lunes, 9 de noviembre de 2009

De otro mundo

En esta casa, definitivamente, pasan cosas extrañas. El miedo ya no me deja dormir y, desde que escucho esos sonidos, perdí la paz por completo. Durante el día no hay mayor actividad. Pero en las noches, ¡Dios bendito! Todo el tiempo escucho pasos en los pasillos, golpeteos en las ventanas, gritos de niños en las habitaciones y, lo que más me aterra, gemidos en el cuarto principal. En todo caso, me niego a irme de aquí. A la larga, los intrusos son ellos y soy yo, el fantasma, el dueño de este lugar.

11 comentarios:

Pàola Morillo Saaghy dijo...

Ah, pero qué guay.
Paulette quiere un fantasma que le haga compañía por las noches.

Un beso ;)

Campanula dijo...

Me recuerda Los otros, igual esta muy bueno.
un abrazo

Mauricio Duque Arrubla dijo...

me recuerda un cuento corto que había leído antes (hace 15 años, por decir algo. Voy a ver si lo busco y te lo mando. Creo recordar que se publicó en un magazín dominical de El Espectador

Nancy dijo...

Ah, no... ya no sé ni cuál me gusta más... Este me recordó mucho a la película The others.
Excelente

Víctor dijo...

Pues sí que lleva razón el fantasma. Buen cuento, Esteban, buena inversión de la realidad.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Sí, es cierto, recuerda a otras cosas; por ej. a mí me hizo evocar a "Casa tomada" de Cortázar. Pero al final se despega de cualquier asociación, y se compadece al pobre fantasma que está descolocado en su situación.
¡Cariños!

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Cualquiera que conozca,cómo era el lugar en donde vivo, diría, que estás describiendo este ambiente.
Un fuerte abrazo.
Isabel

Fernando Ramos dijo...

En efecto, recuerda a Los otros y los otros recuerdan al Sexto sentido; por eso no mucho me llega el cuentito.

Saludos

Esteban Dublín dijo...

Paulette, bienvenida a escuchar cuentitos. Si aparece, tal vez él también te quiera a ti.

Campa, sí, tiene un aire. Besos.

Mauro, mándame el cuento. Me interesa.

Nancy, gracias por pasar. Besos.

Víctor, te agradezco el análisis. Bien dices que es una inversión de la realidad. ¿Tal vez se vuelve una fórmula, no crees?

Lauri, tú siempre tan generosa. Hasta con el pobre fantasma te compadeces. Un beso grande.

Isabel, cuéntame más. Me interesa.

Fernando, ni modo. Ojalá el próximo no tenga una referencia tan concreta.

Mofeta dijo...

el es el fantasma ?

Esteban Dublín dijo...

Eso sólo lo puedes responder tú, Mofeta. Tú eres la lectora.