría escoger disfrutar, porque tanto tu casa, como la de Pala Labra son para ello.

Esteban Dublín dijo...

Mi querida Female, yo también tengo lo mismo para ti: un millón de gracias por estar ahí siempre.

MV, muchísimas gracias. Sobra decir que en esta casa eres bienvenido siempre que quieras venir.

Oz Vega dijo...

Si...
esa niña merece un cuento y mil mas...
yo alguna vez tambien relaté una pequeña aventura a su lado...
Saludos....

Esteban Dublín dijo...

Oz, bienvenida a escuchar los cuentos de Para Labra y todos los demás.

Anónimo dijo...

Hola Esteban, mi blog es
www.loslibrosdeteresa.wordpress.com
Espero que te guste, ya te hice el enlace para que disfruten otras personas tanto como yo leyendo tus relatos.
Un saludo.
Teresa

Esteban Dublín dijo...

Teresa, muchísimas gracias. Por el enlace, por los deseos.