Esteban, no debiera sorprendernos, recordemos que la historia la cuentan los ganadores. (Yo siempre me he preguntado, ¿qué habría sucedido si Newton hubiera sido mexicano o latinoamericano?
Hay hombres que roban toallas en los hoteles. Él era ladrón de manzanas. Por huir de un mastín furioso, trepó a una rama alta. Cuando el perro se fue, intentó bajar, pero resbaló. Al caer, aplastó una manzana. El resto, es leyenda.
Esto que nos enseña que para descubir la ley de gravedad no basta con ser ladrón, ademas hay que ser Newton.
Disculpen el desvarío, es lunes y estoy mal dormido. Salut!
Y pues qué rica está la manzana que cuelga de la ramita?!
JAJAJ.. no sé me quedé con lo que dice josé manuel; sí Newton hubiera sido mexicano, seguramente sería una tuna que le espinaría la mano. Y ahí perdería la concentración!
Excelente vuelta de tuerca. Siempre los distintos puntos de vista aportan a las historias. La mirada "manzanesca" llega a tiempo para facilitar la comprensión de los hechos acontecidos. Dublín, todo un revisionista.
Griego, después de tu comentario me cuesta creer que fuera precisamente Newton el que hubiera descubierto una ley. Creo que de ahí la gravedad (jajajaj).
Víctor, así es. Tal vez sea una fórmula, ¿no crees?
Manu, la manzana da para tanto. Resulta una fruta fascinante y literaria.
Anónima, lo mismo digo: ¡Gravedad la de los hechos!
Claudia, te dejo más dudas: ¿qué tal que la manzana hubiera sido la manzana la que hubiera probado a Adán?
Valery, bienvenida a esta casa de cuentitos. Vuelve siempre que quieras.
Martín, qué bueno, mi amigo. Insisto, tal vez es una fórmula.
Skyline, me alegra tu entusiasmo con los cuentitos. Si tu posdata es una duda, te respondo: sí: seguidor que se inscribe, es seguidor que recibe un cuentito. Se publican todos los viernes.
Miguel Ángel, la manzana, repito, es un elemento literario inagotable, desde el Génesis. ¿La razón? Sólo Dios sabe.
Luis, buen remate el tuyo. Nada mal descubrir la sidra en un velorio. Un abrazo.
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de la gravedad.
Ángela, gracias por regalarnos ese magnífico y maravilloso cuento de Ana María Shua. Queridos lectores, si no lo conocían, por favor, venia a La ubicuidad de las manzanas. Es un texto que conocí hace un par de años y creo que es un ejemplo de buen microrrelato. Qué digo buen, ¡es genial!
Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
31 comentarios:
Esteban, no debiera sorprendernos, recordemos que la historia la cuentan los ganadores. (Yo siempre me he preguntado, ¿qué habría sucedido si Newton hubiera sido mexicano o latinoamericano?
Newton, que pudo oír sus últimas palabras, se aprovechó de la situación y se hizo famoso...
Muy bueno, Esteban
Acabo de descubrir tu blog, y la verdad es que he tenido suerte porque lo he hecho con un relato muy bueno.
JAJAJJAJJAJJAJJJAJA
pobreeee
jajaja
saludos
idea original y bien resulta la estructura del microrrelato a pesar de las pocas palabras empleadas.
El comentario de Alis me dió esta idea:
Hay hombres que roban toallas en los hoteles. Él era ladrón de manzanas. Por huir de un mastín furioso, trepó a una rama alta. Cuando el perro se fue, intentó bajar, pero resbaló. Al caer, aplastó una manzana. El resto, es leyenda.
Esto que nos enseña que para descubir la ley de gravedad no basta con ser ladrón, ademas hay que ser Newton.
Disculpen el desvarío, es lunes y estoy mal dormido. Salut!
Bueno, Esteban. Darle la vuelta a cosas conocidas da buenos resultados, como esta mini.
Un abrazo.
Buena vuelta de tuerca de la famosa manzana, prima hermana de la de Guillermo Tell o la de la bruja de Blancanieves.
