lunes, 9 de marzo de 2009

Urgencia

Mientras la sirena aturde a los transeúntes, el piloto les suplica por megáfono a los automóviles que abran paso. Sus palabras son inentendibles, pero eso no es impedimento para que la solidaridad aparezca repentinamente en los agresivos conductores. Gracias al esfuerzo de movilidad y al altruismo ciudadano, la ambulancia llega rápidamente a su destino. Con prisa, los paramédicos se bajan a atender la urgencia. El primero de ellos toma la palabra y pide el menú del día.

9 comentarios:

Fernando Ramos dijo...

Y las urgencias reales quedan esperando.

Otro final para el cuento, lo que el cuentito me quiso decir a mi.

El primero de ellos toma la palabra, mientras las cámaras enfocan su mejor perfil; el otro arregla al muerto, las fotos de la nota roja deben ser impecables.

Saludos

PD. por cierto, si te gusta la poesía, tengo un mi blogcito que se llama El Predicador, ahí publico poemas míos.

Nancy dijo...

Mis respetos, Esteban. Excelente microrrelato. Pasa en la vida real... con mucha más frecuencia de lo que quisiéramos.

Mauricio Duque Arrubla dijo...

Más crónica que ficción, por desgracia.

ya está lo del curling en el blog

yacasinosoynadie dijo...

Esta chevere, aunque no sé; no me preguntes por qué pero sabia como iba a terminar... no se. Un abrazo Estebitan.

Esteban Dublín dijo...

Fernando, siempre se aceptan nuevos cuentitos. Tal vez te interese la convocatoria de microcuentos que haré muy pronto. Se llama 'El dinosaurio'. Con respecto a la poesía, debo decir que sí me gusta, pero que me siento incapaz de comentar acerca de una. Así que si no comento, ya sabes la razón.

Nancy, sí, mentiras, no sé. El asunto de las ambulancias es una especie de fantasía que he creado en mi mente. Creo que encienden la sirena para andar más rápido y llegar más pronto, pero de ahí a que mientan con una urgencia no podría asegurar nada. Me parece interesante el asunto del engaño, me entretiene. Y creo que a partir de ahí la ficción tiene su lugar.

Mauricio, te repito lo que le dije a Nancy.

Lo del Curling me encantó.¿Sabías que me parece un deporte fascinante, al igual que el bádmintong y la lucha libre?

Jorge, sí, sí, creo que tienes razón. Se hace un tanto predecible.

Anónimo dijo...

Hay un alguien que tuvo un romance clandestino con una persona que manejaba una ambulancia y llegaba, sorprendentemente, más rápido.

Quiero mucho este blog

Esteban Dublín dijo...

Jajajajajajaja.

Muy bueno, Female.

Y yo quiero mucho que quieras mucho este blog.

Pupila dijo...

Qué buen cuentito Esteban. Recuerdo alguna vez, en mis travesuras adolescentes, seguir a una ambulancia con una amiga, para poder andar rápido en la cola. Terrible, lo sé, la adolescencia (que por cierto, no tiene edad).
Y como cuentas, no es raro que ellos hagan el simulacro para llegar rápido a todas partes. Poderes de volante.
Besitos.

Esteban Dublín dijo...

Bien dicho, mi querida Pupila, los poderes del volante no tienen límites.