jueves, 5 de noviembre de 2009

Mito

—¡Cuántas veces tengo que decirle que los castillos en el aire no existen, niño! ¡Que son un invento barato de los fantasiosos!
—¡Pero, papá! —replicó el pequeño unicornio—. ¡Juraría que acabo de ver uno!

26 comentarios:

Unknown dijo...

que cuentito tan bonito, gracias Esteban por hacernos escapar por un párrafo de nuestra agitadísima vida.
Te cuento que estoy haciendo un curso de comprensiòn de textos y he recomendado tu blog, asì que si depronto se te decrece el tafico es culpa mia...

Verónica Calvo dijo...

No me digas que hasta en el mundo de los unicornos pasan estas cosas, Esteban, porque me caigo pa´tras!!!

Javier López dijo...

Adoro la sencillez, cuando tiene contenido.
Me encantó, Esteban.

Oriana P. S. dijo...

Fantásticamente precioso, Esteban.

Víctor dijo...

Te sales, Esteban. Y con uno de los homenajes a tus seguidores, que es lo más difícil. ¿Los fantasmas creen en fantasmas? ¿Cree Dios en Dios?

Un saludo.

Naida Saavedra dijo...

Oooooh qué dulzura.
Lindo, lindo, lindo.

Un Poco Rara dijo...

Simple y genial. Me encantó.

Elo dijo...

Corto pero profundo! :D

Esteban Dublín dijo...

Juanma, para mí es un gusto que a través de este espacio puedan escapar de la rutina diaria. Me gustaría que me contaras más acerca de lo del curso que estás haciendo.

Ananda, no sé si pasa. Pero me gusta pensar que sí.

Javi, un gusto que te haya gustado. Un abrazo enorme.

Oriana, te agradezco mucho el elogio. Me siento enormemente honrado cuando los buenos comentarios vienen de ti.

Víctor, es difícil escribir un cuento para los seguidores. Pero en muchas ocasiones el experimento ha resultado bastante bien.

Naida, encantado. Besos.

Bays, qué alegría que te haya gustado.

Quimera, de eso se tratan los cuentitos, ¿no? La extensión mínima debe ser el complemento de esa profundidad que se ahorra en palabras.

Johan Bush Walls dijo...

Ta calidá el cuento maestro Dublín.

Esteban Dublín dijo...

Mucha gracia, Joha querido.

Javier Fernández Jiménez dijo...

Qué guapo Esteban, muchas gracias por el "homenaje" al nuestro nombre, espero que no te importe que me lleve el pequeño relato y lo suba a nuestro blog. Me ha encantado. Gracias.

Esteban Dublín dijo...

Por supuesto que no, Javi. Un honor para mí.

Clara dijo...

Qué brevedad tan dulce!
Chapeau por tus homenajes!

Un abrazo

Esteban Dublín dijo...

Qué lindo verte por aquí, Clara. Gracias por tus palabras y pásate más seguido.

yacasinosoynadie dijo...

precioso... que diría el papá si el unicornio le hablara de una sociedad de humanos que se maltratan y exterminan los unos a los otros????

Esteban Dublín dijo...

No me quiero imaginar que pasaría, Jorge. ¿O sí? Creo que se me acaba de ocurrir un cuento.

Zarache dijo...

Y a mi me dijeron que los unicornios no existían. Y a los hormigas les dirán que no hay tal cosa llamada humanidad. ¿Se aplicara a los marcianos?

Esteban Dublín dijo...

A todos, mi querida Lau. Los mitos son necesarios para las comunidades: es un requisito tener un halo de misterio de las cosas alrededor, sobre todo, cuando no se sabe nada de sí mismo.

Poa dijo...

Gracias por invitarme siempre a reflexionar y más que todo a soñar. Es un cuento corto pero con una profundidad infinita. Como tú.

Esteban Dublín dijo...

Princesa hermosa, gracias a ti, por invitarme a tu mundo, la fantasía más sublime que me ha regalado la vida.

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Tierno y sutil. Es el reflejo de la inocencia y del radical Raciocinio.
Un abrazo.
Isabel

Martín Gardella dijo...

Muy bueno. La fantasía hecha realidad. Me encantó! Un abrazo

Esteban Dublín dijo...

Isabel, el raciocinio siempre está. Lo interesante es que nos salgamos de él para darle a la fantasía un lugar distinto.

Martín, muchas gracias. Abrazos.

Nancy dijo...

¡Yo no había sido notificada de éste! ah, está en el top ten de mis favoritos escritos por ti.

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Nancy. Tú siempre tan amable.