Eso si tiene gravedad!, deberiamos dejar siempre hablar a la otra parte para poder tener la visión real del suceso.
Jajaja! Me gustó Esteban! Menos mal que era Newton... no quiero imaginarme a la manzana de Adán!
Saludos!
Y pues qué rica está la manzana que cuelga de la ramita?!
JAJAJ.. no sé me quedé con lo que dice josé manuel; sí Newton hubiera sido mexicano, seguramente sería una tuna que le espinaría la mano. Y ahí perdería la concentración!
Gracias por el buen momento y saludos!
Buena versión inversa. Me gusto.
Saludos
Excelente. Comencé a leerte hace unos dos o tres días, y no he podido parar. Me sorprendo con tu ingenio, verdaderamente, felicidades.
PD: seguir (blog) = recibir (cuentito).
xD
Excelente vuelta de tuerca. Siempre los distintos puntos de vista aportan a las historias. La mirada "manzanesca" llega a tiempo para facilitar la comprensión de los hechos acontecidos.
Dublín, todo un revisionista.
Excelente mini... No se que teoría tenía la manzana, pero seguro sus compatriotas, mientras la velaban, descubrieron la sidra... Nada mal...
Saludos
José Manuel, tu pregunta es muy buena, pero no me atrevo a contestarla.
Alís, claro que las escuchó. Un beso grande.
Thanos, antes que nada, bienvenido a escuchar los cuentitos. Me alegra que te haya gustado. Pasa siempre que quieras.
Ananda, ¡qué mala eres! ¡Burlándote de la manzana!
Marialuisa, ¿pobre Manzana o pobre Newton? Caer no debió ser fácil.
Daniel, gracias por el análisis.
Griego, después de tu comentario me cuesta creer que fuera precisamente Newton el que hubiera descubierto una ley. Creo que de ahí la gravedad (jajajaj).
Víctor, así es. Tal vez sea una fórmula, ¿no crees?
Manu, la manzana da para tanto. Resulta una fruta fascinante y literaria.
Anónima, lo mismo digo: ¡Gravedad la de los hechos!
Claudia, te dejo más dudas: ¿qué tal que la manzana hubiera sido la manzana la que hubiera probado a Adán?
Valery, bienvenida a esta casa de cuentitos. Vuelve siempre que quieras.
Martín, qué bueno, mi amigo. Insisto, tal vez es una fórmula.
Skyline, me alegra tu entusiasmo con los cuentitos. Si tu posdata es una duda, te respondo: sí: seguidor que se inscribe, es seguidor que recibe un cuentito. Se publican todos los viernes.
Miguel Ángel, la manzana, repito, es un elemento literario inagotable, desde el Génesis. ¿La razón? Sólo Dios sabe.
Luis, buen remate el tuyo. Nada mal descubrir la sidra en un velorio. Un abrazo.
La ubicuidad de las manzanas
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de la gravedad.
Ana María Shua
Ángela, gracias por regalarnos ese magnífico y maravilloso cuento de Ana María Shua. Queridos lectores, si no lo conocían, por favor, venia a La ubicuidad de las manzanas. Es un texto que conocí hace un par de años y creo que es un ejemplo de buen microrrelato. Qué digo buen, ¡es genial!
Jajaja! bueno, en ese caso igual estaríamos condenados, por idiotas al dejarnos morder por una manzana.
Saludos!
Condenadísimos, Claudia, pero hubiera resultado interesante.
Leyendo el primer comentario... Es tan cierto, la historia la cuentan los que ganan...
¿Qué habría ocurrido si Hitler hubiese nacido en EEUU?
Quimera, no hay mayor verdad que esa. La historia es de quien la cuenta.
Andamos por ahí como Newtons aplastando manzanas. Buen cambio de perspectiva.
Qué bueno que te guste, Lau. Hace rato no te veía por aquí.
Gracias. Ando atrasada con los blogs y mi blog.
Gracias a ti, Lau.
eh que buen cuentito! hace rato no pasaba por acá pero me divierto mucho cuando lo hago!
Alicia, pasa más seguido, ¡mira de lo que te pierdes por fallar!
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